La razón por la que se deberían haber aumentado los tipos de interés y por la que, al no hacerlo, deberían subirse lo antes posible, no es porque la economía pueda soportarlo sino, más bien, porque le vendría bien la subida.
Teniendo en cuenta los mecanismos de transmisión siguientes, voy a analizar los efectos que una subida de tipos puede traer a la economía.
• El efecto renta: Unos tipos de interés más altos implican mayores rentas para los ahorradores y mayores gastos financieros para los prestatarios. En los hogares, en concreto, los activos que generan intereses a corto plazo superan con creces a los pasivos que pagan intereses a tipo variable, por lo que una subida de los tipos de interés a corto plazo mejoraría las rentas y, por tanto, la demanda agregada.
• El efecto precio: Unos tipos de interés más altos premian el ahorro y penalizan el endeudamiento. En teoría, subir los tipos de interés animaría a las familias a ahorrar más y a consumir menos y llevaría a los negocios a abandonar aquellos proyectos de inversión incapaces de generar unos flujos de caja que justifiquen el mayor coste de los intereses. Unos tipos de interés más altos también podrían limitar el número de familias con acceso a una hipoteca, lastrando el mercado inmobiliario. Todo esto podría reducir la demanda en la economía.
• El efecto riqueza: El valor de un activo suele estar determinado por el valor descontado de los flujos de caja futuros que producirá. Unos tipos de interés más altos incrementan el descuento, lo que podría reducir la riqueza y, por lo tanto, el consumo, por un efecto riqueza negativo.
• El efecto tipo de cambio: Los flujos de capital a corto plazo son importantes para determinar el tipo de cambio. En teoría, los operadores de divisas prefieren aparcar su dinero en las divisas con el tipo de interés interbancario a un día más alto. En este sentido, unos tipos de interés más altos podrían aumentar la demanda de dólares estadounidenses, lo que se traduciría en un tipo de cambio más elevado que, a su vez, frenaría las exportaciones y ralentizaría la economía.
• El efecto expectativas: Cuando un banco central empieza a aumentar sus tipos de interés y deja claro que tiene intención de continuar aumentándolos gradualmente, los hogares y los negocios se ven incentivados a endeudarse antes de que los tipos de interés suban aún más, lo que fomenta el consumo y la inversión.
• El efecto confianza: El que un banco central aumente sus tipos de interés desde niveles bajos suele interpretarse como una muestra de confianza en la economía, lo que puede estimular el gasto de consumidores y negocios. Por el contrario, cuando los tipos de interés aumentan desde un nivel elevado, puede interpretarse como una medida para combatir la inflación y podría llevar al sector privado a recortar su gasto ante el previsible deterioro del crecimiento futuro.
Los tipos de interés desempeñan un papel fundamental en la asignación de recursos en la economía.Unos tipos de interés artificialmente bajos fomentan una asignación inadecuada del crédito.
El factor más importante es que a la economía le vendría bien reactivar la demanda. Los efectos positivos sobre las rentas, la riqueza, la confianza y las expectativas solo se verían contrarrestados levemente por los efectos negativos sobre los precios, por lo que las primeras subidas de tipos estimularían la demanda.