En mi pueblo había un viejo dicho que decía, que cuando el diablo no tiene nada que hacer, con el rabo mata moscas, vamos que el diablo se aburre y en algo se tiene que ocupar. Eso mismo nos pasa en zondebolsa.es y es que desde el 28 de abril del 2020 que dimos señal de entrada, llevamos muchas semanas esperando la señal de salida, que llegará como siempre ha llegado, para comunicárselo a nuestros suscriptores y mientras tanto hemos preparado dos artículos sobre un indicador antiguamente muy seguido como era el PER.
De momento os dejamos este articulo con un tratamiento algo teórico del PER y en un segundo artículo comentaremos con más detalle la aplicación práctica que se seguía respecto del PER en un valor, o mejor dicho, de los PER en un índice o sector.
Aunque el 90% de las personas que van a leer este articulo saben de sobras lo que es el PER de un valor o de un índice bursátil, no estorba que partamos de su definición para que todos sepamos lo mas llanamente de qué estamos hablando.
El PER está formado por las iniciales de su significado del inglés, esto es, Price Earning Ratio o relación Precio-Beneficio. Es decir, se usa para medir la relación entre el precio al que cotiza una acción y los beneficios que obtiene año tras año o dicho con más propiedad, beneficios que se esperan que tenga, esa acción de seguir las condiciones más o menos estables.
Por lo tanto, el PER mide el número de años que el beneficio de una empresa está contenido en su precio, o lo que es lo mismo, cuántos años de beneficios de la compañía necesitaríamos para recuperar el dinero invertido en la compra de la acción y por lo tanto se utiliza para determinar si una acción está cara o barata en un momento determinado.
Pongamos un ejemplo, una acción cotiza a 200 euros y con un beneficio anual por acción de 10 euros, tendrá un PER 20, que significa que si todos los años ofreciese 10 euros de ganancia, tardaríamos 20 años en recuperar nuestro dinero, por lo que si compramos esa acción estamos esperando un rendimiento medio anual del 5%.
Así pues vayamos a la Bolsa de compra y no me refiero a la bolsa del súper de la esquina, sino a la bolsa de valores. La eléctrica ABC SA tiene un PER 20, como hemos supuesto en nuestro ejemplo, por lo que de mantenerse unos beneficios durante los próximos 20 años, esperamos una rentabilidad del 5% y nuestra pregunta del millón de caramelos es la siguiente: ¿La acción de ABC SA está cara o barata?. Pues depende, como dice la canción.
¿De qué depende? Dejemos la canción y veamos de qué depende. Si tenemos otra acción DEF SA que tiene un PER 15 y nos ofrece la misma seguridad, bajo nuestro punto de vista que la acción anterior, pues entonces ABC SA está cara y nos iremos a por la acción DEF SA del PER 15, pero en el mundo de la inversión hay más productos aparte de las acciones, por lo que supongamos que en esas fechas los bonos soberanos están al 5%, pues evidentemente entre invertir en una acción esperando sacar un 5% o un bono que nos produzca un 5%, siempre será más lógico que nos decidamos por el bono al gozar de más seguridad.
Hasta aquí estamos describiendo el mecanismo lógico que siempre aplicaron todos los inversores, por lo que siempre se ha sabido que cuando los bonos subían las bolsas bajaban ya que es lógico que los inversores nos replanteemos irnos a lo más seguro en igualdad de rendimiento esperado, e incluso con algo menos de rendimiento.
Pero lo que parece muy sencillo de explicar y aplicar se enfrenta a un problema irresoluble, como es la falta de referencia de los rendimientos de los bonos, esto es, si los bonos se quedan en casi 0 o incluso negativos, como está pasando actualmente, entonces ¿cuál es el PER al que la bolsa empieza a ser cara?, pues no me vale que me digan los PER de un determinado índice, o sea de sus subyacentes, están en 28 cuando en otras ocasiones cuando han llegado a 22 se han producido fuertes correcciones. Esto está incompleto, pues me tienen que decir cuando llegaron los PER a 22 a cuanto estaban los bonos, para tener una referencia homogénea, pues es sabido que datos homogéneos se pueden comparar, pero si los datos no son homogéneos es imposible la comparación, o sea no tiene sentido comparar el chocolate con una pelota.
