FMI: riesgos financieros

14 de abril, 2020 2
Treinta años Economista Titulado del Banco de España. Economía internacional. Autor del blog "Decadencia de Occidente", blog sobre los estragos... [+ info]
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El FMI en su blog tiene un post dedicado a los riesgos planteados por el virus sobre los mercados financieros. Por no redundar en cosas vistas ya en este blog, me limito a a informaciones relativa a lo financiero. He de decir, primero, que el mayor riesgo para la banca y otras entidades es la prolongación de la contracción económica, que pone en cuestión su capacidad de generar beneficios y capital, por muy capitalizados que estuvieran antes. 

La expansión mundial de la COVID-19 podría requerir la imposición de medidas de contención más duras y prolongadas, medidas que pueden llevar a un mayor endurecimiento de las condiciones financieras mundiales si resultan en una desaceleración más grave y duradera. Tal endurecimiento puede, a su vez, exponer las vulnerabilidades financieras que se han desarrollado en los últimos años en un entorno de tasas de interés extremadamente bajas. Esto agravaría aún más el shock de la COVID-19. Por ejemplo, los gestores de activos que se enfrentan a grandes reembolsos podrían verse obligados a vender en mercados bajistas, lo que intensificaría las caídas de los precios. Además, los inversionistas apalancados podrían hacer frente a nuevas reposiciones de márgenes de garantía y verse obligados a liquidar sus carteras; dicho desapalancamiento financiero puede agravar las presiones de venta.
A medida que las empresas se encuentren en dificultades y las tasas de incumplimiento aumenten, los mercados de crédito pueden sufrir una frenada brusca de la entrada de capitales, sobre todo en segmentos riesgosos como los mercados de alta rentabilidad, préstamos apalancados y deuda privada. Estos mercados se han expandido con rapidez desde la crisis financier mundial, alcanzando los USD 9 billones a nivel mundial, mientras que la calidad crediticia de los prestatarios, las normas de concesión de préstamos y las protecciones de los inversionistas se han debilitado. Desde principios de marzo, los diferenciales de los bonos de alta rentabilidad se han disparado a pesar de las recientes disminuciones, en particular en los sectores más afectados por la pandemia, como los viajes aéreos y la energía. Del mismo modo, los precios de los préstamos apalancados han caído con fuerza: aproximadamente la mitad de lo que cayeron durante la crisis financiera mundial en un momento dado. Como resultado, las agencias de calificación han revisado al alza sus previsiones de incumplimiento de grado especulativo hasta niveles de recesión, y los incumplimientos implícitos en el mercado también han aumentado con fuerza.

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Los bancos tienen más capital y liquidez que en el pasado y, en los últimos años, han sido sometidos a pruebas de tensión y a un mayor control por parte de los supervisores, lo que los coloca en una mejor posición que en el inicio de la crisis financiera mundial. Además, la importante actuación coordinada por parte de los bancos centrales para inyectar liquidez a los bancos de muchas economías también debería contribuir a mitigar las posibles tensiones de liquidez.
No obstante, la fortaleza de los bancos podría verse sometida a prueba ante una brusca desaceleración de la actividad económica que puede acabar siendo más grave y prolongada de lo que se prevé actualmente.
De hecho, las grandes caídas de los precios de las acciones bancarias desde mediados de enero sugieren que los inversionistas están preocupados por la rentabilidad y las perspectivas del sector bancario. Por ejemplo, en muchos países los indicadores de capitalización bancaria basados en precios de mercado son ahora peores que durante la crisis financiera mundial de 2008. La preocupación es que los bancos y otros intermediarios financieros actúen como un amplificador en caso de que la crisis se profundice aún más.
Los bancos centrales seguirán siendo cruciales para salvaguardar la estabilidad de los mercados financieros mundiales y mantener el flujo de crédito a la economía. Pero esta crisis no tiene que ver solo con la liquidez. Tiene que ver principalmente con la solvencia, en un momento en el que los flujos de capitales se han frenado totalmente en grandes segmentos de la economía mundial. Como resultado, la política fiscal desempeña un papel fundamental.

Y no sólo se han frenado, sino que se han visto grandes salidas de capitales de las Economías Emergentes, con más intensidad que en otras crisis, como ven en el gráfico siguiente:

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Este artículo tiene 2 comentarios
Un factor a tener en cuenta en los bancos españoles (y creo que ya se ha comentado anteriormente) es los enormes paquetes de deuda nacional y autonómica que tienen. Ahora, que los ingresos públicos caen en picado, financiarse en el mercado puede acarrear spreads brutales, sobre todo en el ámbito de las Comunidades Autónomas (recordad 2012). Puede que veamos un nuevo FLA en breve (final de año o próximo año), el tiempo dirá
15/04/2020 07:42
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