Por qué habré nacido en Europa y no, por ejemplo en Estados Unidos, nos preguntamos muchos de nosotros. Los problemas se nos acumulan y nos abruman, mientras en otras regiones parece que avanzan sin freno. Aquí cuando no sale una cosa sale otra; que si la crisis del 2008, que si la ruptura del euro, que si la deuda de los países periféricos, que si el Brexit... Al principio de cada año los analistas daban las previsiones de que ese año iba a ser el de la recuperación europea para al final vernos defraudados por la tozuda realidad. Año tras año, nuestros índices se quedaban atrás y con más diferencia. Parecía que a las empresas europeas le habían echado un mal de ojo y nadie confiaba en ellas. Pujantes multinacionales que abarcaban los más diversos sectores eran despreciadas.
Pero yo voy a romper una lanza en favor de esta desafortunada región. Entre otras cosas porque yo soy de aquí y es lo que tenemos. Al igual que en las familias que uno no elige dónde se nace, tampoco elegimos en que país lo haremos y tenemos que aceptarlo con lo bueno y lo malo. Nosotros, creo que la mayoría, habremos elegido empresas europeas para invertir porque cada uno suele comprar lo que le suena más cercano. Al igual que Warren Buffet, que compraba sobre todo en su tierra natal y se sentía afortunado por haber nacido en América, nosotros hemos de aceptar dónde hemos venido al mundo y confiar en nuestras capacidades. Porque aparte de nuestras dudas y complejos Europa ha sido y será algo esencial en el futuro.
Consideremos todo lo que ha significado Europa para el mundo y lo que hemos significado. Esta pequeña parte de la Tierra, pequeña tanto en tamaño como en población aportó a lo largo de los siglos su espíritu y su cultura. Sus distintos pueblos han sido filósofos, inventores, descubridores, desarrollaron la idea de la libre empresa y el cultivo del espíritu de libertad. Nos hemos aventurado por los lugares más difíciles y realizado gestas sorprendentes. Durante 500 años fuimos a la cabeza de la Humanidad y por desgracia la locura suicida del siglo XX en la que nos metimos en una Guerra Civil tras otra hasta que terminó con la II Guerra Mundial. Tras el final de ésta parecía que poco a poco todo volvería a ser como antes y que ahora, acompañados de los países que habían nacido como descendencia europea, volveríamos al mundo de antes. Pero la realidad nos mostró que el tiempo no se detiene, que otros pueblos que se habían quedado atrás se incorporaban de nuevo al juego. Asia, con China a la cabeza, nos mostró su tremendo potencial. Los distintos pueblos de Asia han conseguido convertirse por méritos propios en una parte esencial de la Humanidad. Ellos nos superan ampliamente, tanto en extensión como en población, y se han incorporado con ansias y fuerzas a la globalidad. En Europa se teme que terminemos siendo sus sirvientes y que no seamos capaces de competir en este nuevo mundo, que nos terminemos convirtiendo en un museo. A algunos les gustaría la vuelta a la seguridad de antes, a lo conocido y a cerrarnos sobre nosotros mismos; pero eso ya no es posible. El siglo XXI avanza sin que se pueda frenar y veremos cambios a una velocidad mayor que en cualquier otra época. ¿Estaremos preparados, o sucumbiremos ante países con más fuerza y ambición?. Creo que esta crisis existencial que tiene ahora mismo Europa se debe a la falta de confianza en sus capacidades. Ahora bien, yo como inversor, y por tanto optimista, y como europeo creo que saldremos adelante.
Europa es un conjunto de naciones con unas capacidades demostradas, sus gentes está formadas, tenemos empresas que destacan en las principales ramas de lo humano: alimentación, energía, cultura, finanzas, bienes muebles y bienes industriales, turismo... en cualquier actividad estamos presente. Quizá nos hemos quedado un poco atrás en las nuevas tecnologías de la información, pero es algo que no tiene porque ser irreversible y al cabo de un tiempo avanzaremos también por ese camino.
En fin, que creo que aunque llevamos mucho esperando y desesperando seremos capaces de salir de este período de debilidad y la buscada regresión a la media se produzca de una vez por todas.