Una de la frases que más me copian es esa de que los mercados no son sino un conjunto de factores relacionados entre sí. Añado que se trata de factores tanto de dentro del mercado como de fuera de él, de factores internos de las empresas como de fuera de las mismas, y tanto de dentro de un país, moneda o zona económica como de fuera de los mismos.
Estos serían grosso modo los hechos. Pero es que además de los hechos, luego están los dueños de la narración de los hechos. Y conviene no olvidar que éstos no son sino simples personas como Vd. y como yo, con sus aciertos y sus errores, con sus filias y sus fobias, pero también con el coeficiente intelectual y la altura de miras que Dios nos ha dado a cada uno. (Se queja estos días Juan Luis Cebrián por tods las esquinas de El País, pontificando para variar, de los efectos de la precariedad en las empresas de comunicación. O lo que es lo mismo: quien llevó personalmente a la ruina a su propia empresa no solo se queja ahora de las consecuencias de su propia obra, sino que además lo hace desde el mismo estrado de iluminado que le compró su papi al nacer). Así que igual convendría no olvidar que cada cual es cada cual, pero pocos cual como Luis Aragonés: experiencia, personalidad y cojones que pueden terminar cambiando sí o sí el paradigma de todo un país.
Termino, que no me quiero liar: que son muchos y diversos los factores, pero pocos los elegidos a este banquete; y que desde un punto de vista político -- con más de ocho millones de votantes detrás de Mariano Rajoy, y creciendo --, de lo único que sigue siendo momento por aquí es de comprar España. Sí o sí.
(Les dejo aquí la noticia referenciada).
