El abismo fiscal es un término acuñado por el Presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, para referirse a la coincidencia el 2 de enero de 2013 del fin de varias exenciones fiscales realizadas tanto por el Presidente Bush Jr. como por el actual Presidente Obama. En el siguiente gráfico de The Washington Post se puede ver lo que supone en términos de incremento de impuestos por hogar americano:Cerca del 90% de los hogares norteamericanos verán incrementados sus impuestos el próximo año, si no se produce antes un acuerdo entre republicanos y demócratas. La media del incremento de impuestos varia entre los 412 dólares de los hogares con menores recursos hasta más de 14.000 dólares anuales en los hogares con ingresos superiores a 100.000 dólares. Se calcula que el aumento de impuestos será de aproximadamente 536 mil millones de dolares, aproximadamente un 4% del Producto Interior Bruto, o unos 3.500 dólares por hogar. Evidentemente, el impacto de estas medidas sobre el consumo puede ser muy importante, retrayéndolo de una manera importante. Recordemos que todas estas medidas que se tomaron durante la crisis del 2007 - 2008 y las vacaciones fiscales que se aprobaron entonces buscaban precisamente incentivar el consumo. El coste de incentivar el consumo puede verse en la siguiente gráfica, donde se ve el déficit fiscal de Estados Unidos:
La consecuencia de esta política fiscal es aproximadamente un 12% del PIB en déficit fiscal para este año 2012. La otra consecuencia es que para Enero de 2013, quizás un poco más tarde según los ajustes contables que se hagan, se vuelve a alcanzar tras un año y medio el límite en el techo de deuda. Estados Unidos no puede vivir sin préstamos, por lo que es más que probable que el techo de la deuda sea aumentado, aunque también las negociaciones entre demócratas y republicanos pueden ser complicadas, con una más que probable opción en que sea un compromiso a corto plazo y con recortes en gasto público, que pueden acelerar la entrada en recesión de Estados Unidos.
Es la suma de ambas circunstancias, el aumento de impuestos y los recortes en gasto público que unidos pueden acarrear a Estados Unidos una desaceleración de su economía entre 2 a 4 puntos del PIB, en una economía que en el último trimestre ha crecido al 2,5% aproximadamente, supone sin duda la entrada en recesión.
El siguiente gran peligro, que ya no depende tanto de lo que puedan hacer los políticos de aquí a Navidad - Año Nuevo, es la burbuja de los Bonos de Estados Unidos. Si nos fijamos en el siguiente cuadro, hay una posibilidad que los tipos de interés vayan a buscar la parte alta del canal de largo plazo, a niveles del 4%.
Un aumento de los tipos de interés supondría para Estados Unidos tener que dedicar más dinero al pago de intereses y por lo tanto podría suponer no poder dedicar tanto dinero del presupuesto a otras partidas, con lo cual este es otro peligro para la economía americana que puede profundizar la posible recesión a partir del 2013. Parece que los tipos de interés tienen poco recorrido a la baja, si respeta el canal de largo plazo, aunque la intención de la Reserva Federal es mantener estos niveles durante mucho tiempo, de hecho con el último QE, su intención es mantenerlos indefinidamente. Para mí, lo más seguro es que en el último momento se lleguen a los acuerdos necesarios para salvar tanto el "acantilado fiscal", como para aumentar el límite de la deuda. Pero seguro que tendrán que haber concesiones. Para la credibilidad internacional de Estados Unidos, se pueden ver obligados a reducir el déficit en un 1% del PIB, que representa 150 millardos de dólares, pero que incluso esa cantidad puede llevar a Estados Unidos al borde de la recesión.