Como en todo el orden del Universo existen grados de fuerza.
Las tendencias son tan fuertes, y duran más de lo que a priori estimamos, debido a que se retroalimentan. Eliminados los compradores (en una tendencia bajista) llega un momento en el que los indecisos (los que estaban fuera del mercado) se vuelven vendedores, los que antes eran compradores también se vuelven vendedores (los que están atrapados y deciden vender sus títulos) e incluso estos últimos redoblan la fuerza de la tendencia, vendiendo después a crédito.
Después llega el cambio de tendencia. La fuerza que antes era aplastante y dominadora ahora es débil, y se ve superada. Primero de forma más tímida, y conforme se va confirmando la fuerza, repitiendo el ciclo que se vivió con la bajada, pero a la inversa.
La dificultad ha de radicar en identificar cuál ha de ser el nivel a partir del cual la fuerza secundaria va a agotarse, y se va a ver impuesta de nuevo por la fuerza dominante. Nuestro esfuerzo probabilístico debería concentrarse en este punto.
Se trata de sumar porcentajes de probabilidad. % de probabilidad de que el precio:
*se mueva en la dirección de la fuerza dominante de orden mayor.
*se mueva en la dirección de la fuerza dominante de orden menor.
*se gire al alcanzar una zona de congestión.
*se gire si el RSI está sobrevendido/sobrecomprado.
*se gire si el RSI y el Macd, de forma conjunta, tengan una divergencia con el precio.
*se gire si el RSI y el Macd, de forma conjunta, alcanza zonas de soporte en su análisis técnico particular.
*Etc.
Esto es psicología. Puedes no ser un buen analista técnico; puedes no ejecutar una buena operativa, pero nuestra mente ha de tener claro cristalino cuales son las formas de sumar probabilidades a favor. Seamos nosotros el Casino, en vez de apostar contra él.
Identifíquese ó regístrese para comentar el artículo.