Fuente: Clases de Coyuntura Económica impartidas por Juan Ramón Rallo,
en el Máster de Inversión en valor y Teoría del Ciclo en el centro de
estudios OMMA.
Fase de liquidación (bloque
de crédito)
Aquí la oferta de crédito se restringe y muchos prestamistas
desaparecen y quiebran. Otros , en cambio, necesitan ese crédito para
recomponer su liquidez y no están dispuestos a prestar. Por otro lado, lo que
se hunde de forma considerable es la demanda de crédito pues estamos ante una
claudicación, los agentes que todavía siguen, empiezan a liquidar sus empresas,
se anuncian concurso de acreedores, deciden repagar sus deudas sin pedir más
crédito sino liquidando sus activos por lo que ya no hay demandantes para
refinanciar sus deudas, la demanda deja de existir. Se dice que los bancos no
quieren prestar y así mejorar su liquidez, no menos cierto es que los
empresarios asumen que han acometido malas inversiones en el pasado y deciden
sanear su situación y “ya veremos en un futuro si me embarco en proyectos
empresariales” es decir ya no hay demanda de crédito empresarial para invertir.
Además existe una nueva reclasificación de riesgos, que implica que aunque los
bancos quieran prestar a agentes que con la misma solvencia en el pasado, éstos
no existen, no tienen esa solvencia, es decir la demanda de la calidad de
crédito ha desaparecido. La demanda solvente se ha hundido más que
proporcionalmente que la oferta de crédito existente. De hecho lo que ocurre es
que las familias y empresas no se quieren endeudarse más y lo que desean es
repagar sus deudas antiguas, esto último en realidad es como ofrecer más
crédito, pues se mejora la posición del prestamista para volver a prestar, todo
esto implica que los tipos caerán a excepción que nos encontremos en una fase
intermedia entre la fase de la lucha por la liquidez y la fase de liquidación
donde habrá nuevas rondas para intentar refinanciarse por ejemplo ,el Estado no
quiere quebrar y por tanto sigue demandando más crédito para refinanciarse, hay
empresas que no deberían estar en posición de quebrar, pero sin embargo lo
están y quieren refinanciarse y por lo tanto la fase de liquidación se puede
alargar a través de una contracción secundaria, es decir, puede haber una nueva
ola de lucha por la liquidez que empuje al alza los tipos de interés, pero en
general, los tipos de interés en la fase de liquidación son históricamente
bajos.
Fase de liquidación
(bloque de actividad y expectativas)
El Pib se desploma, hay menos gasto, antes gran parte del
gasto se basaba en la deuda y ahora ya no hay tanta deuda por lo que el Pib
cae, pero además los modelos empresariales que se gestaron durante la etapa de
degradación de la liquidez dejan de ser viables y hay que liquidarlos, se
empiezan a destruir empresas. En definitiva hay un menor gasto global y un
menor gasto concentrado en ciertas industrias particulares (ladrillo), la
industria del ladrillo no se ha desmoronado porque el endeudamiento global del
país haya descendido un 10%, se ha desmoronado porque se ha perdido el 90% de
la demanda( el modelo empresarial debe cambiarse o sustituirse), si no hay una
caída más abrupta del Pib es porque de alguna manera estamos anestesiando el
camino de la recuperación. Luego, en esta fase la capacidad ociosa de las
empresas y el desempleo empieza a aumentar porque las empresas que continúan en
el mercado que tenían mucha demanda en el pasado, funcionan a ralentí y porque
factores productivos como el trabajo no encuentran cómo recolocarse, no han
nacido los nuevos modelos de negocio, hay una etapa de incertidumbre y de dudas
donde los empresarios están pensando ¿qué será lo más provechoso en un futuro?
Y por tanto no se contrata, hay que recomponer los planes financieros y
productivos antes de empezar a ser operativos. En esta fase las expectativas
están en su punto más bajo y se realimentan de forma negativa, todo es negro,
nadie ve cuando va a acabar esto. En esta fase si no se degenera, es una fase
para empezar a pensar en invertir, ya que los precios están artificialmente
deprimidos, la actividad está paralizada y empresas que en un futuro cuando se
recupere la demanda y el gasto normal empezarán a crecer, pues ahora están en
mínimos.
