En una publicación anterior, expliqué que la prueba de trabajo (Proof of Work) no es en absoluto lo que respalda el valor de Bitcoin. Estos días debatía en Twitter sobre si la escasez de Bitcoin es una consecuencia de sus costes de producción. Yo considero que no y en este post explicaré brevemente por qué. Primero, expondré lo que yo entiendo por escasez: "Un bien escaso es aquel para el que la cantidad demandada es mayor que la oferta disponible".
Las nuevas unidades de bitcoin se crean mediante una transacción especial llamada "coinbase" que los mineros incluyen en cada bloque de transacciones para cobrar una compensación que incluye por un lado las comisiones de cada transacción, y por otro el subsidio (las monedas de nueva emisión). El subsidio comenzó con 50 unidades de bitcoin, y esta cantidad se reduce a la mitad cada 210.000 bloques hasta el bloque 6.930.000 cuando ya no habrá más subsidios.
La compensación es necesaria porque hace falta ordenar las transacciones cronológicamente y asi poder evitar el doble gasto. Esto en las monedas normales lo hacen los bancos, que evitan que te gastes el mismo dinero dos veces. Pero Bitcoin está diseñada para funcionar sin ninguna entidad en la que sea necesario confiar, asi que para ordenar hace falta un servidor de timestamps descentralizado, lo que popularmente se conoce como "Blockchain" y al que Sathosi se refirió inicialmente como "Timechain". Esto es absolutamente crucial para un medio de intercambio o una reserva de valor, porque el intercambio consiste en transferir propiedad y el atesoramiento consiste en poseer, por tanto, evitar el doble gasto es absolutamente imperativo para que la noción de propiedad pueda existir en Bitcoin.
El propósito del subsidio es incentivar a los mineros a que proporcionen hashes para el servidor de timestamps. Cada bloque debe llevar un hash muy costoso de calcular para que todos los nodos consientan que sea encadenado al anterior, de manera que construir una historia alternativa reordenando la cronología de transacciones sería extremadamente caro. Así que, como calcular hashes consume muchos recursos, si la red quiere conseguir los hashes tiene que entregar algo valioso a cambio para que los mineros estén dispuestos a asumir esos costes. Ese algo valioso son las comisiones por transacción, es decir, aquellos que estén interesados en enviar una transacción de bitcoin, adjuntan una comisión a su transacción para que los mineros tengan el incentivo de incluirla en su bloque de transacciones.
Temiendo que durante los primeros años las comisiones de transacción no fueran un incentivo suficiente, y también tratando de encontrar una forma de distribuir inicialmente las monedas, a Satoshi se le ocurrió la idea de subsidiar cada bloque con unidades de bitcoin. Y funcionó muy bien porque a pesar del aumento en la cantidad, su valor de mercado iba aumentando a lo largo del tiempo, por lo que asumir el coste de calcular hashes ha sido un negocio rentable para los mineros.
Producir algo implica ser el propietario del resultado de dicha producción. La prueba de trabajo consiste en encontrar mediante prueba y error un número que genere un hash que comience por una cantidad de ceros seguidos (cuantos más ceros, mayor es la dificultad). Si soy el primero en producir un hash con esas características pero no estoy conectado a la red, no obtendré ningún subsidio. ¿Como es posible? Resulta que conozco el número capaz de generar el hash que necesita la red, he consumido electricidad y potencia de cómputo para producirlo, pero no soy dueño del subsidio. ¿Por qué? Pues porque no vendí el hash a la red, a los propietarios de bitcoins.
La forma correcta de ver este proceso desde un punto de vista económico es que el subsidio no lo producen los mineros, sino que lo emiten y venden exclusivamente los propietarios de todos los bitcoins en circulación a través del protocolo, y lo hacen a cambio de un hash con unas características específicas. Con "exclusivamente" quiero decir que esta es la única forma que contempla el protocolo para emitir nuevas unidades. Quisiera indicar que todos los que son propietarios es porque en mayor o menor medida están conformes con las reglas y consideran que le aportaran un valor, de lo contrario no habrían comprado o venderían.
Por otro lado, no creo que sea correcto calificar el hash como un derecho a escribir en la cadena de bloques. Los bloques son aceptados voluntariamente por la red a cambio de ese preciado hash, que es el equivalente económico de pagar por los servicios del minero a través de una subasta donde el minero puja proporcionando un bloque válido que incluye un hash que tiene unas características muy específicas y determinadas. Las nuevas unidades de bitcoin solo se pueden emitir a través de este proceso de subasta y no se contempla ninguna otra forma de emitir nuevas unidades (un cambio en las reglas que no se acepte de forma unánime supondría dos versiones distintas de Bitcoin no fungibles). El ajuste de la dificultad es la manera en que los propietarios de bitcoins modifican de forma dinámica los términos de la subasta para obtener el mayor potencia de hash posible de los mineros.
Una forma alternativa de ver este proceso es preguntarnos cuales habrían sido los costes de Satoshi Nakamoto para crear nuevas monedas asumiendo, a modo de ejemplo (aunque no muy distinto a como sucedió en la realidad), que estuvo minando él solo durante unos días o semanas, que estableció el nivel mínimo de dificultad sin ningún cero a la izquierda para conseguir acertar siempre a la primera en el proceso de prueba y error con tan solo minar unos pocos milisegundos cada 10 minutos, con lo cual el coste de generar un hash sería ínfimo. Creo que sería justo decir que inmaterial. Es importante señalar que este coste insignificante existiría como consecuencia del interés de Satoshi por generar bitcoins, sin importar cual fuera el propósito que el tuviera en la cabeza. Es decir, el coste existiría como consecuencia de la demanda.
En conclusión, la cantidad limitada de bitcoins está determinada por los propietarios de Bitcoin, no por el proof of work. Además, el proof of work seguirá siendo necesario cuando finalice el subsidio. La escasez de Bitcoin no es el resultado de los costes de producción, sino el resultado de que la demanda de unidades es mayor que la cantidad que determinan los propietarios.
* Artículo originalmente publicado en mi página de Medium
Identifíquese ó regístrese para comentar el artículo.