Sin embargo, existen otras influencias menos positivas, y una de ellas es lo políticamente correcto. En el Congreso de los Diputados, una ministra llevó el término hasta su paroxismo al dirigirse a los parlamentarios como “Miembros y Miembras (sic)”, ante el estupor inicial y el cachondeo posterior del conjunto del país. El ejemplo de la ex-Directora de la Agencia Andaluza para el Desarrollo del Flamenco de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía (sic), puede parecer extremo, pero cuanto más ahondemos en la corrección política nos daremos cuenta que la línea que lo separa de la estupidez es tan enjuta que se puede engalanar al analfabetismo con la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III.
Remontarse a los orígenes y porqués de lo políticamente correcto sería largo y tedioso, pero se podría resumir que, cómo toda idea nociva del S.XX, fue formulada primero por la Escuela de Fráncfort – Adorno, Marcuse, Benjamin, Horkheimer- para arraigar y florecer en la generación de los baby boomers, ya sea en la versión europea del mayo del ’68 o en la lisérgica San Francisco. Su avance ha sido inexorable llegando a proscribir palabras tan bonitas como “especular” y mancillando otras como “comercio” al añadirle el redundante adjetivo de “justo”.
El diccionario de la RAE dice lo siguiente:
La acepción que nos interesa es la cuarta, esto es, que cualquiera que compre unas acciones tiene esperanzas, si son mejor o peor fundadas es otro asunto, de que la compañía aumente su valoración en el mercado para obtener una ganancia.
¿Qué tiene de malo utilizar el verbo especular entonces? ¿Por qué políticos y líderes sindicales demonizan a los especuladores y los culpan de los males del país? Sencillamente porque se ha pervertido el lenguaje, gracias en parte a la tiranía de lo políticamente correcto, que nos obliga a utilizar inversor y nos prohíbe utilizar especulador de la misma manera que preferimos hablar de emprendedor cuando queremos realmente decir empresario. Eso sí, la RAE se cura en salud al matizar que el significado de especular lleva asociada una connotación peyorativa. Bien estamos, si pretendemos salir de la crisis “efectuando operaciones comerciales o financieras, con la esperanza de obtener beneficios basados en las variaciones de los precios o de los cambios” cuando especulador es poco menos que un insulto para millones de hispano hablantes.
La cosa más sorprendente con respecto a la bolsa del año 1929 era que nadie vendía una sola acción. El público no hacía otra cosa que comprar. Un día pregunté más bien con timidez a mi corredor acerca de este fenómeno de la especulación. —No sé demasiado de Wall Street —empecé diciendo en tono de excusa—. Pero, ¿qué es lo que hace que estas acciones sigan subiendo? ¿No tendría que existir cierta relación entre las ganancias de una empresa, sus dividendos y el precio de venta de sus acciones? Groucho Marx en Groucho y yo.
Los fundadores del Value Investing, Benjamin Graham y D. Dodd, cuentan en Security Analysis que la distinción entre inversión y especulación se produjo durante la burbuja que finalizó en el Crack ’29. Anteriormente, ambos vocablos eran utilizados indistintamente. Y aunque es verdad que tienen predilección por invertir sobre especular, no debemos olvidar que ellos mismos eran value investors. Por ejemplo, irónicamente afirman que una inversión es una especulación exitosa y una especulación es una inversión fracasada. Nuestros políticos se han tomado en serio este comentario ingenioso al declarar que vender deuda española es pura especulación mientras que comprarla es una inversión muy sensata.
Aún así, la clasificación de Graham y Dodd ha quedado en algunos puntos obsoleta además de mostrar su preferencia por la deuda corporativa o renta fija privada. En esta tabla la resumo:
Fundamentan las diferencias basándose en el margen de seguridad. El activo seguro se define por circunstancias tangibles más que por la psicología del comprador. La seguridad se logra aplicando los estándares de inversión para alcanzar una rentabilidad razonable. Al hablar de margen de seguridad se refieren a comprar con amplios descuentos en el precio. No es más que ser precavidos y responsables, como el conductor que guarda una distancia amplia entre el coche de delante para que en caso de necesitar frenar –haber errado en el análisis- tener un margen de seguridad para no chocarse –perder dinero en la compra- .
Comprendido esto, para los inversores en valor, una operación es una inversión cuando tras haber superado el análisis puede asegurarse fiablemente el principal –capital invertido- y unos ingresos satisfactorios –dividendos, intereses, aumento de la cotización…-. Por lo tanto, aquellas operaciones que no cumplen estos requisitos son operaciones especulativas.
Y aquí tenemos la muestra de porqué asociamos a la especulación las siguientes operaciones:
El problema recae en que el especulador compra porque cree que la acción va a subir, no porque esté barata. Esta es la gran diferencia entre un especulador y un inversor para Graham y Dodd.
Esta clasificación es excesivamente parcial, dejando un regusto de que el inversor se guía por un lucro contenido y definido por su estudio de la inversión mientras que el especulador es un trasunto de pirata o forajido del Lejano Oeste que no busca más que el lucro inmediato sin importarle el cómo ni el porqué. Y aquí, si nos dejamos llevar por una concepción maniquea, no podríamos valorar el inestimable valor de especuladores como George Soros y su operación en 1992 contra la libra esterlina.
Los especuladores no son barrigudos calvorotas de café, copa y puro. Son aquellos que, mientras los palmeros lisonjean al rey desnudo, no permanecen estáticos, ponen su capital en juego para demostrarle al resto la cruda realidad por muy amarga que sea.
Reporter: Do you regard yourselves as similair in any way to any of the other bands on the bill, or do you think that you're completely--?
Axl: Maybe only in attitude, in some of them, I mean rock is all kinds of material, um... I like KISS in their early days.. they, you know.. I think the only thing we have in common with KISS now is that you know, they like to make money, and they like girls, but, as far as the music goes, basically, their music plays second fiddle to their other desires, our music comes first.
Reporter: Have you got anything in common with Iron Maiden?
Axl: I hope not. *drinks*
Reporter: Why?
Axl: I don't know, they're not a... I mean, they're not guys, but you know, this like, political orginization, and you know, your band's like a political orginization, it's a little thing.. um... and your music, or your album is kinda like your political stance. Well, their's is completely different from ours, and ours, and I think their's doesn't have anything to do with rock n' roll as far as I'm concerned. We're a rock n' roll band. What they do is what they do, I don't know what it is, and I hope to never be like that. I hope it's not catching. *laughs*
Reporter: Izzy, where you gonna say something now?
Izzy: No.
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