Cuando llegó la Gran Depresión de los primeros años 30 del siglo pasado, los técnicos de aquella época se dieron cuenta de que aplicar las viejas recetas económicas no daban resultado a corto plazo, pues era cierto que, si bien la economía tiende a volver a equilibrarse, pero esto no nos resuelve lo mas inmediato, el día a día, y la gente tiene que seguir viviendo. Sin entrar a profundizar en las teorías de Keynes, que por cierto no comparto, no por su contenido teórico, sino porque ha servido de excusa o justificación para interpretaciones de política económica bastante demagógicas. Solo añadir que a este señor se le atribuye la frase de que “a largo plazo todos calvos”.
Pero entremos en la actualidad, y no es la primera vez que me refiero a la inflación o estanflación y ya he dicho en más de una ocasión que la han provocado a drede los Bancos Centrales, pues después de grandes acontecimientos desgraciados, como las Guerras Mundiales, donde el crecimiento de la deuda pública crecía en exceso para poder financiar estas guerras, siempre se ha hecho lo mismo, provocar un proceso inflacionista de dos dígitos y así la deuda se limpiaba sola, o dicho de otro modo siempre ha sido pagada por las clases más bajas que tienen comparativamente más liquidez y menos inversiones. Y en esta ocasión, con la pandemia de por medio, lo han buscado descaradamente, entre otras cosas porque los gobiernos, que han sido los principales emisores de la deuda que han recogido los Banco Centrales, en lugar de dedicar el dinero a incrementar la demanda agregada, según las pautas keynesianas, vía fomento de obras públicas por ejemplo, y en estos tiempos también podría haber sido en investigación e innovación, pero han hecho todo lo contrario, o sea, dedicar el dinero a gastos improductivos.
Para no salir al extranjero, miremos por casa, a nuestro alrededor y nos podemos fijar en las aplicaciones de la deuda, empezando por la compra del silencio de las televisiones y demás prensa “libre”, el mínimo social o vital, la subida de pensiones con el IPC, sobre todo las no contributivas, la subida de funcionarios en retribuciones y en número de ellos, el disfrute de los periodos de maternidad cada vez mayores y de paternidad, la recogida continua de pateras de inmigrantes, la contratación de personal sanitario para no molestar a los titulares actuales veteranos que siguen desaparecidos, etc, etc.
En resumen no han fomentado para nada la mayor utilización de la capacidad productiva excedente, como propugnaba Keynes, sino todo lo contrario, política económica de pesebres infinitos y ahora se ponen a temblar porque van a subir los intereses en 25 pb, cuando esa subida es imperceptible para lo que se necesita, si de verdad quieren acabar con la inflación, que ya digo desde el principio que no quieren, porque la han fabricado ellos sabiendo lo que hacían, porque si no sabían lo que hacían es para llevarlos a la cárcel por incompetentes.
Pero desde zonadebolsa.es no nos dedicamos a teorizar por teorizar, sino todo lo contrario, lo que nos interesa y buscamos, como revista de divulgación de temas de inversión, es que lo poco teórico que explicamos nos sirva de ayuda en las inversiones, a nosotros y a todos nuestros suscriptores, y ya sabéis que nuestro sistema de detección de cambio de tendencia bautizado hace 6 años como LUMAGA SYSTEM, nunca trata de predecir el comportamiento de las Bolsas, lejos de nuestras ideas predecir, según tenemos explicado en nuestros webinarios que hemos realizado a lo largo de estos últimos años, pues según la primera parte de nuestro lema “son impredecibles”, sino que en aplicación de la segunda parte de nuestro lema “no son anárquicas”.
Esta afirmación de “no son anárquicas” es muy importante para nosotros y para cualquier inversor de fondos de inversión o planes de pensiones, que suele ser un inversor de largo plazo. El problema que se encuentra el inversor de largo plazo es que, tras una entrada acertada en un momento dado en el fondo de inversión mobiliaria, llamémosle LMG Fim de renta variable, después de haber cogido un buen rendimiento, supongamos del 50% y me quedo corto, pues el ARKK en el 2021 pasó del 150%, pues bien, decíamos que tiene el problema de salir o no salir de este fondo, porque a continuación puede venir una caída importante que se coma toda la ganancia anterior, como le ha pasado a ARKK, con valores que han caído más del 80% y de lo que parece que doña Cathi Woord si hubiera sido suscriptora nuestra, por muy poco dinero, podría haber evitado y no que por hacer el Don Tancredo, lleva perdidos más de 20.000 millones de dólares. Por cierto, que porque no tengo su contacto, que si no le regalaba una suscripción gratuita a doña Cathi, para que defienda mejor el dinero de sus clientes.
La afirmación de “no son anárquicas” es la base o los cimientos de todos los sistemas de detección de cambios de tendencia, empezando por el nuestro (Lumaga System) y acabando por cualquiera otro que cada uno conozca, sea más sencillo o más complicado, pues hay cientos y miles de sistemas que tratando de interpretar los movimientos de los diferentes índices y valores para salir o entrar cuanto antes a un valor o a un mercado vía fondos.
Una vez que hayamos entendido esto, ya nos da igual las explicaciones de la inflación o estanflación que nos de don Jerónimo Powell (abogado y político) o doña Cristina Lagarde (abogada y política) personajes de los que no se les conoce ninguna aportación ni teórica ni practica a la economía, ni de su casa, de ni ningún país.
Por lo que, resumiendo, lo aquí expuesto, si entendemos que las bolsas no son anárquicas, sino que existen pautas que, conociéndolas, estudiándolas y aplicándolas, nos permiten entrar y salir, si no en los puntos cumbres o valles, si muy cerca, lo que nos permite bajarnos de la bolsa consolidar nuestras guanacias y cuando vuelva a subir ya volveremos a entrar.
Por lo tanto, nuestro lema sigue siendo: Las Bolsas son impredecibles, pero no anárquicas.
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