Mucha gente se está perdiendo la extensión de mercado alcista (y veremos hasta dónde dura), a pesar de que técnicamente no hay (de lejos) ninguna figura de techo confirmada en el mercado USA (el más importante), y tampoco en el mercado europeo a pesar de la gran debilidad que muestra durante estos años. De hecho hay que destacar que esta debilidad en los índices europeos esconde una disparidad significativa, tanto a nivel sectorial como geográfica. De todos es sabido que los índices periféricos europeos van mucho peor que el DAX germano, pero lo que se comenta mucho menos es que desde el suelo de 2009 (inicio de la débil fase expansiva actual), índices sectoriales como el Eurostoxx Automobile & Parts han subido un 200% (y llegó a subir un 330% en el máximo de 2015), o el Eurostoxx Food & Beverage sube un 220%, mientras que el peor sector no es el bancario, como muchos piensan, sino el Eurostoxx Utilities, que está un 16% por debajo del mínimo de 2009, tal y como podemos ver en los siguientes gráficos
Esto significa que el mercado se muestra selectivo, y no sube en bloque, como es característico de las fases de euforia y burbuja. Estamos muy lejos de ese escenario, tanto en Europa como en EEUU. El Análisis Técnico (AT) tiene un gran componente de arte y de filosofía, que va más allá de la ciencia. Ese es el problema de muchos inversores: que son demasiado científicos, y no son capaces de razonar correctamente. ¡Peligrosos derroteros los del raciocinio! Lo que casi todo el mundo ignora en el mundo moderno (pero los griegos sabían bien), es que la razón es esclava de nuestras pasiones, y por tanto no la usamos para llegar a la verdad, sino para llegar donde nos llevan nuestras emociones y prejuicios. Nadie escapa a esto, porque todos somos humanos. Pero hay dos tipos de personas: las que viven ajenas e ignorantes totalmente de esta realidad, y las que son muy conscientes de ella y trata de suavizarla o matizarla, mostrándose abiertas y predispuestas a aprender y mejorar, dejando atrás errores y creencias equivocadas.
Por esta razón, muchos bajistas lo llevan siendo desde hace años (a pesar de la evidencia de su error), y muchos son siempre-alcistas (y en este caso acertando). La diferencia es que la bolsa como inversión de largo plazo premia a los alcistas de fondo, a pesar de que el miedo sea la emoción dominante y provoque que la gran masa de inversores esté fuera de los mayores ciclos alcistas (esos que nacen y se desarrollan en el miedo, como el actual).
Todo esto se puede comprender y aprovechar (sin alcanzar la perfección, que de todas formas no es nuestro objetivo) con la ayuda del análisis de los gráficos. Observen el siguiente gráfico del SP500: desde finales de 2012, hay una gran corriente de inversores y analistas que avisa sin cesar de una caída inminente, de los desequilibrios provocados por los bancos centrales, y de la poca fiabilidad de los resultados empresariales. Desde entonces, hemos asistido incluso a una gigantesca caída del petróleo que ha desestabilizado todo el sector industrial americano (que por otra parte apenas llega al 20% de la economía). Con todo, la tendencia nunca ha dejado de ser alcista, y lo que muchos veían como una señal de manipulación y distorsión del mercado, a saber, que durante 2015 la mayoría de valores del SP500 fueron bajistas (y el índice se mantuvo arriba gracias a un puñado de grandes empresas fuertes), en realidad tiene otra lectura igual de razonable (o más): que 2015 fue un año correctivo, donde el mercado se saneó, y que en realidad ese movimiento lateral del SP500 esconde una fase correctiva prolongada, que por ser lateral, implica fortaleza.
No debe sorprendernos entonces que el SP500 haya terminado rompiendo al alza en 2016, subiendo un 20% desde los mínimos de febrero, cuando el miedo invadió a la gran masa, incluyendo buen número de gurús. También vale la pena destacar que desde finales de 2012, el SP500 ha subido un 60%. Este es el coste de oportunidad de los que intentan ver techos antes de que se formen. (y también hay que decir que existe un coste para los que venden “después del techo”, y que típicamente es superior al 20% desde máximos).
