Como diría Cesar Vidal en sus buenos tiempos, corría el año 2009 en su segundo trimestre cuando el PIB norteamericano marcaba un pesimista -4,1 % de contracción que a la postre fue el suelo de la crisis en los Estados Unidos en cuanto a pérdida de PIB.
No obstante la renta variable en general y especialmente el bono de alto rendimiento, llamado también bono basura, alertaban durante ese segundo trimestre de que el suelo de la crisis podía estar finiquitado con unas velas trimestrales envolventes alcistas.
Con más fuerza se vió la envolvente del bono de alto rendimiento.
Efectivamente no se equivocaban. Desde el punto de vista anual el PIB americano está en crecimiento desde 2010 si bien la desaceleración de la contracción fue patente desde el tercer trimestre de 2009 y las bolsas de todo el mundo ya lo notaron.
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Pero todo esto es historia y lo que que importa es el rabioso presente. Después de una desaceleración en 2015 y en la primera parte de 2016 que no llego a mayores, el PIB parece repuntar en el tercer trimestre de 2016.
La renta variable así lo corrobora, también en el cuarto trimestre y de manera abrumadora.
¿Pero que dice el gráfico del bono basura?
Por lo pronto desde el segundo trimestre de 2013 se desmarcó de la renta variable y hoy sigue desmarcado, en su día hablé de ello (link). A mi juicio esta divergencia no se tiene que tomar a la ligera, ya se vieron los problemas posteriores de las bolsas en octubre de 2014. agosto de 2015 y enero de 2016 que hicieron daño a los inversores tendenciales. Falta por ver que sustos nos deparará 2017 si seguimos en esta divergencia.
En el pasado estas divergencias también han ocurrido en la parte alta de los gráficos con fatales consecuencias para la renta variable como señalaba el autor del gráfico a finales de 2015.
En segundo lugar mientras la vela trimestral del S&P 500 del último trimestre del año en curso es espectacular, la vela del bono basura refleja dudas en forma de un doji libélula, aunque es alcista por su estructura dada la gran mecha inferior, al fin y al cabo sigue siendo un doji después de tres velas alcistas.
Esta vela trimestral podría venir a decir que está muy bien la euforia Donald Trump de cara a 2017, que las perspectivas económicas son aparentemente buenas y continuistas de la última parte de 2016 pero que el bono no se fía en absoluto.