Según este artículo de Bloomberg, los impagos en el mercado doméstico de bonos chino han experimentado un gran aumento respecto a los años anteriores. Además del fuerte crecimiento de esta variable en 2018, más que cuadriplicando la del año anterior, en el presente año va camino de superar el nivel de 2018, y no por poco. En los cuatro primeros meses se ha superado la cifra de impagos del año anterior por 3,4 veces.
Las causas podrían estar en el impulso de las autoridades chinas de restringir el segmento de “banca en la sombra” (shadow banking) desde el año pasado, que según Fisher Investments, es la principal causa de la ralentización del crecimiento del gigante asiático. Este segmento es donde la supervisión regulatoria es más laxa y donde los riesgos potencialmente son mayores (y la calidad de esos créditos puede ser muy inferior). Al mismo tiempo, desde hace unos meses las mismas autoridades chinas también han implementado diversas medidas para estimular la concesión de crédito al sector privado, particularmente empresas pequeñas y medianas por los cauces bancarios tradicionales.
Pero eso no es todo, porque según se hace eco la noticia de Bloomberg, los datos de impagos pueden estar infraestimando las verdaderas dificultades de muchas empresas chinas: "Las tensiones crediticias son mayores que las que muestran los impagos, como lo demuestran varias situaciones en las que las empresas no cumplieron con los pagos programados de bonos, pero posteriormente pudieron reembolsarlos en su totalidad y evitar un impago" o también casos en los que recibieron ayudas gubernamentales.
