Esta es una breve entrada que hace referencia a un artículo de JG Jorrín en El Confidencial: El drama de la inversión pública en España la I+D se recortó un 19% en la última década , que toca un tema que considero esencial.
El artículo incide en uno de los principales problemas que explican porque España está como está. Aunque creo que el tema requiere muchas matizaciones.
Una medida adecuada es medir el gasto en I+D por habitante y no como % de PIB, aunque en ambos casos expresan el esfuerzo del país en I+D, índice que debería ser comparado en paridad de poder adquisitivo. En cualquier caso, es una medida del esfuerzo, y los países avanzan por la cantidad de recursos invertidos, motivo por el que los grandes tienen mayores probabilidades de desarrollo.
Además, el presupuesto nacional en I+D no implica necesariamente que se ejecute, cuando además el gasto puede ser clasificado como financiero y no financiero, siendo este último el que realmente importa.
Al mismo tiempo que el volumen de inversión no es el único factor a evaluar. La eficiencia de la inversión es esencial, que puede ser medida por ejemplo por el número y calidad de patentes o publicaciones científicas.
Por otra parte, cabe mencionar también la importancia de la inversión en I+D privada, que debería ser mayor que la pública. Esta es mayor en empresas grandes y en entornos competitivos, y nuestro sistema desincentiva el crecimiento empresarial y la competitividad.
Y en cuanto a la caída del volumen de inversión, una explicación podría proceder de los ajustes presupuestarios necesarios, que han priorizado el gasto social y el clientelismo político sobre el futuro del país, lo que sin embargo no ha evitado incrementar la deuda.
Situación triste, ya que equivale a ignorar que el futuro de un país radica en su productividad y competitividad, que repercute sobre la sociedad y las siguientes generaciones. De tal forma que reducir esa inversión podría llegar a considerarse un acto de insolidaridad intergeneracional.
Asimismo, esta situación ha dado lugar a una mayor dependencia de la inversión extranjera, que ha propiciado ayudas para mantenimiento de empleo con las amenazas constantes de deslocalizarse. En resumen, todo un éxito de nuestra política.
Para los interesados, hace tiempo publiqué algo al respecto: https://golpedefecto.blogspot.com/2020/03/competitividad-de-la-economia-espanola.html