A la mayoría de los
europeos Australia siempre nos ha parecido un país exótico del que
realmente poco sabemos. Sabemos que hay canguros, koalas y un
desierto que ocupa una parte importante de su territorio, pero no
mucho más.
¿Cómo es Australia
desde un punto de vista económico y, sobre todo, lo que nos
interesa a nosotros, desde el punto de vista de la inversión en
mercados?
Curioseando un poco en
los datos disponibles he sacado una fotografía interesante tanto de
la economía australiana como de sus mercados financieros que espero
que pueda servir como guía para todo aquel inversor que busque poner
parte de su cartera en valores de ese país.
Características de la economía australiana
Una de las primeras cosas
que llama la atención a la hora de estudiar la economía australiana
es el hecho de saber que es uno de los pocos países de la OCDE en
donde la reciente crisis financiera no ha tenido el impacto negativo
que ha tenido en la gran mayoría de los países, y es que Australia
encadena 25 años consecutivos de crecimiento económico. Las
turbulencias económicas que han padecido las principales áreas de
la geografía mundial no han existido en el país oceánico. Así,
mientras los países europeos o USA padecían su recesión, en
Australia la economía crecía a tasas superiores al 2,5%.
Australia ha cerrado el
año 2017 con una tasa de crecimiento del 2.8% y presenta una tasa
de paro del 5,5% , lo que significa que el país goza una situación
de pleno empleo, razón por la que el país se ha convertido en la
última década en un receptor de inmigrantes no sólo del ámbito
anglosajón, sino también de personas de otros países del mundo
que tradicionalmente emigraban a otras áreas geográficas del
planeta.
Si bien en los últimos
años Asutralia ha estado inmersa en un proceso de contención
salarial, el país goza de un nivel alto de bienestar, situándose su
renta per cápita, al cambio, en 45.118€.
Como en toda economía
desarrollada, el principal sector es el terciario, el cual representa
el 70% de la actividad económica del país y ocupa al 70% de la
fuerza laboral australiana, seguido de la industria ( 21,1% del total
de la economía) y la agricultura ( 3%).
Otro de los rasgos
característicos de la economía australiana es su elevada
dependencia del comercio exterior debido a su condición de isla. En
su economía el peso de las exportaciones es importante (19% del
PIB), siendo los principales sectores exportadores el agrícola ( se
ha convertido en la despensa de Asia gracias a la fuerte inversión
en el sector en el pasado) y las materias primas.
Los principales productos
exportados son los siguientes:
Hierro (24%)
Carbón (17%)
Oro ( 8%)
Petróleo ( 2,2%)
Una de las
características de las exportaciones del país es que en su mayoría
se destinan al continente asiático, fundamentalmente China, lo que
las hace muy dependientes de la evolución económica de estos
países. Bien es cierto que cada vez el comercio exterior australiano
se está diversificando más hacia Europa y USA, pero a día de hoy
son los países asiáticos los que tienen un mayor peso en el destino
de las exportaciones del país.
Otro factor clave en la
economía australiana es la inversión extranjera. Una de las
características de la economía australiana en los últimos 20 años
ha sido su proceso de liberalización económica. Los diferentes
gobiernos han llevado a cabo reformas encaminadas a favorecer un
marco legislativo y competencial enfocándolo hacia el crecimiento
económico y el aumento del renta disponible de los ciudadanos.
Han eliminado numerosas
barreras y legislación que impedía la competitividad y el desarrollo
de numerosos sectores. Para hacernos una idea, hasta el año 1992, en
Australia los bancos comerciales extranjeros no podían instalarse y
realizar negocio dentro del país.
Este proceso de
liberalización de la economía australiana trajo consigo un aumento
de la inversión extranjera en el país, si bien todavía existen
restricciones a la inversión en diferentes campos como aeropuertos (
inversión extranjera limitada al 49%), bancos ( sobre fusiones y
adquisiciones), aviación civil, astilleros y medios de comunicación
( se necesita aprobación para tomar más de un 5% del capital de un
medio de comunicación por parte de un inversor extranjero).
En definitiva, Australia
goza de una economía abierta, que ha vivido un enorme porceso de
liberalización, favorable a los negocios y a la inversión
extranjera, y como consecuencia de esto goza de elevados niveles de
bienestar, lo que se refleja en sus mercados financieros.
