Los grandes referentes del Value Investing se han diferenciado de los gurús de otras corrientes de inversión por una patente preferencia por explicar y argumentar su entrada o salida de compañías con sencillez y utilizando un vocabulario carente de cualquier complicación técnica. En España, los adjetivaríamos como campechanos, sin embargo el primer campechano del reino ha arrastrado en su caída no sólo a una institución, sino lo que es más importante, ha manchado de tierra y lodo la connotación positiva de esta palabra. Por lo tanto el aforismo del Value Investing seguirá siendo: Keep it Simpley no Mantente campechano –como siempre lo he traducido en mi cabeza-. Ahora pasemos a repasar estos diez consejos:
Por lo tanto si queremos evitar una erosión continúa de nuestros ahorros debemos invertirlo de alguna forma ya sea en un depósito a plazo, acciones, materias primas, futuros, bienes inmuebles, fondo de inversión, arte, deuda privada…
La Inversión en Valor nunca ha escondido su preferencia por las acciones –renta variable- ante cualquier otro tipo de activo financiero como por ejemplo la renta fija ya sea esta pública –los populares bonos a 10 años de España y Alemania- o privada –deuda emitida por las compañías para recabar financiación-. Siguiendo los cálculos del Profesor Karl B. Diether observamos la enorme diferencia entre invertir entre Renta Variable y Fija:
5. LOS SENTIMIENTOS NO SON BUENOS CONSEJEROS
La presión a la que se ve sometida a día de hoy un inversor se ve multiplicada por la omnipresencia de las noticias bursátiles en los medios de comunicación. Si hemos decidido invertir a medio plazo –digamos a tres o cinco años- nuestra capacidad de análisis estará en serio peligro si seguimos al minuto el comportamiento del mercado. Debemos ser consecuentes con el plazo de inversión y objetivos que hemos decidido con anterioridad y mantenernos fieles a ellos. Una vez que comencemos a zozobrar por declaraciones de presidentes del gobierno, altos cargos de la Unión Europea, miembros de la Fed. no estaremos más que confundiendo las bases de nuestra inversión. Si basamos nuestra inversión en la salud financiera y las líneas de negocio de una empresa deberíamos estar pendientes de que las mismas no se deteriorasen pero no pretender abarcar y procesar todos los movimientos diarios de los mercados y sus motivaciones.
La esencia del análisis del inversor inteligente es puramente subjetivo pero esto también implica serestricto con las decisiones tomadas y mantenerlas siempre y cuando no varíen las condiciones que formaron parte del análisis como por ejemplo un agujero contable oculto o la entrada de competidores que reducen el margen de beneficios de nuestra compañía.
Peter Lynch en One Up on Wall Street recela de la idea de invertir con el sentimiento de mercado o hacer lo opuesto –defendido por los contrarian- y por medio de una reductio ad absurdum expone sus ideas:
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