Los medios de comunicación nos bombardean un día sí y otro también con la guerra comercial desatada por Trump. Es el típico ejemplo de noticia que vende periódicos porque evoca en el público cosas grandes, importantes e históricas. Es una idea simple, que en realidad nadie llega a entender en profundidad (me refiero al impacto cualitativo y cuantitativo del establecimiento de aranceles), pero genera miedo, y eso vende, y mucho.
La inmensa mayoría de la gente se deja engatusar por la narrativa. ¿Cómo va a ser bueno una guerra? Y si además es planetaria, pues imagínense. La tercera guerra mundial, que por lo menos no es con armas reales, sino con armas económicas, pero guerra mundial al fin y al cabo. De entre la inmensidad de artículos vacíos que son simple entretenimiento, a veces aparece alguno interesante, como éste de Le Figaro, que habla de la “desmundialización” o “desglobalización”. Al final de este post pongo un resumen de las ideas principales del artículo, y mi opinión al respecto.
La UE y sus más de 500 millones de habitantes podrían ser "autárquicos" perfectamente. Igual que EEUU y Asia, por simplificar. Quizá el petróleo (energía en sentido amplio) sea lo único que realmente es imprescindible intercambiar a nivel planetario. Por lo demás, es evidente que con 500 millones de personas y un territorio amplio y variado, debería ser suficiente para vivir sin problemas. ¿Qué necesidad hay de importar kiwis de nueva zelanda por ejemplo? Obviamente algunos productos serían más caros. Alimentación, textil, etc, nos costarían más a los europeos. Y eso sería un shock a corto plazo, pero como digo, a largo plazo es perfectamente viable que Europa produzca todo lo que necesita (menos la energía quizá).
Todo esto lo digo en un plano conceptual teórico, ya sé que es imposible. No juego a ser científico y analizar todos los datos y variables. Que es el gran error de la narrativa de la guerra comercial. Si realmente los aranceles terminan provocando una crisis económica, es algo que intentaremos observar a través de los mismos indicadores macro que observamos habitualmente. Si el empleo empieza a deteriorarse por ejemplo, tendremos una pista de que la economía USA empieza a “ir a peor” (que es lo que afecta a La Bolsa). No buscamos comprender por qué el empleo se deteriora: simplemente lo observamos, y actuamos en consecuencia.
Pero en cualquier caso, lo que quiero transmitir en este post es la superioridad del enfoque filosófico sobre el científico, cuando el enfoque científico realmente no es tal (que es la mayoría de los casos). El exceso y abuso de la ciencia es reflejo del ser humano que quiere ser Dios: comprender y controlar la naturaleza, el universo. Es difícil vivir pensando que no sabemos casi nada, que no comprendemos casi nada. La sociedad occidental actual nos vende lo contrario. En el campo de la medicina, por ejemplo, la gente da por hecho que el médico nos va a curar, o nos va a decir lo que tenemos. Poca gente sabe que la primera causa de muerte en EEUU son... los errores médicos.
El que intenta valorar y comprender la guerra comercial, y sobre todo, el que basa su estrategia inversora en eso, será víctima de su soberbia (inconsciente). Intentará aplicar su limitadísima inteligencia a un problema que tiene miles de variables que ni conoce ni controla ni comprende. Su conclusión tendrá la misma validez que una conclusión al azar. Pero el desgaste psicológico y físico será brutal, y eso inevitablemente le llevará a tomar decisiones que le perjudiquen económicamente.
El problema con éstas cosas es que ocurre lo mismo que con los porteros y los penaltis. El 25% (aprox) de los penaltis se tiran al centro, pero sólo el 6% (aprox) de las veces, los porteros se quedan en el centro. La razón de esto es muy sencilla: si te pagan para parar penaltis, tu obligación es intentar pararlo, y si no te tiras, te acusarán de no haber hecho nada para intentar pararlo (o tú mismo pensarás que "no lo has intentado").