¿Cuál es el momento idóneo de salirse de una tendencia? Los más nerviosos llevarán fuera desde finales de 2012, y aunque al final acertarán, también es verdad que se habrán perdido este 60% de subida (suponiendo que ya hayamos hecho techo). Por eso, la estrategia correcta de un inversor de medio-largo plazo que aspira a batir la rentabilidad media anual del mercado, es acompañar al mercado hasta que existan evidencias sólidas de un mercado bajista (preferentemente con recesión a la vista), o al menos una situación de riesgo evidente de la que merezca la pena protegerse. Sabemos que pueden llegar correcciones o sustos contra los que no estemos protegidos. Pero debemos tener claro que preferimos ese riesgo, al riesgo de salirnos antes de tiempo. Justo lo contrario de lo que hace la mayoría, siempre muy nerviosa ante los primeros síntomas de corrección, buscando “ser el más listo” y bajarse del tren en zona de máximos.
Nota: hablo de inversores que ya llevan un tiempo en el mercado, y tienen por tanto un confortable colchón de beneficios. Mi opinión y enfoque de inversión es que si tenemos un gran capital que invertir, al principio conviene ir despacio (aunque no batamos al mercado durante 2-3 años), para evitar empezar nuestra “aventura inversora” con pérdidas. Es decir, entrar progresivamente hasta alcanzar la velocidad de crucero. Es como un ciclista que se quiere integrar al pelotón: no hace un sprint para llegar lo antes posible, sino que poco a poco, va recortando las diferencias, hasta que consigue alcanzar al pelotón.
Para determinar el momento de venta se pueden usar muchas herramientas o enfoques: la vigilancia de una posible recesión a nivel macro, el exceso de euforia en el mercado a nivel de sentimiento, unas valoraciones claramente irracionales a nivel fundamental, o un mercado técnicamente bajista o con sesgo bajista y patrones de riesgo a nivel técnico. En realidad todo está ligado, y aunque a veces puede faltar algún ingrediente, al menos debemos tener una mayoría de enfoques apuntando en la misma dirección.
¿Existe recesión en estos momentos en EEUU? No, y aunque podría estar preparándose una, no debemos caer en el error de “predecirla”. Una cosa es que estemos en una fase madura y avanzada del ciclo, y otra muy distinta es que haya llegado el momento de vender. La madurez de los ciclos puede ser una fase extraordinaria, sobre todo para los que hacen stock-picking, porque aquí es cuando se producen los movimientos más especulativos.
Estos movimientos sísmicos de grandes bolsas y economías globales desacelerando primero, y contrayéndose después, tardan mucho tiempo en formarse, porque son “organismos” de gran tonelaje que necesitan mucho tiempo y espacio para girar. Así que podemos y debemos actuar con mucha calma, porque la precipitación no es buena consejera. Aquí no hay prisa, al contrario, hay necesidad de ir despacio, porque insisto, las figuras de techo llevan su tiempo.
¿Existe euforia en el mercado? No. Y este es uno de los puntos más enigmáticos y sorprendentes de este ciclo alcista, seguramente el más odiado de la historia.
¿Existe una sobrevaloración irracional? No. El mercado no está barato, pero tampoco está caro. Hay una clara diferenciación entre sectores, y entre valores, lo cual es una señal de un mercado selectivo, que puede cometer sus errores, pero desde luego no está en una fase ni de lejos parecida al techo de 2000 o 2007 (en menor medida). Los inversores exigen resultados, y cuando no llegan, castigan con dureza. Eso es señal de un mercado no complaciente, y aunque no descarto un techo o una corrección importante en EEUU (que terminará llegando), desde luego no será por euforia previa.
