El Banco Nacional Suizo (SNB) sorprendía la semana pasada abandonando el tipo de cambio máximo de 1,20 CHF/EUR. Tras el anuncio, el franco suizo repuntaba cerca del 30% frente al euro y dólar y el índice SMI se desplomaba casi un 9%. La tendencia se extendió rápidamente al resto de curvas de los tipos suizos, que se mueven ahora mismo en territorio negativo hasta los tipos a 10 años.
Este techo, entró en vigor en 2011 en plena crisis de deuda de la eurozona con el fin proteger a los exportadores del país por la revalorización del franco. Por lo tanto, la decisión tomada por el SNB, supone una mala noticia para la empresas con costes importantes en francos suizos y ventas denominadas en otras monedas.
Hasta ahora, el SNB había aumentado su base monetaria para comprar euros, vender francos y adquirir bonos alemanes. De esta forma, frenaba la apreciación de su divisa y mantenía en su balance estos bonos mientras la política monetaria del BCE siguiese las directrices marcadas por Alemania (no permitiendo la compra masiva de bonos soberanos – QE).
La decisión tomada por el SNB, se une a la opinión favorable de la justicia europea acerca de los programas de compra de deuda pública, afirmando que son compatibles con el Tratado de la Unión Europea.
Por lo tanto, las probabilidades de que el BCE anunucie un QE (Quantitative Easing) el próximo 22 de enero, van en aumento.
Las bolsas (a excepción de China), registran en el día de hoy ganancias moderadas por lo que el mercado en general, lleva un tiempo descontando la aplicación de las compras masivas. Si Alemania, consigue finalmente frenar las intenciones de Mario Draghi de anunciar dicho programa podríamos ver caídas de nuevo en los mercados europeos, así como una apreciación del euro frente a sus principales cruces y una subida de las rentabilidades de los bonos soberanos del sur del continente.
Mantenemos por tanto en nuestras carteras un buen peso en divisas como el dólar y sobreponderamos la renta variable europea, eso sí de manera compensada ya que cabe la posibilidad de que se retrase el anuncio del QE y haya correcciones importantes en los mercados. Si se da esta circunstancia, aprovecharíamos para volver a tomar posiones en la región a precios menos ajustados que los actuales.