Hoy vamos a ponernos nostálgicos para recordar el quinto
aniversario de la peor crisis bursátil y económica desde los tiempos de la Gran
Depresión. El 9 de marzo del 2009 la bolsa americana, y de su mano gran parte
del resto de mercados bursátiles del planeta, hizo suelo tras el fin de la
bacanal de las hipotecas subprime y la hecatombe de Lehman Brothers. El fin del
mundo parecía próximo y los manuales acerca de cómo sobrevivir en un
apocalipsis zombi (financieramente hablando) se vendían como churros. Vamos a
echar un leve vistazo a lo que ha pasado después hasta ahora. Desde un punto de
vista bursátil, queremos decir.
Malas noticias para los
adictos al drama
Usando los datos estadísticos suministrados por MSCI hemos
comparado la rentabilidad bursátil con reinversión de dividendos a cinco y diez
años de todos los países para los cuales existen tales registros, esto es, 56.
He aquí los resultados:
El mundo ha ofrecido una rentabilidad anualizada a 10 años de
un 7.23%, ligeramente inferior a la española, mientras que tras el suelo de
mercado de 2009 ofrece un destacable 22.53% frente al 16.18% español.
Recordemos lo mal que lo ha pasado España en relación al resto de países. Aún
así, ¿dónde hay que firmar para conseguir un rentabilidad anual del 16%? Desde
luego no en su banco, que tampoco le va a ofrecer el 7%-8%. En la friendzone
bancaria sólo hay comerciales dándole palmaditas en el hombro y llamándole
amigo. Pero olvídese de lo otro, la rentabilidad queremos decir.
El único país que lo ha hecho mal tanto a 5 como a 10 años ha
sido Grecia. Uno de cincuenta y seis, esto es, el 1.78% del mundo bursátil para
el cual disponemos de datos tanto a 5 como a 10 años. Irlanda no ha cumplido
tampoco en la última década, aunque su recuperación desde el 2009 es
sustancial. Durante los últimos 5 ejercicios Jordania y Marruecos tampoco se
han lucido. Por tanto sólo hay 4 países sobre 56 que presenten resultados
negativos bien a 10 años vista o a 5 años o a ambos, es decir, el 7.14% del
mundo. Dicho de otra manera, ha tenido usted casi un 93% de probabilidades de
no haber metido la pata o de haber vivido en un país cuyo mercado se ha
comportado medianamente bien o, al menos, no le ha hecho perder sus ahorros.
Ante todo mucha calma
¿Es difícil hacerse rico invirtiendo en bolsa? No le quepa la
menor duda de que sí, es muy difícil. ¿Es difícil ganar dinero en bolsa como
pequeño ahorrador/inversor afín de aumentar de manera sólida y sostenida su patrimonio
y, además, hacerlo con seguridad? Ya ve que es increíblemente fácil.
Como bien hemos sostenido otras veces la indexación tanto a
su mercado nacional como a su mercado regional y también al mundo o USA le
garantiza que lo tiene usted muy complicado para perder dinero. Tiene que
hacerlo rematadamente mal para sufrir pérdidas serias. O lo que es lo mismo,
tiene que perder la calma.
Desde aquí le recomendamos que se tome los cracks con
filosofía. No peque nunca de optimista irredento pero tampoco de pesimista
cansino. A no ser que le toque vivir un hundimiento civilizatorio, en cuyo caso
ya todo da igual, no hay ningún motivo en absoluto para que usted no pueda
incrementar su patrimonio con objetivos y planes que tengan sentido a largo
plazo, esto es, cinco años mínimo.
En los mercados bursátiles no sólo se encuentran las empresas
que han protagonizado la última y grave crisis económica que aún estamos
padeciendo. Afortunadamente para todos también se encuentran en los mercados
todas esas compañías que fabrican productos u ofrecen servicios que la gente
necesita siempre, independientemente del entorno económico.
Por ejemplo…
Si usted vive en Madrid y ha decidido acampar en alguna plaza
pública para demandar que “alguien” (el gobierno normalmente o una asamblea autogestionaria)
le resuelva sus problemas es muy
probable que haya usado el metro, cuyos vagones ha fabricado CAF. Seguro que
después ha subido por alguna escalera mecánica o ascensor de Zardoya-Otis o
Schindler. Puede que se haya detenido en un supermercado DIA a comprar unas
salchichas o embutidos cuyos envoltorios ha fabricado Viscofán. Si se ha
desplazado en un vehículo de motor es probable que haya usado gasolina Repsol.
Además, dado que ha tomado la decisión de cambiar al mundo mediante la exhibición
de su enfado con el sistema lo normal es que quiera que sus colegas se enteren
o dejará de ser cool-guay. Puede entonces haber utilizado su teléfono móvil
cuya operadora es Telefónica. Y así y así y así…
Para ser más actuales fíjese ahora en el lío de Crimea y los
vientos de guerra. Durante los primeros años 90 Europa convivió con una guerra
atroz y medieval en la antigua Yugoslavia. Las bolsas no dejaron de subir.
Hemos ido a la guerra de Irak y Afganistán, que se han prolongado largos años,
y en ese período de tiempo hemos visto una euforia y un crack. La guerra no
decidirá por sí misma el rumbo a largo plazo de los mercados. Serán, como
siempre, las condiciones macroeconómicas de fondo quienes lo hagan
independientemente de las fluctuaciones a corto plazo que estos desgraciados follones
provoquen.
Feliz quinto
aniversario
El mundo, en general, está hoy mejor que hace 10 años. Sigue
creciendo económicamente y cada vez más personas abandonan la pobreza. Súmese a
ese carro porque ese es el lado correcto de la ecuación. Ligue su prosperidad
al avance de la sociedad por mucho que éste se produzca en forma de dientes de
sierra. Recuerde que los protagonistas de la economía son las personas, sus
ideas y sus emociones y no un conjunto de agregados macroeconómicos ni modelos
cuantitativos ni qué, cuánto, cuándo y cómo producir bienes y servicios.
Mañana no es el fin de los tiempos. Es la única predicción
que usted podrá hacer sin que nadie en el futuro se la pueda echar en cara dado
que si efectivamente, dentro de 24 horas, todo se acaba a nadie le importará
que se haya usted equivocado.
¿Nos permite un pequeño consejo y una pequeña recomendación
de compra? Siga incrementando su patrimonio y, por tanto, su independencia
financiera. Aumente su libertad personal. Y compre.
Compre el mundo. Muy de vez en cuando hasta lo regalan.
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