Hoy toca comentar un artículo publicado en El Confidencial por Nemesio Fernández Cuesta: Argentina. El tango interminable . Un excelente artículo para conocer el origen de la situación económica de Argentina.
El déficit fiscal del país es clave. En 123 años, Argentina ha presentando déficit en 113. Y cuando no lo hubo, entre 2003 y 2008, los superávits se produjeron gracias a la fuerte devaluación de 2002 y al impago de la deuda externa por decisión unilateral de Néstor Kirchner.
El déficit se ha financiado con deuda externa o imprimiendo billetes, dando lugar a una inflación galopante, predominando la dominancia fiscal sobre la monetaria, que este año se estima se situará en el 185%, que a su vez da lugar a una depreciación de la divisa.
Argentina ha luchado tradicionalmente contra la inflación a través del control de precios, además de regular la exportación a través de impuestos a esta para facilitar satisfacer el mercado doméstico, siendo el resultado la reducción de la inversión en los sectores afectados
Lo que a su vez conduce a la escasez y a un aumento de las importaciones para satisfacer la demanda, lo que a su vez da lugar a un saldo exterior negativo que dificulta la financiación exterior. Y la solución encontrada por los gobiernos no ha contemplado la liberalización, sino a mantener la intervención y establecer un sistema de subsidios que contribuya a mejorar las tasas de retorno de una inversión empresarial limitada por la intervención de precios. El resultado ha sido más déficit, más impresión de billetes, y más inflación, equivalente a un impuesto
El resumen es que Argentina necesita una consolidación fiscal y cambios estructurales, que pasarán por reducir pensiones y subsidios, ya que subir impuestos será complicado dado el incremento efectuado hasta ahora a través de la no deflactación de las bases, disparando la presión fiscal
Milei ha hablado de privatizar empresas, lo que generará ingresos. La cuestión es como se emplearán esos ingresos. F Cuesta indica que esto solo supone un alivio temporal, pero parece que estas privatizaciones tienen como objeto obtener divisas para dolarizar la economía.
En cualquier caso, destacar ciertas similitudes entre la economía argentina y la española de hoy. Afortunadamente no tenemos soberanía monetaria para que se produzca una dominancia fiscal, pero el gasto imprudente del ejecutivo puede pasar factura en el futuro
Un gasto imprudente con visión en el corto plazo y clientelismo político. Unas pensiones que no nos podemos permitir mientras se intenta resolver los fracasos de la política económica a través de subsidios, como el ingreso mínimo vital o SMI, perjudicando este último la actividad empresarial
Y todo ello acompañado de medidas que incrementan la presión fiscal, principalmente, de modo similar a Argentina, a través de la no deflactación de tarifas, que ha dado lugar al mayor incremento de presión fiscal de la UE, como ha indicado JR Rallo.
A lo que se sumarán impuestos que deberían ser anticonstitucionales por confiscatorios, tanto a particulares como el impuesto a las grandes fortunas, como a ciertos sectores en base aunos presuntos windfall profits, pero olvidando los windfall taxes de Hacienda.
Unas medidas que retraeran la inversión en España, como ya han anunciado Repsol o Endesa, y que puede provocar la deslocalización empresarial con sus repercusiones sobre el PIB, el empleo, y los ingresos públicos. En definitiva, más pobreza.