En ocasiones, a la hora de contratar un préstamo hipotecario, el problema no es la capacidad de pago del préstamo sino el 20% del pago del importe de la vivienda y los impuestos y gastos asociados.
Es decir, puede que tus ingresos sean altos y suficientes para el pago de la hipoteca, pero no cuentes con los ahorros necesarios.
O puede que seas un Inversor y prefieras no deshacer otras inversiones para esas cantidades iniciales.
En estos casos, pensamos en una hipoteca del 100% que nos ayude a realizar la operación.
Vamos a analizar los pasos a seguir para conseguir el objetivo: a qué entidades financieras dirigirnos, cómo evitar o minimizar la figura del avalista y demás cuestiones prácticas.
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