El ejemplo puede parecer infantil o demasiado simplista pero cuanto menos invitará a la reflexión. Un avión en plena fase de despegue necesita mucho combustible para elevarse y vencer las fuerzas de la gravedad. En pleno vuelo el avión necesitará menos combustible para su velocidad de crucero. Si en algún momento el avión va muy escaso de combustible no le quedará más remedio que aterrizar para repostar si quiere evitar sustos mayores. A lo que voy, muchos analistas técnicos consideran al volumen, es decir al número de transacciones en un periodo de tiempo definido, como el combustible de la tendencia. El que manda en el mercado sabemos que es el precio, las ganancias o las pérdidas son exclusivamente función del precio, pero la teoría es unánime respecto al volumen, indirectamente tiene una importancia capital y es imprescindible seguirle el rastro. Hay quien dice que es el quinto dato de una vela después de la apertura, máximo, mínimo y cierre. De su utilidad, o no, se han escrito ríos de tinta y sigue generando bastante controversia. A mi juicio un seguimiento sencillo y preciso que al mismo tiempo permite averiguar la salud de una tendencia lo da el indicador de tendencia de precios por volumen, en adelante PVT.
A diferencia del indicador de balance de volumen OBV que suma o resta todo el volumen en función de si el cierre actual es superior o inferior al cierre previo, el PVT suma o resta solo una parte del volumen según el porcentaje de variación de los precios de cierres. El OBV puede crear unos gráficos un tanto irreales si los cierres son muy parejos, en cambio el PVT tiene muy en cuenta la diferencia entre los cierres con lo que su gráfico es más fiable.
El mercado global más potente de Estados Unidos, el Nasdaq, tuvo como tantos otros su despegue con un buen llenado de combustible en octubre de 2002 en primera instancia y en marzo de 2009 en segunda instancia en forma de divergencias alcistas del PVT respecto al precio. Ha tenido su velocidad de crucero desde 2009 con alguna que otra turbulencia (2010, 2011 y 2015), pero actualmente corre serio peligro por falta de combustible. Hace pocos días escribí al respecto (link).
Se puede apreciar claramente que tras la corrección en forma de onda plana en agosto de 2015 y enero de 2016 el precio ha remontado solamente por pequeños golpes de volumen. El PVT no está acompañando al precio lo cual significa que el volumen actual no es el adecuado para seguir subiendo y el mercado en cualquier momento se irá hacia abajo inevitablemente.
El índice Dow Jones está actualmente muy fuerte por los sectores bancario y energético que están en plena borrachera Trump pero el indice padece del mismo mal a pesar de que en el último mes las tendencias convergen.
Análogamente en el S&P 500.
Por supuesto que la tendencia es alcista, los toros mandan en el mercado, la euforia es máxima, fluye el cava, los cohetes suenan pero la realidad es que el reconocimiento médico diagnostica que la salud de la tendencia es mala, yo diría que terminal.
Todo ello que no sea óbice ni cortapisa para desearos un feliz 2017 en salud y en plusvalías, eso sí, con los stops ajustados por si acaso los acontecimientos se precipitan nada más entrar 2017.