Ciudadanos se suicida.

Albert Rivera y Juan Carlos Girauta son los dos catalanes, tienen treinta y seis y cincuenta y cinco años respectivamente y han vivido desde que nacieron y durante todos y cada uno de los días de sus noventa y un años de existencia en Cataluña. Sin duda, han vivido, han mamado, han sufrido -- como todos los catalanes de su edad --, son conocedores en primera persona y tienen metido en vena, seguro que a su pesar, todo lo peor de lo peor de la idiosincrasia catalana de todos los tiempos. Todo eso que ha permitido ir creando a través de un gobierno tras otro, con la participación de prácticamente todos los partidos del arco parlamentario catalán, y a lo largo de unos cuarenta años la más negra, la más horrenda, la más ridícula, la más chapucera y la más chusca etapa de la secular Historia de esa comunidad.

Por sus ojos y desde que nacieron, en su portal, en su escalera, en su calle, en su colegio, en sus bares, en sus televisiones, en sus piscinas, en sus parques...Albert Rivera y Juan Carlos Girauta han visto y han mamado durante todos y cada unos de los días de sus noventa y un años de existencia lo peor de lo peor de la idiosincrasia catalana en las personas que han dirigido los diferentes partidos y los diferentes gobiernos a lo largo de los últimos cuarenta años: en todos y cada uno de los próceres que han visto y conocido en su vida.

La verdad es que con esos antecedentes, ese ambiente y ese entorno salir adelante no es fácil. En la bolsa pasa igual. Pero uno, que ha visto, por ejemplo, a Ángel Nieto ganar doce títulos mundiales y uno más desde la nada más absoluta, o a Miguel Induráin conseguir lo que consiguió desde la más absoluta de las humildades, o a Rafa Nadal...; uno, que sabe que el potencial de las personas es prácticamente ilimitado porque lo ha visto con sus propios ojos; uno, decía, es propenso a creer en las personas.

    Pero la verdad es que con esos antecedentes, ese ambiente y en ese entorno salir adelante no es fácil. En la bolsa pasa igual. Son tantas las ganas de salir de la basura, de liberarse, de sentirse limpio, de sentirse orgulloso... son tantas las ganas, decía, que ciegan. Sin casi darte cuenta, sin saber cómo, y cuando creías que lo tenías ya todo en la mano, resulta que coges la prensa y te ves en la portada del periódico firmando no sé qué papeles y no sé que acuerdo con un personaje como Pedro Sánchez, que resulta que es el líder esta temporada de lo que queda de un partido como el psoe. ¡¡Y sin que nadie te tenga puesta una pistola en la sien !!  Te frotas los ojos, vuelves a mirar el periódico, y efectivamente ahí estáis los dos: tú y la misma puta altura de miras de todos tus próceres. 

Después de psoe, psc, upyd, iu, ciu y podemos, en medio de la canícula, y con exactamente la misma puta altura de miras de todos sus próceres, Ciudadanos terminó de suicidarse ayer nueve de agosto de dos mil dieciséis, por la tarde. La verdad es que no lo tenían fácil. Descansen en paz.