Concretemos más, os dejo el grafico de la Bolsa de Tokyo de los últimos 35 años en grafico de periodos trimestrales para que se vea con más calidad el grafico.
El significado de las velas, sogas y chivas del grafico anterior, lo podéis encontrar en nuestra página web y en las diapositivas de los webinarios que hemos impartido.
Fijaros que estuvo a tiro de piedra de alcanzar los 40.000 puntos, y recuerdo que por aquellos entonces se publicaba en la prensa la noticia de que la llegada del índice a 40.000 era inminente, pues todas las explicaciones llevaban a que la Bolsa de Tokyo estaba barata y consecuentemente superaría el nivel 40.000 y fijaros los años que han pasado y los niveles por donde ha transitado y por donde se encuentra todavía.
Pero no perdamos el norte que estamos hablando del PER y de lo que pasa cuando pierde su referencia. Es claro que el Banco de Japón inició una política monetaria de tirar los intereses por los suelos, que es lo mismo que hizo descaradamente la FED en la crisis del 2008 y ante la falta de provocar la inflación de los bienes y servicios corrientes, que ya vieron que no sería posible, lo que se propuso era provocar la inflación de activos, y lo vienen consiguiendo muy eficazmente, como ya había hecho anteriormente el Banco de Japón y donde ahora en pleno 2020 nos están metiendo todos los Bancos Centrales ya sin pudor alguno y a cara descubierta.
Así pues, esto provoca que veamos que los bonos de Suiza a 50 años están negativos, los de Alemania, Austria, Holanda, etc a muchos años también están negativos, etc, etc, por lo que mi nueva pregunta del millón de caramelos es en que nos podemos basar para decir que un PER 25 es caro, simplemente porque lo fue en otra época anterior en que los bonos estaban al 5%. Para mí, no es válida la referencia, pues hasta que no veamos el final del ciclo no tenemos nada sólido para establecer si un PER 30, 40 ó 50, en estos momentos es caro o barato.
Aquí es donde entran en valor los sistemas de detección de cambios de tendencias, sea el LUMAGA SYSTEM, como cualquier otro de los muchos que existen en todo el mundo, ya que a la tardanza en conocer los datos fundamentales de los valores se une está orfandad respecto a los PER, que siempre tuvieron una gran aceptación, incluso cuando apenas se usaban los gráficos y los chartistas cabíamos en un taxi y sobraban plazas.
Si descendemos a lo que ha acontecido esta semana a punto de cerrar, vemos que nos faltan referencias, lo que unido al imprevisible bicho y a las manipulaciones interesadas que es la pimienta de las Bolsas, nos encontramos con subidas de más del 2% y días después o días antes con bajadas de más del 2% a las que nos estamos acostumbrando, algo así como en los países en los que tiembla la tierra todos los días que solo se asustan cuando hay un movimiento de envergadura con fuerte destrucción de carreteras y edificios, y muchos muertos y heridos.
Relacionado con el tema de este artículo, la semana siguiente tenemos idea de explicar la falta de inflación a pesar del gobierno, y aunque algo ya podéis suponer por lo explicado en este artículo, pero queda mucho por contar.
Y hablando de temas humanos, ya sabéis que el bicho se ha puesto un bañador fresquito y está dispuesto a pasar el verano con nosotros, y los que estamos un poco fastidiados somos nosotros con las mascarillas, que cuando lleguen los 44º a la sombra nos vamos a asfixiar, por lo que una semana más, desde www.zonadebolsa.es os deseamos que estéis bien de salud, así como vuestras familias. Cuidaros.
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Nuestro lema sigue siendo: Las Bolsas son impredecibles, pero no anárquicas