¿Se ha formado un techo en el gráfico, y corremos el riesgo de caídas fuertes inminentes? El techo no se ha formado, y lo segundo es poco probable, y en cualquier caso si llega, nuestro objetivo no debe ser librarnos de este tipo de eventos (me refiero a caídas bruscas y repentinas, sin preaviso). Básicamente, no tiene sentido que una estrategia de inversión pretenda evitar eventos extraordinarios y totalmente imprevisibles, como pueden ser caídas del 10% después de un atentado o alguna noticia de geopolítica o incluso económica. Este es uno de los puntos menos comprendidos, porque mucha gente tiene el deseo secreto de vender lo más cerca posible del techo. Y es muy difícil sacarles esa idea de la cabeza. No aspirar ni siquiera a intentar vender en el techo es una de las mejores formas de extraer toda la savia del mercado, y es una de las cosas que explico en mi curso de AT. A la larga, es la estrategia correcta, porque aquellos que intentan anticiparse a esos techos, al final se perderán el buen mercado alcista, ese tirón fuerte que literalmente hace explotar nuestra cartera.
Dicho todo esto, tampoco significa que ignoremos las señales que lanzan los gráficos y no observemos la evolución del mercado. Se pueden ir tomando medidas paulatinas, reduciendo parcialmente en alguna posición dudosa o cubriéndonos con opciones en puntos clave.
Pues bien, ¿dónde estamos ahora, después de un increíble verano de absoluta calma? Veamos el siguiente gráfico de más corto plazo:
Lo primero que debe atraer nuestra atención es el Brexit: una caída por debajo de un soporte relevante como son los 20140 puntos, y una recuperación casi inmediata y violenta, es un hecho técnicamente muy relevante. Significa fortaleza de fondo, y seguramente es la causa de la ruptura alcista a máximos posterior, cuando los cierres de cortos amplificaron el movimiento.
Después, un verano inusualmente tranquilo, donde la volatilidad ha caído a niveles paupérrimos, ha dado paso a un primer susto a la baja, donde probablemente los especuladores de corto plazo han tenido mucho que ver. Insisto: si realmente la economía USA está desacelerando para meterse en una recesión, tendremos todavía muchos meses por delante antes de ver un cambio de tendencia. Por eso, no descarto que este ciclo alcista se convierta en el más largo de la historia moderna, cosa que ocurriría si el SP500 es capaz de mantener su tendencia más allá de marzo de 2017.
Al final, la pregunta más básica y de más corto plazo que muchos se hacen, es ésta: ¿ha marcado ya el SP500 su máximo histórico en las puertas de los 2.200 puntos y no volverá ya por encima de ese “altiplano” que formó este verano, o por el contrario, se recuperará y superará este nivel de los 2.200 puntos?
Pues bien, esa pregunta no es para inversores, ni para economistas, ni para analistas técnicos. Es para videntes. Y una mala pregunta incrementa mucho las probabilidades de tener una mala respuesta. En este caso, la única buena respuesta es: “no lo sé, aunque ante la duda, siempre pensaré que la tendencia sigue en curso”.
En cambio, lo que sí sé, es que esto no es una figura de techo de medio-largo plazo (por ahora), y aunque podría ser el principio de una (por la forma del escape al alza y actual escalón a la baja), sería un gran error actuar como si ya existiera esa figura de techo de medio-largo plazo, de la misma manera que sería un error actuar como si la recesión ya estuviera aquí.
Europa.
En Europa no tenemos máximos históricos recientes, pero sí hemos asistido a un evento técnicamente muy relevante: la ruptura al alza del último canal bajista (corrección) que empezó en marzo de 2015. ¿Ruptura en falso? Podría ser, sobre todo porque según tracemos las líneas de este canal, podría ser que aún no se hubiera producido esa ruptura, como podemos ver en el siguiente gráfico del DAX.
