En las últimas dos semanas hemos visto como los principales bonos soberanos disparaban su rentabilidad. El T-Note americano (bono soberano a 10 años) ha ascendido un 0,17% hasta alcanzar los 2,449%, máximo del último año, mientras que su homólogo europeo, el bund alemán, ha ascendido un 0,33%, hasta rozar casi el 1%, como vemos en los siguientes gráficos:
El dicho dice que “si EEUU estornuda, el mundo se resfría”. Pues bien, esto parece cumplirse si tenemos en cuenta que la economía americana está presentando buenos datos macroeconómicos, como son que el crecimiento de su PIB en el primer trimestre de 2015 ha sido un 0,1% mayor que el último de 2014; las ventas al por menor suben al 1,2% en mayo o que se genera inflación, ya que los precios de producción repuntan un 0,5% en mayo, que fue más de lo que se esperaba. Todo esto sumado al fin del programa de compra de activos que inundaba de liquidez el mercado, o más conocido como tappering.
La situación en la que estamos es que las bolsas americanas están en máximos históricos (S&P por encima de los 2000 puntos, Nasdaq por encima de los 5000, y DJIA que ha estado por encima de los 18.000 puntos). Probablemente en unos meses la FED subirá tipos de interés para evitar procesos inflacionistas futuros cumpliendo con su objetivo de estabilidad de precios. Parece que el mercado está descontando que la subida se producirá a finales de año con las subidas de rentabilidades de los bonos. Sin embargo, el mercado bursátil estadounidense permanecerá previsiblemente lateral todo este año a la espera de acontecimientos. La subida de tipos exige un correcto ajuste en cuanto a tiempo y forma, ya que si se anticipara podría provocar la vuelta a la debilidad del crecimiento.
En el escenario actual, tenemos que las bolsas estadounidenses llevan alcistas desde 2009. Es el periodo más tranquilo en cuanto a política monetaria de la FED se refiere, tras de la Segunda Guerra Mundial, ya que no han modificado sus tipos de interés en los últimos 7 años, manteniéndolos en el rango del 0%-0,25%. Nos gustaría puntualizar que pueden existir ciertas similitudes con el año de 1987, donde una subida de tipos causó una caída del 30% en le DJIA en unos meses, siendo el mes de octubre el más crítico con una caída del 20%. En la actualidad se puede prever un recorte de calado si atendemos a la caída del precio de los bonos (12% desde finales de enero). Recordar que la rentabilidad se mueve en sentido contrato al precio de los bonos.
Con los niveles actuales de las bolsas americanas, tenemos que desde febrero de 2009 el S&P 500 se ha revalorizado un 185%, y una corrección por subida de tipos podría tirar este índice unos 500 puntos. Por su parte, el Dow Jones se ha revalorizado un 170% desde la misma fecha, y su retroceso sería en torno a los 4200 puntos. El índice que más ha crecido ha sido el Nasdaq Composite, que se ha revalorizado un 250%, y en el que una caída del 30% implicaría un descenso de 1500 puntos.
En cuanto a la divisa, tenemos el EUR/USD en el entorno de los 1,125, y la subida de tipos que se producirá presumiblemente antes en EEUU que en Europa, hará que los capitales se muevan hacia ese último país, por lo que el dólar se seguirá apreciando. El consenso de mercado habla de que pueda darse la paridad en el 2016.
Desde Aspain 11 Asesores Financieros EAFI estamos muy atentos a los niveles de los principales índices por si tuviéramos que adoptar alguna decisión de inversión, vigilando muy de cerca los 2040 puntos de soporte del S&P 500. Las presiones aumentan cuando la caída del precio de los bonos no se traduce en caída del mercado de valores. Cuanto más se sostenga esto, más rápida se dará la corrección. Cabe decir que las bolsas europeas no están tan “sobrevaloradas” (si nos permiten la expresión) como la americana, ya que la crisis de deuda griega del año 2012 y que continúa en la actualidad, hace que el crecimiento de nuestras bolsas haya sido más lento.
Por su parte, la bolsa española ha roto en el día de hoy el soporte de los 10.900 puntos, con caídas generalizadas de bolsas europeas, que se dan por la falta de acuerdo de Grecia con el FMI y sus socios europeos. Veremos cómo termina todo esto y cómo afecta a las bolsas en las próximas semanas. Por nuestra parte les iremos informando puntualmente tomando las medidas necesarias protegiendo los intereses de todos nuestros clientes.