La niña está embarazada.

7 de julio, 2015 11
Treinta años de experiencia en los mercados y unos cincuenta como futbolista tipo Sarabia, Bernd Schuster o Xavi Hernández. Después de colgar... [+ info]
Treinta años de experiencia en los mercados y unos... [+ info]

01c2f6dbb9c04d22b6ff0c0acb3a03abaf27bf46

Esta tarde he leído este excelente artículo de Monserrat Domínguez.

  No obstante lo cual, voy a intentar descubrirle otra cara al prisma:
la niña está embarazada.

  Dicen lo mismo los tres predictor que hay en el suelo del baño. Podemos estar todos
con ella, escucharla, acompañarla, comprenderla y mimarla sin fin a la vez que apretamos los
puños con toda nuestras fuerzas y abrazados a ella negamos todos a una el hecho
de que alguien se ha estado calzando a la niña. Podemos, incluso, convocar un
referéndum al respecto en el que solo participen la niña, sus padres, Tsipras y 
Pablo Iglesias. Todos juntos, todo el amor, todo el cariño, toda la compañía, toda la comprensión;
pero su vientre se está hinchando. Su vientre se está hinchando y en el menú de opciones por donde 
navegamos desde hace ya tiempo no terminamos de encontrar icono alguno que
vaya acompañado de la palabra "abortar". La semana pasada a algunos europeos les
echaron un referéndum como se echa un hueso a un perro famélico. Les preguntaron
si les gustaría abolir el desamor, la soledad, el dolor, la ignorancia, la enfermedad,
el sufrimiento o la austeridad. La misma pregunta que después del truco del 
hueso les hacen periódicamente en Andalucía.

  Ya sabemos cómo ciegan las emociones. Y sabemos también que en los casos de
ceguera emocional lo que primero nos devuelve la luz cuando volvemos a la misma es
un instante infernal en el que cuadramos a fuerza de golpes, sudores y escalofríos
todo aquello con lo que quizás hasta ese momento no habíamos sido capaces
de enfrentarnos. Un título podría ser "La vida tenía un precio". A diferencia de los
alemanes, finlandeses, portugueses, suecos, italianos, irlandeses, franceses,
españoles... los griegos fueron los únicos europeos que, habiendo visto ya lo que habían
visto desde lustros atrás, tomaron la decisión de cambiar a un Zapatero por otro.
( Cuentan que el anterior Zapatero griego se quiso pasar de listo ¡ qué raro ! y
que aprovechó los primeros brotes de las medidas que Grecia se había
comprometido a aplicar con sus socios continentales para anticipar las 
elecciones a lo Artur Mas y Susana Díaz. "En busca de la mayoría absoluta con la
cabeza perdida", dicen. El resultado es el que conocen: los griegos continúan
con otro Zapatero, los catalanes siguen con el mismo Zapatero y al Zapater@ de guardia
en Andalucía le sigue valiendo el mismo hueso de siempre.) Por lo que, a diferencia de lo
sucedido en el resto de Europa hace ya unos años, los actuales moradores de la
otrora fértil tierra de filósofos, no consiguieron otra cosa sino fortalecer la
tendencia yonky en la que ininterrumpidamente -- ¡ como en Andalucía, qué casualidad ¡ --
llevan instalados desde hace no pocas décadas. 

   Y una vez metidos en estas, hace ya por lo menos un par de fines de semana que
los clásicos que habitaban esas mismas tierras, dejaron
escrito sin falta de detalle lo que suele suceder cuando un país -- por las 
circunstancias que sean -- termina encadenando períodos de gobierno y gobernantes
que, como el necio, no saben distinguir entre valor y precio: que enseguida 
llega un momento en el que a los devenidos ya en súbditos les desaparece de la memoria 
por falta de uso cualquier vivencia alguna que llevarse a la boca a la que poder asociar 
palabras como "humildad", "trabajo", "determinación", "responsabilidad", "inteligencia",
"cojones"... Les comprendamos o no, les mimemos o no, les hagamos un puto caso o no, los
griegos han decidido ya atrasarse a la puta edad del hueso. Buena suerte entonces y ya
nos contaréis. 
 


Usuarios a los que les gusta este artículo:

Este artículo tiene 11 comentarios
antiguo usuario
Mi "me gusta" se dirije exclusivamente hacia el comentario de Ricardo Tortajada.

Por contra, el de Montserrat Domínguez me ha parecido sosaina y blandiblub. No tengo el gusto de conocerla, ni de seguirla, y lo siguiente (por consiguiente) es una simplificación, pero parecía propio de quien comulga todas las mañanas con una buena dosis de pensamiento-alicia. A veces tengo la sensación de que hay muchos autores que no se han percatado de que la era de acuario pasó hace ya la torta de años. Me estoy haciendo mayor (me acuerdo de la era de acuario).
08/07/2015 10:28
Gracias, Antonio.
La verdad es que lo del calificativo de excelente me salió más por el continente que por el contenido. Aunque, conociendo el paño del Grupo Prisa en el que trabaja, y su pertenencia a lo que yo denomino universo MundoBambi, también me sorprendió gratamente por algún matiz que se sale de la media. Pero formalmente, de estilo, me parece muy bueno.
Por otra parte, imagino que sería también agradecimiento porque enseguida vi por contraste el armazón del artículo que al rato me puse a escribir. S2.
08/07/2015 10:49
antiguo usuario
De nada Ricardo,
Reconozco que algún matiz tiene ese artículo de M.G., pero definitivamente en sus conclusiones asoma el pelo de la (su) dehesa. ... Por lo que, no puedo indultarla, ... me supera: su artículo es 'otro más' del tipo "viva la gente, ... la hay donde quiera que vas".

Además, estoy en plena campaña contra el consumo excesivo de azucar, y desaconsejo consumirla siquiera en formato legible. Ese título "No sin Grecia" (que es com una declaración de amor al neoplasma) ... esa expresión sobre una victoria a-pírrica de todos los europeos sobre las políticas de la Santa Austeridad ..., ¡¡¡Por favor!!!, .... ¿Hay un médico entre la audiencia? ... hay riesgo cierto de que nos visite el griego Diabetes!!!

Por contra, lo de tu embarazada sí que era una imagen con garra, lo mismo que la identificación de la época que les ha tocado vivir "la edad del hueso". Un acierto.
08/07/2015 11:25
antiguo usuario
Oku doky ... Richard,
Que tengas um buen día. Suerte con tus Mapfres y ...
... Vigilad los niveles de azucar!!
08/07/2015 12:07
Escriba un nuevo comentario

Identifíquese ó regístrese para comentar el artículo.