Hace unos años, en la clase de psicología de los mercados la profesora realizó un experimento muy curioso con los que entonces éramos alumnos. Cerca del descanso, cuando reinaban las ganas de café para combatir el sueño (¡las clases eran el sábado por la mañana!), nos propuso coger un papel y un boli. Repartió unas cuantas tazas de café entre los estudiantes y después cada alumno debía reflexionar durante un minuto cuánto estaba dispuesto a ofrecer para comprarle a un compañero el café en el caso de no tener uno ya. Los que sí tenían una taza de café debían reflexionar sobre qué precio exigirían para venderle su taza a otro alumno.
Dado el entorno controlado del experimento, obviamente lo que se nos pasó por la cabeza no fue la cotización del café, si se revalorizaría, si deberíamos comerciar con un CFD o un futuro, las implicaciones del coste de oportunidad... no, no, en absoluto. Era mucho más sencillo pero, como dice Goyo Giménez: "No lo cuento, lo hago". Hagámoslo.
Ahora me dirijo a ti, lector.
¿Cuánto hace que te has tomado un café? O un té, o cualquier bebida que te reconforte. ¿Hace más de dos horas? En ese caso, te asigno el papel de comprador. Imagina que hasta dentro de 45 minutos no tendrás un descanso para hacerte un café si estás en casa o para sacar uno de la máquina expendedora si estás en la oficina (o para ir al bar, por seguir dando posibilidades). ¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por una taza de tu café favorito si te la sirviesen ahora mismo? En serio, te pido que te lo plantees unos segundos y que establezcas el precio máximo que estarías dispuesto a pagar por una buena taza de café, té, manzanilla o cualquier otra bebida caliente que te apetezca. Cuando acabes de leer el artículo, escribe en los comentarios "Compro a X€" indicando el precio máximo que estás dispuesto a pagar. Ten en cuenta los siguientes factores y otros que se te ocurran:
- ¿Hasta qué punto te apetece un café ahora mismo?
- Si no lo compras ahora, tendrás que esperar 45 minutos para comprarlo en la máquina expendedora, en el bar de la esquina, o hacerlo en casa.
- El café que puedes adquirir ahora mismo es un café que consideraremos de calidad "buena" a "muy buena". El de la máquina expendedora, el del bar de la esquina o el de casa, ya te los puedes imaginar según tu experiencia, al igual que su precio.
¿Te has tomado un café hace menos de dos horas? Entonces te asigno el papel de vendedor. Imagina que tienes una taza de tu café o bebida favorita en el momento del día en el que estés leyendo estas líneas, y que tienes la posibilidad de venderla. ¿A qué precio mínimo estarías dispuesto a renunciar a tu taza? Por supuesto, el resto de condiciones son similares a las de los compradores: Si vendes tu taza pero te apetecería tomártela, no podrás conseguir otra hasta el descanso que será en 45 minutos, cuando podrás sacar otra taza de la máquina, ir al bar de la esquina, o hacértela en casa. Ten en cuenta también todos los factores anteriores y escribe en los comentarios "Vendo a X€".
Una vez más, te pido que colabores. Establece el precio al que comprarías o venderías, según el papel que te corresponda, antes de leer el resto del artículo o los comentarios, que te podrían influir. Si conseguimos suficientes precios de compra y de venta, podremos tener resultados muy interesantes.
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En el ejercicio en clase, a mí me tocó ser comprador y creo recordar que establecí un precio máximo de 0,45€ basándome en que me apetecía bastante un café con aroma de avellanas, como el de la máquina de Roventa del pasillo, y que aquel podría conseguirlo tras unos minutos a 0,55€ o 0,60€. Si había alguien dispuesto a vender con esos céntimos de descuento, le habría comprado el café y si no, podía sobrevivir a la espera y al sobrecoste. Supuse que los compradores estarían alrededor del precio que yo indiqué y que los vendedores, tras plantearse que podían vender un café algo más caro que la máquina por la "prima" que supone disfrutarlo en el momento, lo venderían a unos 0,65€.
Pues... nada más lejos de la realidad.
La horquilla entre compradores y vendedores fue enorme y los deslizamientos que habría habido si alguien hubiese lanzado una orden a mercado de cuatro tazas en aquella clase habrían tambaleado los cimientos de su cartera.
