Como cualquier bien o servicio, pensamos que los precios de las acciones, ya sea de una empresa cotizada individual o de un índice del mercado de valores nacional o mundial, suben y bajan en función de la interacción entre la oferta y la demanda. En un plazo relativamente corto (que definimos aquí en términos aproximados como los siguientes 3 - 30 meses) nuestra investigación indica que la demanda tiende a ser el motor principal. Pero los cambios en la oferta también pueden tener un impacto, especialmente si son grandes y rápidos.
La idea de que los precios de las acciones se mueven en función de la oferta y la demanda significa que, todo lo demás siendo constante, los precios suben cuando los compradores ansiosos pujan por las acciones, o cuando la cantidad de acciones disponibles disminuye, ya que los compradores deben competir por un grupo más pequeño. Por el contrario, cuando los compradores pierden interés o la oferta de acciones aumenta, los precios caen. Nuestra observación de los mercados de valores indica que es probable que los acontecimientos que se produzcan antes de que transcurran tres meses ya estén "descontados", es decir, reflejados en los precios de las acciones. No estamos argumentando que los mercados "predicen" los resultados perfectamente, pero en nuestra opinión tienden a aproximarse bastante bien a las probabilidades antes de que ocurran. Debido a la capacidad de los mercados para descontar toda la información pública ampliamente conocida (incluyendo la especulación y las probabilidades), los economistas a menudo los describen como "eficientes". Sin embargo, más allá de los próximos 30 meses, creemos que los acontecimientos están probablemente demasiado lejos para que los mercados descuenten las probabilidades, ya que hay muchas incógnitas. Por lo tanto, creemos que los mercados probablemente no puedan evaluarlos con ninguna precisión real.
Esto significa que la demanda de acciones, que creemos depende normalmente de los fundamentales económicos, factores políticos y el sentimiento, es en términos generales el principal determinante de los precios durante ese horizonte temporal de 3 - 30 meses. Esto no significa que sea imposible que la oferta de acciones cambie rápidamente, impactando a los mercados en el corto plazo. A continuación señalamos algunas formas comunes en las que la oferta cambia.
Nueva creación de acciones
- Oferta Pública de Venta (OPV, o comúnmente IPO en sus siglas en inglés)
En una OPV, una compañía privada no cotizada sale al mercado cotizado vendiendo partes de propiedad (llamadas acciones) al público. Manteniendo todo lo demás sin cambios, las OPVs incrementan la oferta de acciones. Salir a cotizar al mercado es una forma de ampliar capital o permitir que los fundadores y financiadores tempranos recuperen sus inversiones anteriores. Las alternativas para una empresa que necesita fondos sería pedir prestado a un banco, emitir deuda o levantar dinero de inversores privados.
- Oferta secundaria de acciones
Esto es cuando una compañía ya cotizada crea más acciones para la venta al público, o simplemente las reparte a los empleados como forma de remuneración. De cualquier forma, el resultado es el mismo: una mayor oferta de acciones.
Una empresa que lleva a cabo una escisión o spin-off crea una nueva empresa independiente a partir de una de sus unidades de negocio o divisiones. Con esta nueva compañía llegan nuevas acciones. Normalmente se ofrecen a los accionistas existentes, a veces con un descuento.
- Fusiones y Adquisiciones en acciones
Esto se refiere a cuando una compañía compra o se fusiona con otra. En ambos casos, se empieza con dos compañías y se acaba con una. Si una compañía financia una adquisición de otra compañía creando más acciones propias (que usa para compensar a los accionistas de la compañía comprada) la oferta en agregado aumenta.
Destrucción de acciones existentes
- Fusiones y Adquisiciones en efectivo
Una compañía que posee abundante caja (o tiene una buena posición financiera y capacidad de endeudarse) puede optar a financiar una adquisición comprando las acciones de la compañía objetivo. Esto, en la práctica, las destruye, lo que hace caer la oferta de acciones.
Una compañía compra una cantidad determinada de sus acciones propias en el mercado abierto, destruyéndolas. Las empresas pueden hacer esto como forma de devolver dinero a los accionistas o para compensar el aumento de la oferta de acciones derivado de la remuneración a los empleados en forma de acciones.
- Salir del mercado cotizado
Mismo proceso que con la recompra de acciones, pero la compañía recompra todas sus acciones, es decir, deja de ser “cotizada”. En ocasiones, una compañía de capital privado compra una empresa y la saca del mercado cotizado como preludio para hacerla salir al mercado cotizado de nuevo más tarde (se espera que después de aumentar el valor de sus acciones). En este caso, el efecto neto sobre la oferta de acciones es finalmente nulo.
Cuando una compañía quiebra, sus acciones mueren con ella, u otra compañía las adquiere, normalmente a un precio ridículo.
En nuestra opinión, los cambios en la oferta de acciones a corto plazo son relevantes para los inversores de dos maneras. En primer lugar, la reducción de la oferta de acciones puede ayudar a sostener un mercado alcista, o un período prolongado de aumento de los precios de las acciones. En segundo lugar, en los casos extremos, el rápido aumento de la oferta puede ser una señal de que el mercado está alcanzando su punto máximo. Si las nuevas empresas salen a cotizar en masa, y los inversores pujan por empresas con modelos de negocio aparentemente insostenibles, esto podría crear una burbuja. Cuando la demanda cae durante tal exceso de oferta, un mercado bajista puede suceder. Creemos que esto es lo que originó el mercado bajista global que comenzó en el año 2000, que fue precedido por el auge tecnológico de Estados Unidos y una avalancha de OPVs, muchas de los cuales carecían de fuentes de ingresos creíbles y quemaban el dinero en efectivo a un ritmo alarmante. Cuando muchas empresas con un flujo de caja débil o negativo y sin un plan de negocio sólido se apresuran a salir a bolsa, esto podría reflejar un sentimiento de sobrecalentamiento, en nuestra opinión.
Durante períodos más largos, creemos que las tendencias de la oferta de acciones tienden a dominar a medida que la demanda tiene sus altibajos. Sin embargo, que nosotros sepamos, no hay forma de predecir los cambios en la oferta de acciones. Dependen no sólo de los futuros entornos regulatorios, sino también de las tendencias económicas, los tipos de interés e incluso de las nuevas tecnologías emergentes. Además, nuestra investigación sugiere que fuera de los extremos mencionados anteriormente, los cambios en la oferta de acciones generalmente se mueven lentamente y son descontados por los precios en los mercados con mucha anticipación, ya que los mecanismos por los cuales se crean o destruyen las acciones son públicos. Por lo tanto, creemos que predecirlos en el futuro es una locura. Sin embargo, en la actualidad, la oferta de acciones no parece estar subiendo. En Estados Unidos, por ejemplo, la emisión de acciones netas, es decir, las acciones creadas menos las destruidas, cayeron por valor de 279.000 millones de euros en el segundo trimestre (fuente: FactSet, a 7/9/2018). Creemos que esto es una señal de un mercado alcista saludable.
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