Enrique Zurita me hace un comentario muy acertado en "Alumnos aventajados", al cual respondo desde mi punto de vista, que no es exactamente contrario al suyo.
Bueno, habría que hablar largo y tendido de esto, aunque por supuesto lo que digo en mi texto es una butade. Pero no es verdad que, como Keynes (que fue un gran jugador de Bolsa) el resultado de La Bolsa es racional, aunque los jugadores creen que lo es. Pero adolecen de la Falacia de la Composición, que es pensar que porque cada uno es racional, el resultado conjunto lo es.
Grandes crisis bursátiles demuestran que el resultado para el conjunto no tiene nada que ver con la quedo racuonalidad de los jugadores.
No tengo ningún reparo moral que oponer a jugar en Bolsa, pero La Bolsa SÍ es un casino. Lo decía Keynes. Es imposible predecir racionalmente el resultado. Y la valoración objetiva de un acción -si es que tal cosa existe - puede que no se dé única en la realidad más que por fugaces momentos, arrastrado conocí lo es por los movimientos generales.
La Bolsa no se rige por lo que cree cada uno que vale un título o conjunto de ellos, sino por lo que los demás piensan que van a pensar los demás lo que vale o valen. Como decía Keynes, es como un concurso de un periódico sobre cuál es la chica más guapa de una serie de fotos. El premio es jugoso. Por ende, cada uno no votará a la que le gusta más, sino a la que creen que los demás votarán. Desde ese momento, se introduce un sesgo que anula las cábalas más o menos justificadas que han hecho los técnicos y chartistas.
Pero eso sí, hay gente que sale de La Bolsa ganando dinero. Eso no está en contradicción con lo que digo. Otros pierden, quizás la mayoría. Que nadie ose atribuirse el mérito, ha sido suerte o mala suerte. Lo demás es engreimiento, como explica muy bien Taleb en "El Cisne Negro".
E idem para cualquier tipo de activo susceptible de especularse con él.
Keynes decía que no le gustaban nada las fluctuaciones de los mercados totalmente irracionales, pero que cerrar La Bolsa sería un error porque restaría una cualidad a los títulos que son necesarios para la inversión, que es la liquidez, es decir, la posibilidad de venderlos en cualquier momento. En efecto, si cerráramos las bolsas, tener una acción o millones sería un riesgo de liquidez costosisimo de compensar o cubrir con otra operación financiera. Por lo que casi nadie invertiría. No se trata de cerrar. Se trata de imponer medidas reguladoras que amortigüen riesgos sistemicos, "Cisnes Negros" en los que todos pierden un gran patrimonio y dejan una situación de grandes endeudamientos cuyos activos que financian se han derrumbado. Lo que pasó en 1933,..., 2008, etc, etc.
Lo irónico es que nos hemos colocado en una situación similar a la de 2007, con bolsas enormemente revaluadas, con deudas que no han bajado nada, sino que han subido. La ironía es que la inversión real no ha subido. No deja de ser una situación absurda... y peligrosa.
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