Por fin, el BCE reacciona, pasando de las palabras a los hechos, anunciando el tan esperado programa de compra de deuda. El Banco Central comprará, desde marzo de 2015 hasta al menos septiembre de 2016, 60.000 millones de deuda pública y privada, lo que supone un total de 1,14 billones de euros. Sin duda, es más de lo esperado por el consenso del mercado, aunque en la misma se incluye el programa de activos de deuda privada (unos 12.000 o 13.000 millones de euros mensuales) ya iniciado, comprando por tanto cédulas o activos de deuda titulizados, así como deuda soberana en el mercado secundario.
Cabe puntualizar que las compras sólo serán, en principio, de activos en grado de inversión. Sin embargo, Mario Draghi, Presidente del BCE, en su comparecencia puntualizó que “algunos criterios adicionales se utilizarán en los países bajo programas de la UE y el FMI". Aunque en principio, dejan de lado a los bonos griegos (bonos basura), en la rueda de prensa Draghi hizo alusión a que las compras de bonos griegos podrían comenzar en julio. Así mismo, establecen límites: no comprando más del 33% por emisor ni el 25% por emisión.
Draghi ha puntualizado que los bancos centrales de los 19 países miembros del Área Euro comprarán la deuda y solo el 20% de los títulos serán en régimen de riesgo compartido. Así, las pérdidas potenciales serían asumidas por todos los miembros de la eurozona, mutualizando los riesgos. En el 80% restante, cada banco central comprará sus propios títulos y asumirá los riesgos asociados.
En este programa, llamado técnicamente expanded asset purchase programme (EAPP) se comprarán activos que tendrán un vencimiento entre 2 a 30 años, contemplándose la compra de bonos con rentabilidades negativas.
Además del nuevo programa, el BCE ha decidido rebajar el interés de las inyecciones de crédito barato a largo plazo, las llamadas TLTRO, actualmente en marcha, dejando la tasa de interés igual que en las principales operaciones de financiación. También mantiene los tipos de interés en el mínimo del 0,05%, la facilidad marginal de crédito en 0,30% y la facilidad de depósito en -0,20%.
Desde Aspain 11 Asesores Financieros EAFI llevábamos varios años comentando la necesidad de tomar este tipo de medidas de política monetaria. Las razones eran evidentes, y más si seguimos el planteamiento ortodoxo del BCE, que tiene el mandato de llevar la tasa de inflación por debajo pero próxima al 2%. Así mismo, como objetivos anexos a esta hoja de ruta principal, se encuentran el de promover la actividad económica y crédito bancario.
Si tenemos en cuenta el riesgo de deflación, las restricciones al crecimiento económico de la Eurozona, junto con la bajada del precio del petróleo, sin duda el QE es una medida de urgencia.
Una de las críticas a este programa, sería al timing de la toma de decisión, ya que si se hubiese hecho hace un año o más nos hubiésemos ahorrado algunos varapalos económicos resultado de políticas fiscales restrictivas nacionales. Sin duda, la misma se lleva a cabo en un momento más complejo, en el que seguramente su efecto sea menor dado a que las heridas en la economía real son mucho más sangrantes.
Nos parece positivo que el BCE no cierre la puerta a replantearse la dimensión o los plazos de este sistema en función de su efectividad, tal y como en su día hicieron otros bancos centrales como el estadounidense. De hecho, la Reserva Federal llevó a cabo tres quantitative easing con una muy acertada reducción progresiva del programa (tapering) desde diciembre de 2013 hasta octubre de 2014. Ello supuso un impulso para su economía y el empleo del país, así como un empuje bursátil tal y cp,p se puede ver en el siguiente gráfico del S&P 500 (sobre todo con el QE3, en el que el S&P 500 repuntó más de un 40%).
El programa anunciado hoy por el BCE, puede tener consecuencias por varias vías, entre ellas destacamos:
- 1)Bajadas de las primas de riesgo y por tanto abaratamiento de la financiación del los países del Área Euro, proporcionando un balón de oxigeno.
- 2)Depreciación del euro. Aunque el mercado de divisas ya ha descontado parte de este movimiento antes del anuncio del QE, ello facilitaría la salida de la crisis vía exportaciones.
- 3)Presionar al alza la inflación que según el último dato de diciembre de 2014 se encuentra en terreno negativo, IPCA Área Euro -0,2%. Sin duda, la caída del precio del petróleo durante las últimas semanas, ha sido un factor determinante, pero no tenemos que olvidar que veníamos registrando datos que apuntaban a la “japonetización” de la economía europea.
- 4)Facilitar dinero a los bancos, ya que son grandes poseedores de deuda. Con ello, intentar acabar con la contención del crédito a empresas y particulares y propiciar de una vez por todas que la liquidez legue a la economía real.
De todas formas, no olvidemos, como también ha hecho mención Draghi en la comparecencia, que las medidas de política monetaria, tienen que ir acompañadas por medidas fiscales y reformas estructurales, encaminadas a acabar con las elevadas tasas de paro de algunos países del Área Euro y mejorar el entorno empresarial, aumentando la renta disponible de las familias y con ello reactivando el consumo interno. Desde Aspain 11 Asesores Financieros EAFI queremos añadir una sugerencia, tenemos que cambiar de raíz el planteamiento productivo de Europa, dado que si queremos competir en la economía global, no podemos hacer libre comercio con países como Estados Unidos en el actual escenario, tenemos que empezar la casa por los cimientos, que no nos ocurra como con la instauración del euro, evitemos poner parches por el camino y sentemos las bases para fortalecer la economía europea.