La española primero y la italiana a continuación, ambas primas de riesgo acaban de bajar del umbral de los 200 puntos. Se hace casi inevitable comparar a las dos economías, y es que la trayectoria casi en paralelo de las dos primas de riesgo prácticamente lo ha convertido en una carrera o competición. Pero en realidad, lo importante es que ambas economías mejoran y son dos de los parqués que acumulan mayor número de recomendaciones en bolsa.
Para analizar las perspectivas para 2014, un ejercicio muy interesante es analizar la definición de la prima de riesgo: sin duda ha de valernos la explicación de que es una medida de confianza. La prima mide la confianza que los mercados tienen en ese país. Una mayor prima indica una alta desconfianza (y por ello, a esos países se les imponen una tasas mayores). De igual manera, una prima baja indica mayor confianza y por tanto menores tasas. Pero en Bolsa lo importante son las tendencias, así que si convertimos este análisis estático en dinámico, una prima de riesgo en clara evolución a la baja (la española por ejemplo ha bajado aproximadamente un 45 % en el último año; y casi un 20 % durante el último mes), indica que los mercados están volviendo a confiar en ese país. Uno de los efectos probables, máxime en un escenario con tipos (y depósitos) bajos, con una renta fija que sigue abaratandose… es que se traduzca en un crecimiento de la renta variable de dicho país.
La tendencia es clara y sin duda aún hay mucho recorrido. Del lado de los riesgos, si seguimos centrados en la prima de riesgo, los niveles alcanzados durante los dos últimos años dejan una enorme factura: los intereses a los que el Estado español tendrá que hacer frente se traducirán este año 2014 en récord histórico por el nivel de emisiones de deuda pública (este año el tesoro emitirá más de 240.000 millones, casi un 18 % más que en 2013). Para colocar todo este volumen de deuda el Estado se enfrentará además a dos grandes problemas: la reticencia del BCE a que los bancos nacionales (los mayores compradores), puedan comprar deuda pública; y el riesgo o factor psicológico de ver como aceptarán los mercados que el nivel de deuda pública española se dispare ya en 2014 a prácticamente el 100 % de nuestro PIB.
Sin embargo parece que los riesgos más grandes, riesgos como la ruptura del euro o el abismo fiscal americano van quedando atrás, y aunque con mucho por hacer, esto va dando lugar a una pequeña y muy gradual recuperación. Deben confirmarse los tan ansiados brotes verdes y aquello de que 2014 será el año de la recuperación. Personalmente creo que deberán ser varios y no uno sólo los años de recuperación. Pero si se va afianzando, y la prima se estabiliza en estos niveles (o incluso baja), tendremos los cimientos para que según se vayan afrontando con éxito las distintas emisiones de deuda de este ejercicio, disfrutemos de una gran oportunidad en la renta variable.