Con la guerra comercial ocurre lo mismo: si no intentas comprender en qué te puede afectar, si no tomas medidas, te acusarán (o peor aún: te acusarás tú mismo) de no haber intentado evitar la debacle (en el caso de que las bolsas cayeran con fuerza). Así que todo el mundo lee, piensa y analiza esta guerra comercial, intentando anticipar las consecuencias.
El sabio filósofo que sabe que no sabe nada, ni siquiera lo intenta. Su postura es diferente: la bolsa sube a largo plazo, el ciclo económico expansivo sigue vivo, no hay figura de techo en las bolsas, y nuestro objetivo principal como inversores es capturar la rentabilidad de los negocios empresariales a largo plazo (en torno al 6-7%). Este es el objetivo mínimo: obtener la rentabilidad del mercado (la de los índices), y curiosamente el 90% de los fondos, no alcanzan ese objetivo mínimo, lo cual es otra forma de ver lo que estoy diciendo: los que intentan ser científicos y comprender “lo que pasa en el mundo”, para tomar decisiones activas, no aportan valor en su gran mayoría. Les habría ido mejor “estándose quietos”, pero claro, los clientes no entenderían ni aceptarían que los gestores a los que pagan comisiones importantes, “no hagan nada”. Por eso digo que la “culpa” no es de los gestores, sino de los clientes, que son los que condicionan y obligan realmente a los gestores a dar esa apariencia de actividad. Del mismo modo que la responsabilidad de la tele basura es de los espectadores (que podrían simplemente apagar la tele), y en sentido más amplio, la responsabilidad de la corrupción política, y mucho peor aún, la responsabilidad de la ineptitud política, es de los votantes. (Nótese lo que digo: es mucho peor un ignorante que un corrupto, porque el corrupto se lleva una buena tajada pero beneficia al país en su conjunto con sus medidas y decisiones, mientras que el honrado ignorante no se lleva tajada pero perjudica a todo el país con sus medidas equivocadas).
En definitiva, el objetivo mínimo debe ser capturar la rentabilidad media anual de la bolsa a largo plazo, y eso implica que la inmensa mayoría de las veces es mejor estarse quieto. (El tema de cómo batir al mercado se sale del objetivo de este post). Las opciones, por cierto, son una gigantesca ayuda para aprender a estarse quieto: el hecho de tener el mejor y peor resultado ya acotado en la estrategia inicial, ayuda mucho a "dejar que pase el tiempo" y esperar al vencimiento. Por defecto, la posición de un inversor debe ser estar dentro del mercado. Hay que estar muy seguro de que estamos en una burbuja y un pico de euforia para salirse del mercado.
Anexo: ¿está en marcha la desglobalización?
Como he intentado transmitir en este post, es un error basar una estrategia de inversión en la capacidad de analizar y sacar conclusiones de un evento histórico "circunstancial" como la guerra comercial. Esta forma de proceder nos habría dejado fuera de los grandes mercados alcistas del s.XX, donde ocurrieron multitud de eventos geopolíticos de este tipo. Pero lo que sí está permitido es interesarse por la cuestión desde un punto de vista intelectual, intentando aprender y comprender parcialmente la cuestión. En este sentido, el artículo de Steve Ohana (hermano de JJ Ohana, del que he hablado aquí varias veces), me parece especialmente interesante por la apertura de mente que aporta. Voy a resumir brevemente algunas ideas que aparecen en el artículo que publicó en Le Figaro (en francés).
1- Los volúmenes de negocio sobre los que se quieren imponer aranceles empiezan ahora sí a ser preocupantes. De hecho, dado que EEUU exporta hacia China bastante menos que China hacia EEUU, S. Ohana concluye que la guerra deberá trasladarse a otros ámbitos como penalizaciones concretas a empresas americanas, devaluación del yuan, ventas de las inmensas reservas que tiene China en dólares y concretamente venta de letras y obligaciones del tesoro americano, que provocarían una subida de tipos.
A este respecto, quiero aportar dos datos.
a- según dice Ryan Detrick, la posesión de bonos USA por parte de China no solo no ha caído, sino que ha crecido respecto al mes de febrero (curiosa guerra...), y por otra parte, de marzo a julio, los beneficios empresariales han crecido en todas las regiones principales (EEUU, Europa, Japón y Emergentes), lo cual no encaja muy bien con una guerra comercial... salvo que los efectos se empiecen a notar ahora.
b- como vemos en el siguiente gráfico, en efecto las cantidades empiezan a ser muy considerables (y China no puede poner ya más aranceles a EEUU).