Fase de liquidación
(bloque de precios)
Aquí como se venden los activos, los precios empiezan a caer
de manera abundante, tanto por el aumento de la oferta como por el lado de la
demanda pues ésta estaba basada en el crédito. Por ejemplo en el caso de la
vivienda, si ya no hay demanda de crédito y la oferta aumenta, pues los precios
deberían desplomarse un 50 o 60 %, que es algo raro en el resto de la economía,
el consumo de carne no se desploma un 60%. Si el Ipc cae un 2 o 3% y hay
activos que caen un 60% eso es porque están en fase de liquidación. El precio
de los factores productivos más abundantes (el trabajo) también tiende a caer,
luego hay precios de factores más específicos (materias primas, cuellos de
botella), donde los precios no tienen por qué caer, puede ser que caigan algo
en primera instancia, pero se recuperan rápidamente pues son relativamente
escasos. El tipo de cambio oscilará en
función si el país se ha estabilizado o si se espera que siga recurriendo a la
depreciación y siga entrando en crisis. Las finanzas del Estado aquí se
degradan de una manera absoluta, porque los ingresos extraordinarios de la
burbuja desaparecen y existen ciertos gastos que se activan automáticamente en
momentos de crisis (subsidio de desempleo). La posición financiera del Estado
se ve más agravada porque como predomina la teoría keynesiana donde hay que
endeudarse lo más posible durante las depresiones, existen políticas
discrecionales que tienden a gastar más de lo que se ingresa.
Fase de
recapitalización (bloque de crédito)
La oferta de crédito vuelve a ser mayor, los oferentes se han saneado y no se
presta al mismo ritmo del inicio del ciclo. La demanda es más solvente que
antes, se han recapitalizado los deudores, pero como se ha aprendido a vivir con
menos crédito que durante la fase del boom no hay tanta demanda como en los
años de felicidad de la degradación de la liquidez. Las empresas se financian
con un porcentaje mayor de fondos propios, no se necesita tanto endeudamiento
ni siquiera a corto plazo, con lo que los tipos de interés se mantienen bajos
al menos hasta la siguiente ronda de manipulación del crédito.
Fase de
recapitalización (bloque de actividad y expectativas)
El Pib vuelve a crecer, los empresarios se han saneado, y
han encontrado nuevos modelos de negocio donde invertir. La capacidad ociosa
empieza a descender porque al crear nuevos sectores económicos, parte de la
demanda que se posibilita con esa creación de nuevos sectores económicos,
trabajadores que trabajan y cobran, proveedores etc, se redirigen a las
industrias que ya existían y por tanto la capacidad de producción de estas
industrias aumenta (su capacidad ociosa baja y el empleo va en aumento según se
van recolocando a los trabajadores). Las expectativas van mejorando pero de
manera cauta, todavía está en la memoria el descalabro anterior.
Fase de
recapitalización (bloque de precios)
Los precios de los activos se estabilizan y muchos aumentan
debido a mejores expectativas y mayor abundancia de ahorro , incluso si la
liquidación de algunos activos había sido muy fuerte y por lo tanto estos
activos estaban artificialmente deprimidos crecen en intensidad. Los costes y
precios de bienes no suben, porque aunque hay más demanda es demanda basada en
producción presente que se alivia o contrarresta por la oferta existente. No es
demanda basada en producción futura que
eleve los precios presentes. Los tipos de cambio se aprecian con respecto a los
niveles de depresión, sobre todo si el país que antes importaba se convierte en
exportador neto ya sea porque ha pagado sus deudas y se ha capitalizado, o
porque empieza a pagar sus deudas y no necesita de financiación externa para
crecer, por tanto, la moneda tiende a ser más apreciada internacionalmente. El
Estado empieza a salir de los apuros financieros, ya que sus ingresos empiezan
a crecer y sus gastos relacionados con la coyuntura se reducen.