No puedo afirmar que los argumentos de unos o de otros fuesen disparatados pero sí que fueron del todo inesperados y muy, muy variados. Por un lado, los compradores ofrecían sumas ridículas del estilo de 0,05€ o 0,10€ con argumentos tipo "un café sin una napolitana me sienta mal así que no pago más" o "llevo poco dinero hoy y, si consigo un café por este precio, aún me queda para sacarme una bolsa de patatas luego". Por otro lado, los vendedores llegaron a exigir 2€, 3€ e incluso algo más, escudándose en que "un café vale tan poco que venderlo por 0,50€ o no venderlo no me supone ninguna diferencia, así que pido un precio abusivo y, si cuela, al menos me llevo unos euros" e incluso en "el que no quiera pagar este precio, que se pegue el pateo hasta la máquina y se arriesgue a que no le quede café, que pasa con frecuencia".
Más allá de ser curioso, creo que este ejercicio nos debe hacer reflexionar. Yo intenté hacer un cálculo más o menos racional y supuse que los demás harían lo mismo, pero surgieron precios muy distintos basándose en razones justificadas que yo ni había tenido en cuenta, como el de la napolitana o el del cisne negro de la máquina sin café. Por tanto, la gran pregunta es ¿Seguro que el precio objetivo que calculas para tus acciones y las razones que lo justifican son correctas? ¿El resto de participantes del mercado llegarán a tus conclusiones algún día o sus razones, aunque inesperadas, seguirán siendo válidas?
Cuidado, porque puede que inviertas en un valor pensando que hay un gran margen de seguridad y que el resto del mercado tenga razones para no pagar nunca tu precio objetivo.
Recuerda: Compro o vendo a X€ en los comentarios.
Esto se ve en muchos, sólo tienes que pasarte por páginas como milanuncios, y el mercado de segunda mano. Es impresionante el valor que la gente asigna a sus pertenencias sin atender a parámetros objetivos, que existen en muchos casos.
Un saludo.
de todas formas pagar por un cafe mas de lo que cuesta es mas por adicion que por otra cosa, salvo que estes en un chiringuito y te claven, en una situacion a si, yo no me beberia el cafe yo trataria de venderlo por debajo de los careros, yo creo que una cosa es la psicologia del mercado y otra la del individuo, individualmente nuestra psicologia es muy dañina para nuestros intereses, yo cuando intervengo en el mercado yo no muevo nada y sin embargo el mercado se mueve, en realidad se que tengo que ser un parasito, jajaja, SALUDOS
Como nos pides, te daré mi opinión. Ahora mismo estoy en la oficina, hace 5 horas que me tomé un cafe. Ahora, por un cafe muy bueno, estaría dispuesta a pagar 1.50€ si es de cafetería. Peeero, me acabo de tomar una chocolatina, con lo que mi ansiedad por un cafe ha disminuido con lo que bajo el precio de compra a 1€. Espero te sirva mi ejemplo.
Un saludo
En serio yo no pago mas por un cafe de lo que cuesta por la razon de que no soy un adicto. Los yonkis pagan lo que sea y con el mono ni te cuento, a mi me gusta comer con cerveza pero si tengo que beber agua disfruto tambien
La porqueria que pone la maquina en caso de extrema necesidad 0.5€
Un café como a mi gusta a cualquier hora 2€
Un lunes por la mañana al llegar al trabajo... Todo lo que lleve encima XD
No me parece un buen ejemplo. Cuando compro una acción es con la expectativa o con el deseo de que suba. Nada que ver con lo que estaría dispuesto a cobrar o pagar.
Interesante. El experimento me ha traido a la cabeza mi idea de la paranoia presente, la de la uniformidad de los guerreros de Xiam: se trataría de conseguir quitarse de encima la paranoia y atrevernos a abandonar la única seguridad conocida junto al ejército del emperador muerto, sabiendo que las motivaciones, argumentaciones, orígenes, sentimientos y sensaciones son las nuestras y son únicas. Y por eso son la base del nuevo yo frente al mercado que me queda por construir. S2.
Si vivierais en Atenas no pagarías menos de 3.50€ y si tenéis el mono pues ni os cuento...
Tocayo, pues a tomar achicoria, jajaja
¿la achicoria también cotiza?jajaja
La achicoria no produce adicion, no puede cotizar en bolsa, lo siento, jajaja,
" Es el esperar ,lo que te ayuda como inversor(cafetero) y muchísima gente simplemente no puede aguantar la espera..."(Charlie Munger ).
Como tengo el gen de la gratificación diferida, esperaría a llegar a casa,saludos.