No se ha hablado mucho de ello, pero el miércoles se publicó el libro Beige de la FED. A pesar de las incertidumbres actuales y la corrección de los mercados de renta variable, los miembros de la FED mantienen expectativas bastante optimistas sobre la evolución de la principal economía del mundo. El documento, que proporciona una evaluación de la economía detallada por los doce bancos centrales estadounidenses con información recopilada antes del pasado 9 de abril, señala que la actividad económica del país continuó expandiéndose a un ritmo de crecimiento de "modesto a moderado".
Los principales motores son el consumo minorista, sector inmobiliario y transporte. El gasto del consumidor aumentó en la mayoría de los distritos, con aumentos importantes en el sector minorista y en turismo. La actividad manufacturera aumentó moderadamente y la demanda de servicios no financieros fue "sólida". La construcción residencial y la actividad inmobiliaria se expandieron aún más que en las ediciones anteriores de este documento. La demanda de crédito repuntó y la actividad inmobiliaria y de construcción comercial vieron mejoras. La nota negativa es que varios sectores, como el manufacturero, el de la agricultura o el del transporte, expresaron su preocupación sobre los aranceles recientemente impuestos y otros propuestos.
Pero quizás lo que más está moviendo al mercado desde la publicación del documento son las referencias al mercado laboral. El mercado laboral se mantuvo "estrecho", lo que restringió en algunos distritos la creación de empleo. Según los encuestados, las dificultades para encontrar candidatos cualificados en una amplia gama de industrias y niveles de habilidades continúan. La escasez de mano de obra fue más frecuente en puestos de alta cualificación como en ingeniería, en tecnologías de la información o en atención médica. Para responder a la escasez de mano de obra, las empresas optaron por elevar sueldos o aumentar el uso de horas extras, entre otras medidas. En este sentido, las presiones salariales ascendentes "persistieron", pero en general no aumentaron.
La economía norteamericana sigue creciendo por tanto a buen ritmo y con una tasa de desempleo del 4.1% el mercado vuelve a descontar que el aumento de salarios seguirá creciendo, sobre todo tras el ahorro fiscal que supondrá la reforma de Trump tanto a empresas como a particulares. Así, en las dos últimas sesiones de nuevo se está produciendo un fuerte repunte de las rentabilidades de los bonos del Gobierno de Estados Unidos. En el siguiente gráfico vemos que no sólo se está produciendo en los bonos de corto plazo, sino que también los bonos a 5, 10 y 30 años la rentabilidad repunta con claridad (aunque más suave).
En cuanto al número de subidas de tipos, aunque el escenario más probable sigue siendo de dos subidas adicionales (línea amarilla) en lo que queda de año (tres en el total anual), aumenta las últimas semanas claramente la probabilidad de tres subidas adicionales (línea azul) o incluso cuatro más (línea naranja). Baja notablemente la probabilidad de una sola subida adicional (línea morada).
En Europa, los bonos se han contagiado rápidamente del movimiento de los norteamericanos. El Bund (bono a 10 años alemán) rebotó ayer con fuerza en la zona de soporte que advertíamos esta misma semana.
En menor medida, también se ha girado al alza la rentabilidad de los bonos del Tesoro español en todos los plazos, según se aprecia en el siguiente gráfico.
Ahora queda por ver si la "salida de fondos" de activos de deuda pública es considerada por el mercado de forma positiva o negativa. Si venden bonos refugio, el dinero puede quedarse en liquidez, como ocurrió en febrero (en las caídas de las primeras semanas, los inversores vendían todo tipo de activos para refugiarse en liquidez), o si por el contrario, el dinero sale del activo refugio para ir a activos de riesgo. Como vemos en el gráfico del Eurostoxx, la renta variable europea de momento sigue en la misma situación de "verlas venir". Ni consolida la ruptura de la resistencia de esta semana ni tampoco corrige perdiendo la resistencia superada (trampa alcista).
Quizás sea una vez más el Dólar-Yen el activo que nos sirva de indicador de "apetito por el riesgo". De momento hoy cotiza en máximos de las últimas jornadas, lo que es muy positivo para los activos de riesgo.
Si consigue superar la zona actual o incluso el nivel de 108 yenes por dólar, será más factible que las salidas de renta fija busquen acomodo en activos de riesgo como la renta variable. También entendemos que los inversores prefieren que la temporada de resultados empresariales avance más para comprobar que efectivamente los recientes focos de incertidumbre no han afectado a los balances y expectativas de negocio de las empresas cotizadas.
El artículo original se encuentra en el Blog de Unicorp Patrimonio S.V.
(http://blog.unicorppatrimonio....)