He leído un comentario de un experto (Paz Viruet, a quien leo y admiro) sobre la falta de reacción de los bonos al riesgo catalán. A mí no me sorprende, porque lo que he visto en la prensa económica extranjera es que suelen dar por hecho que el 1-O se acabará el "tema".
Bueno, yo n lo llamaría el "tema catalán", como hace el autor, porque si sale mal - y bien, bien, no va a salir - se producirá el armagedon del Apocalipsis, y entonces todos los indicadores, bursátiles y bonos, darán la campanada.
Quiero decir que no es un tema trivial y transitorio: tiene pinta de que el 1-O sea el principio, no el final.
No hay solución limpia. El tejido de relaciones es tan tupido que no se puede hacer una estimación de pérdidas y ganancias.
Los riesgos alternativos son: que todo se salde con amistoso apretón de manos, aceptado por el resto de España y Europa (algo difícil de creer), o, en el extremo opuesto, que España se vea cuestionada y que incluso se rompa. Por eso descuento que habrá movida financiera en cuanto a las dudas sobre recaudación fiscal del Estado se extiendan. Porque lo que peor puede pasar es que los tiras y aflojas rasguen el Estado español, algo no imposible.
¿Por que no hay señales, cómo bien dice el autor, en el mercado de bonos? Porque todos los analistas dan por hecho que el referéndum no tendrá lugar y se acabará el "tema".
Pues, como he dicho, no hará más que empezar. Los sentimientos acumulados son demasiado visibles como para pensar que se van a rendir si no hay referéndum. No hay más que ver La exaltación de la juventud para saber que en esto les va la vida. La juventud se entrega a este tipo de utopías con más entusiasmo que a una carrera de cinco años, en las que se matriculan "por defecto". La universidad es una plataforma multiplicadora de estos sentimientos románticos, que sólo se viven una vez. Del otro lado no tenemos nada similar sobre España, todo lo contrario. La universidad española está trufada de izquierdismo exaltado, y sabemos que en él cabe, desgraciadamente, cualquier movida que primera romper el Estado español.
Así que si los bonos no reflejan el riesgo de ruptura, es simplemente porque la prensa económica extranjera no da ni una probabilidad a la secesión, pero tampoco al conflicto que vendrá después del 1-O. Ya veremos si hay o no referéndum, si es significativo (cosa que descarto), y lo sea o no, si se rendirán a la evidencia los separatistas (también lo descarto).