El debate estrella en los últimos meses está centrado en intentar adivinar cuándo tendrá lugar la próxima recesión, algo que no debería extrañarnos habida cuenta de que nos encontramos en el segundo ciclo económico expansivo más largo de la historia. El progresivo aplanamiento de la curva de tipos de interés, uno de las señalas más claras para identificar una recesión, ha contribuido a aumentar el debate. Sin embargo, existen otros indicadores que muestran que las posibilidades de asistir a una recesión en los próximos meses es escasa.
Uno de estos datos es el que muestra la confianza de los CEOs de las empresas. Como podemos apreciar en el gráfico inferior, típicamente desciende con fuerza antes de que la economía entre en un período recesivo. En la actualidad, este indicador se mantiene cerca de máximos del último ciclo económico, lo que sugiere que estamos lejos de una recesión a corto plazo.
(Fuente: MacroOps)
Sin embargo, a pesar de la buena salud que muestra este indicador, la cautela siempre es buena consejera, ya que tal y como ha apuntado recientemente Hugo Ferrer, existen ciertos indicios que señalan que el fin del ciclo económico en Estados Unidos, como el creciente impago de créditos y préstamos, la ralentización del sector inmobiliario o el fuerte optimismo de los consumidores (suele ser una señal "contrarian" de final de ciclo).