Vivimos una crisis económica en que el Estado actúa como garante de último recurso. Esta situación es una de esas en que nos podemos plantear si realmente necesitamos un Estado o no. Mi humilde opinión es que sí es necesario, al menos esta sería una de las situaciones en que realmente estaría justificada su existencia.
En este tipo de situaciones, el Estado debe implicarse en preservar la estructura económica y evitar el daño social de la crisis, lo que sería complicado en su ausencia. En el terreno empresarial, la intervención estatal podría implicar su entrada en el accionariado de determinadas empresas, y por tanto cierto grado de nacionalización, cuya importancia dependería del porcentaje de capital adquirido y de la proyección temporal de esa adquisición.
En este sentido, como liberal, no me gusta la intervención estatal en la empresa y el mercado, ya que un principio esencial es asumir la responsabilidad de los propios actos, tanto en tiempos buenos como malos. Sin embargo, se podría considerar excepcionalmente la intervención en situaciones de crisis como la actual dado el daño económico y social que podría derivarse de la no intervención.
El rescate debería en cualquier caso excluir empresas inviables, ya que ello implicaría la creación de empresas zombie, aquellas que no generan caja y no pueden hacer frente a sus costes excepto por las ayudas percibidas, lo que contribuye a reducir la productividad suponiendo además un coste de oportunidad de los recursos empleados.
En este sentido, la potencial intervención del Estado en las empresas también se ha interpretado como un incentivo al riesgo moral, ya que permite llevar a cabo actividades de mayor riesgo presuponiendo que, en caso de fracaso, serán rescatadas. Hecho que se ha interpretado como situaciones de privatización de beneficios y socialización de pérdidas.
Este tipo de situaciones no tendrían que producirse, ya que la entrada pública en la propiedad debería implicar un simultáneo cese de la dirección de la empresa y la asunción de pérdidas por los accionistas y acreedores. Siendo una situación alternativa aquella en que la intervención pública se produce en forma de créditos o avales, reforzándose en estos casos los riesgos a futuro de riesgo moral y socialización de pérdidas.
Sin embargo, si la entrada pública en el accionariado se produce con el nombramiento de una dirección técnica independiente cuyo objetivo sea reflotar la empresa con la intención de sacarla al mercado una vez saneada, permitiría recuperar la inversión e incluso obtener una rentabilidad y mejorar las cuentas públicas y el margen fiscal.
En paralelo, en la situación actual, y entre las consecuencias de la crisis, se encuentra el debate de si el escenario actual dará lugar a una menor globalización, dado que se han demostrado los riesgos que entraña poseer largas cadenas de producción globales. Pudiendo su reestructuración implicar acortar, redistribuir y ramificar esas cadenas de valor en un proceso denominado reshoring o nearshoring, es decir, recuperar la producción dentro de un país o en éste y sus países vecinos.
Sin embargo, estos procesos pueden presentar sus inconvenientes e implicar menor eficiencia y mayores costes de producción, perdiendo ventajas comparativas o competitivas, lo que al final se traduce en mayores precios y menor calidad de vida.
Al respecto, se ha mencionado que la crisis ha hecho girar la mirada hacia sectores considerados estratégicos, como energía, alimentación o sanitario, con el fin de garantizar el suministro, suponiendo que la globalización es un riesgo en cuanto a la capacidad de satisfacer la demanda en situaciones de crisis como la actual.
En realidad, actualmente la globalización si supone un riesgo, pero por lo opuesto a lo argumentado, es decir, porque no existe la suficiente globalización. Independientemente de que la globalización implica eficiencia, los peligros de desabastecimiento argumentados tienen su origen en potenciales limitaciones de las exportaciones por los países productores, en principio para garantizar su autoabastecimiento.
Sin embargo, en ausencia de estas limitaciones, los bienes necesarios podrían llegar rápidamente a los países que primero sufriesen los efectos de la pandemia de forma más severa, dando tiempo a que se incrementase la capacidad de producción a nivel global para satisfacer la demanda mundial a medida que la pandemia progresase.
Indudablemente en un mundo como el actual, una globalización de este tipo podría considerarse utópica, pero la autarquía tampoco sería una solución, ya que implicaría menor eficiencia y mayores costes. En mayor medida si eso supone el control público de dichos sectores.
En este aspecto, cabe mencionar que los defensores de lo público dan por supuesto la mayor eficiencia de la gestión pública que la privada, lo cual es mucho suponer, ya que la empresa privada puede presentar mayor especialización, mayores economías de escala y una flexibilidad de respuesta mayor ante eventos inesperados, siendo un ejemplo la reciente crisis y la adaptación del sector privado hacia la fabricación de material sanitario.
