Este artículo que ahora escribo es más una visión sociológica que económica de la inversión. Pero como yo creo que ésta tiene mucho de ciencia social,incluso más que matemática, puede que os interesen estas reflexiones.
Para mí, la inversión tiene la virtud de ser esencialmente meritocrática. Frente a lo que suele suceder, por desgracia, tanto en la política, la administración e incluso la empresa privada, en los que los principios de mérito y valor son sustituidos por otros menos nobles como las relaciones, el nepotismo, la docilidad y a veces incluso la simple inutilidad. En la inversión, sin embargo, el que al final consigue sobrevivir tiene que estar preparado para ello. Aquí, aunque para la gente de fuera que nos ve piensen que sobre todo es un juego de tener información privilegiada antes que los demás, o de un golpe de suerte eligiendo la próxima neo-tech o cualquier otro pelotazo. La realidad es bien distinta. Este mundo puede ser duro e incluso cruel, si no lo sabes controlar puedes terminar rápidamente saliendo escaldado. Aquí debes valer de verdad, y eso significa que debes formarte continuamente leyendo y aprendiendo de todos, debes tener un gran control emocional, tanto cuando pierdes como cuando ganas y ser humilde aprendiendo de los errores. Además si quieres salir adelante debe gustarte realmente esta actividad. La inversión es un apasionante juego intelectual en el que debes manejar muchas variables distintas y cambiantes, debes desenvolverte además continuamente en la duda, puesto que sólo cuando existe incertidumbre se obtienen buenos beneficios. Una vez que todo el mundo sabe algo, la oportunidad ya pasó.Tu carácter debe ser tal que pueda hacer lo que debe sin importarle la opinión de la masa o de los medios. Si crees en algo debes caminar en soledad, a veces durante mucho tiempo. Las recompensas pueden que tarden en llegar y mientras esto sucede tendrás muchos momentos en los que desconfiarás de estar en lo cierto. También tiene que ser capaz de distinguir ese sentimiento de independencia de la simple cabezonería y de querer llevar la contraria por sistema. A veces, descubrirás un error y tendrás de cambiar de posición aunque le hayas dedicado mucho tiempo y dinero. Y eso te obliga a ser humilde. Todos nos equivocamos, grandes y chicos, y es vital que también tengamos la flexibilidad de reconocerlo. Al tiempo, muchos de los que comenzaron ilusionados, abandonarán golpeados por el mercado.
En fin, que el mérito, el esfuerzo, la capacidad y la independencia son requisitos sin los cuales serás eliminado. Pero si al final quedas atrapado por este mundo, sentirás la libertad y el placer de navegar en un mundo en que dependes de tí mismo de tu valor y capacidad.
Identifíquese ó regístrese para comentar el artículo.