Era el año 1980 y el Real Madrid de Vujadin Boskov acababa de remontar en el Bernabeu un 2-0 ante el Celtic de Glasgow en los cuartos de final de la Copa de Europa, actual Champions League. Preguntado el entrenador de los escoceses Billy McNeill por Juan Gómez, "Juanito", quien los días previos al encuentro había calentado el partido como solo él sabía hacerlo y había terminado convirtiendo el Bernabeu en un manicomio al marcar el definitivo 3-0, McNeill sentenció al instante y con británica gravedad: "No sería nadie sin Del Bosque".
Eso como jugador. Posteriormente como entrenador, Del Bosque conseguía todos los títulos del mundo mundial con el Real Madrid hasta que a Florentino Pérez aquello terminó resultándole tan insufrible como lo de Ancelotti, y decidió colocar a otro que no pudiera hacerle sombra de ninguna manera. Creo recordar que el elegido en aquella ocasión por el iluminado dedo del Sr. Pérez fue un entrenador de nacionalidad portuguesa que creo sigue siendo muy conocido en su casa a las horas de comer. Un tal Queiroz, quizás. ( Por supuesto, mamporreros, tarugos, ignorantes, dauspolculos, ciegas, lameculos, marujillas, chupapollas integrales y no pocos periodistas deportivos que vieran "claro y distinto", como decía Descartes, el acierto tanto del cambio de Del Bosque por Queiroz como del de Ancelotti por Rafa Benítez ni faltaron entonces ni siguen faltando ahora; de la misma manera que en Palestina hay gente que sigue votando a Arafat y aquí hay gente que va a seguir durante muchos años votando a Zapatero, a Pablo Iglesias o a Juan Carlos Monedero. Sí, amigos, sí, siempre hay gente que no solo escucha a los Zapatero o Juan Carlos Monedero de turno, ¡¡ que hay que estar colgado de cojones !!, sino que además les da su voto. "Naturaleza humana y momentum" podría ser el título. ¿ A qué cojones, digo yo, pensará toda esa banda que se refería Vujadin Boskov cuando dijo aquello de "Fútbol es fútbol" ? ).
Que me lío. Luego más tarde, y dando continuidad a lo creado por Luis Aragonés, Del Bosque terminó consiguiendo la Copa del Mundo y la Copa de Europa al frente de la selección española.
Sin embargo, de la misma manera que a todo cerdo le llega su San Martín ( creo recordar que ya les conté algo sobre cerdos y sanmartines, probablemente referido a la fecha de caducidad que los dirigentes de Podemos traían en la frente desde el primer día), de esa misma manera se da cuenta uno que está llegando a su fin alguien que ya nunca dejará de estar entre sus ídolos. Y en esos casos, y tratándose de "uno de los nuestros" uno no se atreve a contárselo, más que por lo bajini y como deseando estar equivocado, sino a alguno de entre sus más allegados. En este caso el desahogo y la complicidad fue solo con mi hijo.
Nada más leer la convocatoria para la Eurocopa supe que Del Bosque ya no era, que Del Bosque ya no estaba; que había caído presa de la presión mediática por un lado y presa, por otro, de esa muestra de temor y de falta de seguridad que la pretensión de querer contentar a todo el mundo y en todo momento deja a la vista. Morata y Aduriz no pintaban allí nada salvo como síntoma y España se había quedado sin entrenador, ya que ninguno de los dos tenía posibilidad alguna en ese momento de aportar en su posición lo que el sistema de juego de España requería. A saber: jugar de espaldas, no entretener la circulación del balón lo más mínimo y no desmarcarse hacia la portería contraria hasta no estar ganada la línea de fondo. O sea, y para que yo me explique, lo que tampoco había conseguido Del Bosque de Diego Costa con anterioridad, habiendo jugado incluso este último más partidos con el equipo nacional que los que llevaban hasta ese momento Aduriz y Morata. "Mejor Torres y Llorente, que ya saben de qué va el asunto".
Y la convocatoria solo era el síntoma. Las consecuencias de jugar una competición de ese nivel sin entrenador lo son siempre por doquier. Porque el contrario no es el Alcoyano, con perdón. A la primera dificultad medianamente seria te saltan las costuras como si de una cinta de ametralladora se tratara; o como lo de las fichas del dominó, si prefieren. No leer que con el 1-0 ante Croacia, y valiéndonos el empate para pasar primeros de grupo, tocaba tocar y tocar seguro en horizontal hasta acorralarles en su área como medio para abortar de raíz la posibilidad del contraataque croata es "no ser", es "ya no estar": y la consecuencia de ese no leer, de ese ya no estar, es que pasas a convertirte en el primer ejecutor del contraataque del equipo contrario. Únele a eso la imposibilidad de facto de los nueves elegidos por los más tontos de la prensa para jugar el sistema de España, y tienes garantizado que te van a coser a contraataques, que te van a pillar siempre fuera de sitio y que tus "centrocampistas poseedores" se van a "jartar" a correr para atrás detrás del balón no pudiendo olerle ni de lejos.
( A ver si mañana lo abrocho).
