En realidad no ha cambiado nada en el mercado: lo que más ha caído es lo que estaba previamente débil, como las temáticas Value del petróleo y el sector autos, y lo que menos ha caído es lo que estaba fuerte, es decir, el Nasdaq 100. De hecho, en el pequeño rebote que ya tenemos, también es el Nasdaq 100 el que más caída ha recuperado, mientras que el Euro Stoxx 50 de nuestra vieja Europa, da inquietantes muestras de debilidad.
Fijaros por ejemplo en el SP500: la caída desde máximos ha sido cercana al 15% si tomamos los mínimos del 28-febr y 2-mzo, y ha vuelto a niveles de principios de octubre de 2019. Además, en el rebote ha conseguido recuperar un 38% de la caída (ratio Fibonacci).
El Nasdaq100 por su parte también ha caído un 15% desde máximos, pero dado que antes había subido más, esta caída “solo” significa una vuelta a los mínimos de principios de diciembre, coincidiendo también con la base de su canal alcista reciente:
El rebote también ha recuperado un 38% de la caída, frenándose en torno a los 8.900 puntos, que fueron un soporte a finales de enero… y ahora se han convertido en resistencia (cambio de polaridad).
El futuro del Russell 2000 muestra una estructura parecida a la del SP500, con una caída hacia los mínimos de octubre y un rebote del 38% de la caída (también cercana al 15% desde máximos):
Este proceso correctivo súbito y violento se ha cebado con los débiles. Por ejemplo, el ETF de exploradores y productores de Gas y Petróleo (XOP) ha caído en picado, acelerando la caída previa:
El aspecto de largo plazo es tremendo en XOP: ¿podríamos estar ante la descarga final, el famoso “sell-off” o capitulación final de ventas? Sin duda es un escenario a vigilar, y el volumen extremo alcanzado la semana pasada apoyaría la tesis, pero por ahora la realidad es que lo débil está más débil, y lo fuerte sigue fuerte.
Ni siquiera Tesla ha pinchado, y cabría esperar que en un teórico proceso de “pinchazo de la burbuja”, se hubiera desplomado:
Lógicamente, el sector autos ha sufrido especialmente, y el caso especial de Renault es todavía más llamativo. Las principales temáticas “value” siguen sufriendo de lo lindo. ¿Podría tratarse del sell-off definitivo en la temática Value, el momento en el que el Growth da el relevo al value? Viendo los volúmenes record que se dan en XOP o en Renault, es una idea a seguir. Pero como digo, por ahora no hay nada que indique que pueda ser así, más allá de este posible sell-off.
Dado que Europa es débil, el gráfico del Euro Stoxx refleja esta debilidad: la caída desde máximos también ha sido del 15%, pero como antes había subido con mucha menos verticalidad, esta caída significa volver a niveles no vistos desde… agosto de 2019. Además, el rebote en curso todavía no ha conseguido superar el retroceso Fibonacci 23%, atacando muy tímidamente el último gap (hueco) bajista que ahora funciona como resistencia.
Sería muy deseable que el rebote se acercara por lo menos a la zona de los 3.530 puntos (retroceso Fibo 38%), e incluso hacia los 3.580 puntos (otro gap bajista y antigua zona natural de soporte que tras ser perforada es ahora una resistencia).
Como veis, tras subir menos durante los últimos meses, Europa ha caído lo mismo que EEUU, y en el rebote de las últimas sesiones está rebotando menos. O sea, no hace más que lanzar señales de una persistente debilidad con respecto a EEUU.
Escenario de recaída.
¿Qué pasa si tenemos una segunda oleada bajista? Es algo razonable de esperar, a pesar de la tremenda bajada de tipos de la FED… que para mí es casi más preocupante que tranquilizadora. Veremos cómo se lo toman los mercados. Por ahora rebotando sin más.
Tarde o temprano lo normal es que se produzca algún “retest” de mínimos. El escenario medio y más probable es que Europa consiga finalmente rebotar hacia el retroceso Fibo 38%, y después vendría el “retest”.