Pero además, la presencia de empresas públicas implica competencia desleal con el sector privado, ya que su acceso a recursos está menos limitado. Cuando además, se presta a situaciones de connivencia política, ya sea restringiendo la competencia a través de la legislación favoreciendo la creación de monopolios u oligopolios, como a favorecer y facilitar mayor nivel de corrupción, ya sea con el fin del enriquecimiento personal o la financiación ilegal de partidos políticos.
En este sentido, también se debería contemplar el hecho de que la estrategia empresarial debe diseñarse a largo plazo, y la presencia de políticos y afines en las direcciones puede impulsar estrategias extractivas a corto plazo, debido a que la dirección de la gestión podría estar condicionada por los periodos electorales.
Por tanto, quizá podríamos concluir que tan utópico es pensar que la globalización será el rayo de esperanza (silver lining) que contribuya a resolver los problemas a los que nos enfrentamos mejorando la eficiencia, como que esta solución pueda proceder de una economía intervenida políticamente y pública. De poder elegir, me quedo con lo primero sin dudar.
No hay una solucion optima a las relaciones socio-economicas de este mundo,unos caeran del lado de la intervencion estatal,como cayeron en el comunismo y otros caeran del lado del capitalismo,unos en el sociocapitalismo hiperregulado e igualador por abajo y otros en el capitalismo ultra consumista donde lo unico que importa es el dinero,unos viviran en sociedades populistas e incluso dictatoriales y otros en selvas donde lo unico que importa es el dinero,paises donde se explota y encarcela a sus ciudadanos y otros donde se les manipula para que las difenentes facciones politicas que no representan sus intereses tomen el poder mediante las elecciones.No pidamos peras al olmo porque de lo que se trata es de poder y dinero.Existen empresas ultraeficientes que acaban expulsando la competencia y la diversidad de productos,megagigantes como amazon microsoft,google mercadona,empresas chinas etc que empobrecen la oferta y aprietan tanto a sus proveedores que son ya exclavos de esas empresas.Nuevas tecnologias que acabaran con sectores enteros.Ser gobernados tanto por estados o megaempresas es un peligro y es hacia donde nos dirigimos.Un tema tan complejo e irresoluble como el ser humano y su escasa vision.
Gracias por tu comentario. Cada país puede ser un mundo, pero centrándonos en las democracias occidentales, cada sociedad presenta un modelo de equilibrio entre mercado y estado que se encuentra condicionado por la política, y en cierta medida por los ciudadanos en cuanto que votan en las urnas.
Y efectivamente nos encaminamos a un mundo globalizado en que las multinacionales pueden concentrar mercados y adquirir mucho poder condicionando la política global. Ya veremos si la política y la sociedad civil logran controlar a estas empresas.
Es que al final ninguna fórmula capitalista es perfecta o fracasan o mueren de exito...es como la paellera si se va volcando hacia un lado se va generando un problema llega el gobierno y va basculando para el otro y vas generando un problema en la zona que había mucho aceite y su consigues nivelerla los que conocieron la zona de mucho acite generará descontento siempre habrá descontento...
En realidad avanzamos con los errores...pero si son muy gordos avanzas menos...
En respuesta a Pepe Mary el Chucho de Colastani
Es dificil mantener un equilibrio competitivo permanente. El mercado puede facilitar la concentración dando lugar a oligopolios. En este sentido una regulación de la competencia es fundamental.
Gracias a la intervención de los gobiernos como el americano no se ha caído en una crisis con en el 27...
Depende del gobierno,a lo largo de la historia se ha demostrado que ha habido gobiernos que han empobrecido a sus gobernados,la mala gestion de los recursos en manos publicas es legendaria.Lo que regula los excesos del capitalismo no son los gobiernos sino la justicia,unas leyes bien hechas y que se hagan cumplir por un la justicia independiente de gobiernos corruptos es lo que garantiza la libertad y la prosperidad,la justicia deberia ser independiente y los gobiernos no deberian tener la potestad de emitir leyes,solo los juristas dentro del marco de una constitucion que garantice la libertad individual y el bien comun,no el de los grupos de presio y las elites,la panacea no son los gobiernos ni los estados sino la justicia independiente.
