Durante la campaña electoral americana de 1992, James Carville, a la sazón asesor de Bill Clinton, decidió que debían enfocarse sobre cuestiones más cercanas a la vida de los ciudadanos, más pegadas a sus necesidades cotidianas. Así surgió la célebre frase “¡Es la economía, estúpido!”. Ni qué decir tiene que esta estrategia provocó un vuelco en las encuestas y Clinton ganó aquellas elecciones.
Hoy en día esta frase se usa de forma habitual para destacar aquello que se considera esencial. Carece por tanto de todo componente ofensivo.
Así, la gestión de la tesorería ha ido ganando importancia con el tiempo en el día a día de las empresas. Como un experto consultor me dijo una vez: “las empresas se controlan desde la tesorería”. Y no en vano, los analistasfinancieros cada vez otorgan más importancia al cash de las empresas a la hora de asignarles un rating.
Podemos definirla como la gestión de la liquidez de la compañía, cuyo fin es garantizar que los fondos necesarios estén disponibles en el lugar adecuado, en la divisa apropiada y en el momento correcto. Para ello, debemos minimizar los fondosretenidos en circulante mediante el control funcional de clientes y proveedores y los circuitos de cobros y pagos, rentabilizando los capitalesociosos y minimizando el coste de los recursosexternos. Todo ello teniendo en cuenta el perfil de riesgo de la empresa.
Por ello es importante que las empresas implanten un sistema de tesorería, que les permita:
- * Reducir costesfinancieros, optimizando la posición bancaria prevista.
- * Aumentar el control sobre las magnitudes financieras.
- * Mejorar la eficacia, optimando la toma de decisiones.
- * Potenciar la imagen de la empresa frente a terceros (clientes, proveedores…)
- * Perfeccionar la estructuraorganizativa, considerando la tesorería como un centro de beneficios y no de costes.
Una buena gestión de tesorería significa, por un lado, establecer la política más adecuada con los instrumentos necesarios para poder hacer efectivos los créditos que mantenemos con nuestros clientes. Y, por otro, hacer frente a las obligaciones en tiempo y forma que tenemos con proveedores, personal y Administración principalmente.
Cobra por tanto gran importancia la idea del valorañadido de la función de cobro. Más si tenemos en cuenta que una de las principales causas de quiebra de las empresas europeas es la falta de liquidez. Sobran los ejemplos de importantes empresas, muy endeudadas, que cuando han venido mal dadas han tenido enormes problemas debido a tensiones de tesorería.
Y para evitar todos estos problemas es herramienta fundamental el presupuesto de tesorería, que no es sino el resultado, expresado en cifras, de un plan de actuación fijado por la dirección y que sirve tanto para la planificación como para el control de la gestión empresarial.
Es clave tener una previsión adecuada de cobros y pagos que nos permita cuantificar las necesidadesfinancieras a corto plazo y refleje cómo influye la liquidez en las distintas actividades de la empresa: ventas, producción, inversiones…
Al poner de manifiesto los desfases previstos entre los flujoseconómicos y los monetarios, la empresa podrá conocer con suficiente antelación sus necesidades de efectivo, para no verse sorprendida por acontecimientos futuros y para poder planificar actuaciones que eviten mantener innecesariamente superávits ociosos o déficits de efectivo.
Además, el presupuesto de tesorería mediante su seguimiento y actualización nos permitirá calcular el cashflow que mes a mes van dejando las actividades de explotación de la empresa.
No olvidemos que desde el punto de vista de las finanzascorporativas la creación de valor se produce cuando los flujosnetos de caja esperados durante el tiempo de duración del proyecto, descontados al momento actual, son superiores a la inversión requerida para el lanzamiento del proyecto. Por lo tanto la información anterior se antoja fundamental.
Y no sólo eso. Mediante su comparación con el mismo periodo del año anterior y el acumulado anual a la fecha obtendremos información vital sobre la marcha del negocio, que nos permitirá tomar decisiones de forma más precisa.
Evidentemente, cuanto mayor sea la empresa, mayor será el impacto de estas medidas pero no por ello es algo que las PYME’s deban desdeñar. Sin embargo, gran parte de las pequeñas y medianas empresas españolas no elaboran un presupuesto de tesorería, dirigiendo el negocio prácticamente a ciegas. Desde aquí les animo a confeccionarlo o a ponerse en manos de profesionales que les ayuden a implementarlo.