El escenario fuerte es que ese rebote se vaya hasta los 3650 puntos (retroceso Fibo 62%), donde se sitúa el mínimo de finales de enero (soporte mínimo local), que ahora sería resistencia.
El escenario débil es que el rebote a corto plazo no vaya a más, y una recaída provoque nuevos mínimos en las bolsas europeas, por debajo de los 3300 puntos a lo largo del mes de marzo:
En el gráfico anterior pongo una caída hacia los 3200 puntos porque en ese nivel “cuadran” muy bien los retrocesos de Fibonacci: el 38% nos llevaría de nuevo hacia los 3.450 puntos, y el 61,8% hacia los 3600 puntos (resistencia natural).
Considero que este sería el peor escenario de corto plazo, porque a largo plazo no estamos en tendencia bajista. Lo que tendría sentido es plantear un techo en EEUU, y eso llevará tiempo.
En este “peor escenario” de corto plazo, donde el Euro Stoxx 50 podría volver a caer un 6,5% desde los niveles actuales, llevando la caída total al -17% desde máximos, las bolsas americanas volverían también a “testear” los mínimos pero sin hundirlos de forma relevante como el Euro stoxx. Por ejemplo, el Nasdaq 100 podría caer justamente un -6,5% desde los niveles actuales para volver a tocar los 8.200 puntos, donde se podría formar un doble suelo de corto plazo. En ese nivel, el VXN (VIX del Nasdaq) ya no volvería a alcanzar los niveles tan elevados que tocó recientemente (y de hecho, el VSTOXX tampoco debería volver a máximos incluso aunque el Euro stoxx se vaya hasta los 3.200 puntos).
Dados los niveles extremos de volumen, sobreventa y volatilidad alcanzados, considero muy poco probable que podamos asistir a un escenario como el que muestro en el siguiente gráfico, con un Nasdaq100 que volvería a caer otro 15% desde los niveles actuales para llegar hasta los 7.500 puntos, en medio de la zona de congestión de mediados de 2019 (y por tanto zona de soporte natural).
Este sería en todo caso un escenario de medio plazo a considerar para la segunda mitad del año, según se vayan desarrollando los próximos meses. Si a lo largo de las próximas semanas o meses los mercados no son capaces de rebotar algo más y dar muestras de fortaleza, habría que considerar este escenario tan negativo que llevaría la fase correctiva desde máximos hasta un -22%.
Como veis, los gráficos “hablan”. Las lecturas de movimientos relativos nos dicen qué índices y qué activos están más fuertes o más débiles que los demás. Los canales nos indican zonas de compra y zonas de venta, además de los niveles de soporte y resistencia natural. Los retrocesos de Fibonacci nos ayudan a detectar zonas probables en las que el precio se detendrá temporal o definitivamente. Combinando horizontes temporales diferentes (velas diarias, semanales…) podemos completar la información y corroborar o no un determinado escenario. Toda esta interpretación de la evolución del precio es “chartismo puro” y cuando se le dedica tiempo y atención, proporciona una información muy útil a la hora de operar.
La cuestión de fondo es que tras esta caída histórica por la rapidez, contundencia y ausencia de señales precursoras (en el gráfico chartista de precios), uno debe poner el foco en el aspecto defensivo. No se trata de recuperar pérdidas rápido, ni de obsesionarse con mantener el timón alcista. La caída ha sido muy dura, y el objetivo es sobrevivir a largo plazo, incluso aunque ello signifique atravesar un largo período de pérdidas o pocos beneficios.
El año 2020 se presenta complicado. Paciencia y templanza. El mercado siempre ofrecerá oportunidades, y hay que saber cuándo toca atacar y cuándo toca defender. Démosle tiempo al tiempo para que las estrategias desarrolladas den su fruto. La obsesión por el corto plazo es uno de los principales y más costosos errores que podemos cometer.
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