Sin duda la gran debilidad relativa de Europa frente a EEUU en la recuperación posterior a la crisis de 2008 es muy perturbadora. La razón es doble: por un lado, el anquilosamiento funcionarial de la vieja Europa, incapaz de acometer reformas mientras el pueblo se queja y protesta por todo, y por otro lado, la patética capacidad de Europa de liderar el sector tecnológico mundial, que es el motor económico en estos momentos. (¿Cabría hablar de revolución tecnológica que Europa se está perdiendo?). Es una razón doble, pero en realidad está conectada. Mientras en EEUU se debate la posibilidad de una gran rebaja fiscal para que las empresas se traigan el dinero que tienen fuera de EEUU (cientos de miles de millones), donde Apple sería una de las grandes beneficiarias, en Europa se toman unas polémicas medidas retroactivas para que Apple pague miles de millones en concepto de impuestos no pagados durante los últimos 14 años, cosa que el propio beneficiario (Irlanda), niega. Creo que esto resume muy bien la diferencia entre el enfoque de libertad y pro-empresas que existe en EEUU, donde el objetivo es ganar más, y el enfoque intervencionista y protector de papá Estado que existe en Europa, donde el objetivo es que el Estado redistribuya la riqueza existente.
Polémicas aparte, la realidad es que Europa se oxida, y por esta razón, sospecho que ese retraso bursátil que Europa acumula frente a EEUU, no se cerrará ya nunca. Digamos que Europa ha estado medio ausente de este ciclo de recuperación alcista, y por lo tanto se lo ha perdido. Cuando llegue la corrección USA, Europa sufrirá igualmente, por mucho que antes no haya subido tanto. Y quizá después, en el siguiente ciclo alcista, puedan recuperar la correlación de antaño.
Termino con una nota de apertura mental y enfoque defensivo: ¿qué hacer si tengo una cartera invertida y no me apetece tener que asumir una corrección del 20% o más, antes de plantearme vender y protegerme de un ciclo bajista o una recesión? Pues mi respuesta es siempre la misma: Estrategias de cobertura con opciones.
Tras el rebote de las bolsas USA y Europeas post-brexit, se trata de proteger parte de ese colchón, y como siempre digo, realizar coberturas cuando el mercado está en (o cerca de) máximos, que es cuando es interesante. Nada menor, para ilustrar este potente concepto, que el ejemplo de la cobertura con opciones DAX que realicé en marzo de 2015, y que pueden ver en este post de resumen de mis operaciones (Estrategia nº2).
La situación actual es parecida en el sentido de que Europa ha roto al alza un canal bajista de medio plazo, y se plantea la posibilidad de un fallo alcista en paralelo con una corrección USA, que podría ser en precio o en tiempo, es decir, en cualquier caso planteamos la posibilidad de una fase de descanso, y eso con opciones se puede aprovechar. No lo pongo números a la estrategia porque este post es muy largo ya, pero el ejemplo antes citado es extrapolable. La idea es estar cubierto de una eventual caída superior al 10% durante los próximos 9 meses, y a cambio de eso, renunciar a cualquier subida superior al 6-7% desde los niveles actuales.
Es una estrategia siempre interesante después de subidas del 10-20% en el mercado (en un entorno como el actual), que explico también en mi curso de opciones (además de en los posts que publico de vez en cuando sobre opciones). Iremos siguiendo el mercado y eventualmente plantearé una estrategia de este tipo o similar más adelante.
Nota final.
Aprovecho para comentar que en octubre voy a dar un curso de Análisis Técnico (durante la primera quincena), para pasar después al Curso de Opciones durante la segunda quincena. En el curso de AT explico las técnicas que uso, descartando el 95% de lo que circula en libros y en internet sobre AT, y también hablo de lo que hay detrás, de los fundamentos y la filosofía de inversión a largo plazo, que es la clave del éxito. Es más que un curso de AT, porque explico también conceptos clave imprescindibles para invertir con éxito, que son independientes del método o enfoque que utilices, como por ejemplo, la supremacía total del enfoque defensivo que se basa en poner el foco en no cometer grandes errores, en vez de poner el foco en intentar dar grandes pelotazos (que es lo que la mayoría de inversores piensa). En el curso muestro entre otras muchas cosas, cómo nos ayuda el AT a evitar grandes errores (o al menos a minimizarlos), que como dijo el mismísimo Warren Buffet, es el secreto de su éxito a largo plazo.
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