Fuente.
2- Los modelos económicos tradicionales predicen un impacto moderado sobre el crecimiento mundial, pero estos modelos no están preparados para este tipo de eventos tan complejos. Además, según qué países y sectores, el impacto será muy variable. Alemania por ejemplo, sus exportaciones son el 45% del PIB (vs 30% en el año 2000). En EEUU las exportaciones son el 12%, y en China el 20% (vs 37% en 2006).
El problema de la estimación del impacto por parte de los modelos tradicionales es que la cadena de valor es tremendamente compleja hoy. Es normal que piezas de vehículos crucen varias veces la frontera EEUU/México o Canadá antes de dirigirse hacia su lugar de ensamblaje final. Hay que prever por tanto algunas disrupciones en las cadenas de valor cuya viabilidad económica dependía de la ausencia de aranceles. Algunos proveedores podrían quebrar de un día para otro, provocando una reacción en cadena de consecuencias impredecibles.
3- Otra variable que no tienen en cuenta los modelos tradicionales es el impacto sobre el sentimiento de los diversos actores económicos y las decisiones de inversión. El ejemplo del Brexit, donde algunas empresas han suspendido sus inversiones a la espera de que se esclarezca la situación, es extrapolable.
4- Una guerra comercial tendría impacto sobre el multilateralismo en general, del que EEUU fue garante desde 1945. Trump ha retirado a EEUU de los acuerdos de París sobre el clima, del acuerdo sobre Irán, del consejo de DDHH de la ONU, y ha expresado críticas sobre el G7, la OTAN, y el NAFTA y la OMC. ¿Las consecuencias económicas de este nuevo orden internacional menos cooperativo podría incluso provocar, por reacciones en cadena, la desintegración de la UE?
En mi opinión, Ohana cae en el error de la gente muy inteligente: intentar comprender lo incomprensible. La historia es una sucesión de eventos a los que intentamos dar una explicación o un sentido global a posteriori. Pero en realidad ese sentido global seguramente no existe. La subida de los partidos populistas en Europa no se explica por la pérdida de soberanía como dice Ohana, ni por otros motivos económicos. Es simplemente el reflejo de la naturaleza humana: egoísta, envidiosa, rebelde, miedosa, etc. No tiene sentido que Europa caiga en ello ahora que es más rica que nunca. En España estamos muchísimo mejor que hace 30 años, pero peor que hace 10 (en medio de la burbuja inmobiliaria, que no era más que una ilusión...que la mayoría toma como una realidad "sostenible" si no fuera por los políticos corruptos). Estamos en la mejor situación histórica, con una calidad de vida que no tienen incluso países que son más ricos que nosotros (porque el clima tiene su importancia). Y sin embargo, aparece un partido como Podemos, que vende la defensa de los pobres y la igualdad. No es la pobreza la que explica la aparición de Podemos, sino el contraste entre la burbuja y la caída posterior (entre otras cosas). Sin la burbuja inmobiliaria y crisis posterior, Podemos no existiría.
En cualquier caso, la historia está plagada de eventos "cisne negro", así que debemos aceptar como posible la ruptura de la UE. El error, nuevamente, es pensar que eso implica vender bolsa y salir corriendo.
PD: por cierto, el proteccionismo es inflacionario, y el mejor activo para protegerse de una inflación elevada es la bolsa, porque los activos reales y productivos se adaptan al nivel de precios. Esto es algo que oigo muy poco en los medios...
PD2: ¿será la guerra comercial una nueva narrativa equivocada y aceptada por todos, como lo fue la posible recesión de finales de 2015 y principios de 2016 que resultó ser solo un problema sectorial (relacionado con el petróleo)? En este caso, una corrección como la vivida (o quizá otra más fuerte por venir), sería una oportunidad de entrada o de reforzar.