En respuesta a luis garcia
Cierto, se habla mucho de los fallos de mercado pero no de los fallos de estado. Tema que ya comenté hace algún tiempo:
https://golpedefecto.blogspot.com/2017/11/mercado-competencia-y-estado.html . Pero con respecto a la legislación no estoy de acuerdo. Además de que el gobierno requiere la ratificación del Parlamento para aprobar las leyes. Otra cuestión, que si comparto, es que las leyes deben velar por el bien común y no facilitar el beneficio privado, siendo además esencial una separación efectiva de poderes.
Y gracias al paraiso globalista que nos vendieron se ha llegado a todas estas crisis de deuda y desempleo donde ya no funciona la economia,donde por haberlo hecho de forma interesada y que ha favorecido a unos pocos ya no funciona nada y son todo patadas a seguir de corto plazo.Donde los gobiernos destruyen riqueza,suben impuestos a la poblacion indiscriminadamente porque la deuda se ha disparado,donde se empobrece a grandes masas de la poblacion y hay que subsidiarlas y mientras tanto no se ha sacado de la pobreza a continetes enteros.
En respuesta a luis garcia
De momento, no se han producido crisis de deuda, y la tasa de paro han sido bajas, e incluso estructurales en numerosos países, sacando de la pobreza a cantidades ingentes de población
https://ourworldindata.org/extreme-poverty#:~:text=As%20we%20can%20see%2C%20globally,million%20every%20year%20since%201990.. Ahora tenemos una crisis nueva que puede generar crisis de deuda soberana en el futuro, quizá de forma poco probable gracias a la intervención de los bancos centrales. Lo que no implica que a más largo plazo no sean necesarias políticas de consolidación como ya indiqué en un artículo anterior:
https://golpedefecto.blogspot.com/2020/06/deuda-multiplicadores-y-consolidacion.html . Y el caso español tratado aquí:
https://golpedefecto.blogspot.com/2020/05/espana-presupuesto-deficit-y-deuda.htmlClaro que se ha sacado a ingentes cantidades de poblacion de la pobreza pero ha sido en parte por la globalizacion y en parte por el crecimiento natural de la economia de esos paises,antes de la globalizacion los paises debastados por la primera y segunda guerra mundial alcanzaron las cotas de bienestar del primer mundo,de hecho son el primer mundo.La crisis de deuda no se ha producido porque todavia se esta inflando el globo y se sigue inflando el globo porque saben que las consecuencias de que explote son gravisimas y lo mas grave es que ademas de emitir ingentes cantidades de deuda y de imprimir ingentes cantidades de dinero no hay inflacion, es decir crecimiento economico,con tasas de tipos de interes negativo no se crea riqueza nueva via inversion porque ese deuda nueva solo vale para sostener deuda vieja.
respecto a los paisews y sus legislaciones,la ultima....Alemania tiene previsto abrir una nueva central de carbón este año,pero despues quien se va a comer la subida de impuestos de la europa verde,las empresas o los ciudadanos,los grandes grupos empresariales que les interesa una energia barata y si no se van del pais como en España o los ciudadanos jubilados,trabajadores mileuristas...Para quien legislan,como el dieselgate,pero hay miles de ejemplos,los gobiernos y las grandes corporaciones son uno y las leyes se utilizan a conveniencia,no para el bien comun.
plantea usted en el articulo un gran dilema que con las estructuras socio-politico-economicas actuales, en mi humilde opinion no tienen solucion..como por otra parte refleja usted al final del articulo.
Y es gracioso comprobar como el pais que con diferencia mas se ha visto favorecido por la globalizacion es CHINA pais comunista que no va a dejar de serlo y que esta dando por saco a todos sus vecinos,ha robado tecnologia,mantiene campos de trabajo,oprime a minorias,persigue religiones,encarlela disidentes y sin embargo AFRICA sigue igual,sera que la globalizacion ha sido un cuento interesado por ciertos poderes,porque sacar de la pobreza no es que se forren 4 oligarcas del partido y que los demas tengan que trabajar en ciudades-fabrica por sueldos miserables para que las multinacionales pudesen producir ingentes cantidades de bienes a precios irrisorios,no niego que haya habido ciertas capas sociales que vivan mejor pero no ha sido el gran logro que nos quieren vender.
En respuesta a luis garcia
Comparto en gran medida lo que comenta. En energiewende alemán tiene sus defectos (loopholes), y el cerrar las centrales nucleares ha sido un error, sustituyendo su generación por carbón y no renovables. Pero en lo que respecta a África, la pobreza como porcentaje de población también se ha reducido.