El Sector Financiero
Australiano
El sector financiero
asutraliano es un sector en plena expansión y a día de hoy
representa el 9% del PIB del país. Actualmente operan 73 bancos en
el país, si bien son cuatro los que mayor volumen de negocio
acumulan ( 60%): National Australia Bank, Commonwealth Bank of
Australia, ANZ Banking Group y Westpac Banking Corporation.
Una de las
características propias del sistema financiero asutraliano es el
elevado crecimiento de los activos financieros, debido
fundamentalmente a que el país presenta un sistema de pensiones de
capitalización, lo que lo sitúa como el cuarto país del mundo con
mayor número de planes de pensiones.
El sistema de pensiones
australiano está compuesto por tres pilares: Ahorro obligatorio,
ahorro voluntario y aportaciones del estado.
En lo que respecta al
ahorro obligatorio, el empresario está obligado a destinar al fondo
de jubilación seleccionado por el trabajador el 9% de su salario
mensual, cifra que progresivamente irá aumentando hasta alcanzar en
el año 2020 el 12% del salario mensual.
Por otro lado, el
trabajador australiano tiene la posibilidad de complementar esa
aportación obligatoria con aportaciones voluntarias a planes de
pensiones, como ocurre en cualquier otro país.
Por lo tanto, el sistema
de pensiones junto con la liberalización de la economía y el
fomento de la inversión tanto nacional como extranjera, ha favorecido enormemente al desarrollo del mercado de capitales del
país, siendo el sector financiero ( bancos, aseguradoras...) el
principal sector del índice bursátil australiano.
El sistema financiero
está velado por la Reserva Federal de Australia. Como buen país
anglosajón, su banco central tiene objetivos similares a los de los
países de su entorno histórico y cultural. Así, del mismo modo que
la Reserva Federal de los Estados Unidos, el objetivo de la Reserva
Federal de Australia es la estabilidad de precios y la búsqueda del
pleno empleo. Concretamente, el banco central australiano tiene como
objetivo de inflación en el medio plazo una tasa situada entre el 2 y
el 3%.
Siguiendo la estela de
otros bancos centrales anglosajones, como el americano o el
británico, la Reserva Federal Australiana ha llevado politicas de
estímulo monetario durante los últimos años, si bien es cierto, no
tan agresivas como en los otros paises. La `principal política de
estímulo monetario que ha llevado a cabo el banco central
asutraliano ha sido la bajada de tipos de interés, que a día de hoy
se sitúan en su mínimo histórico del 1,5%.
Una de las consecuencias
de esta bajada de tipos a niveles históricamente bajos es la del
aumento de la deuda de las familias. Este endeudamiento se está
trasladando al mercado inmobiliario. En un contexto de precios
máximos de la vivienda en el país junto con un coste de
financiación tan bajo, el número de hipotecas está en máximos
históricos, lo que hace temer a muchos la posibilidad de que se esté
gestando en el país una burbuja inmobiliaria, y que una caída de
los precios pueda dejar atrapados a muchas familias muy endeudadas.
Si a esto le sumamos que los salarios están creciendo de forma
bastante moderada, existe la posibilidad de que muchas familias
tengan aprietos para llegar a fin de mes, con el correspondiente
impacto en el consumo.
El mercado de renta
variable
El principal indice de
renta variable de Australia es el S&P/ASEX 200, que recoge a las
200 compañías del país que cotizan en bolsa. Para hacernos una
idea de la composición del indice, podemos ver la división de éste
por peso de los diferentes sectores económicos
fuente: www.asx.com.au
Como vemos en el gráfico,
el sector con más peso en el índice es el sector financiero,
seguido del sector de extracción de minerales y materias primas, y
ya muy lejos, el sector sanitario e inmobiliario.
Este gráfico nos muestra
la evolución histórica del índice bursátil australiano desde principios de los 90. Como se puede observar, durante el año 2015, el indice ha
vivido una etapa de corrección debido fundamentalmente a la caída
del precio de las materias primas y a la desaceleración de la
economía china. Pero desde el año 2016 el índice se encuentra
inmerso en una tendencia alcista y recientemente ha alcanzado máximos llegando a superar los 6.000 puntos, si bien ahora se encuentra en un retroceso.
Solvencia fiscal y
mercado de deuda
Astralia
es un país con unas cuentas publicas estables, si bien actualmente
presenta una situación de déficit público, éste históricamente
ha sido bajo, e incluso ha vivido varios años de superávit fiscal.
Con
el estallido de la crisis financiera el país vió como sus ingresos
caían, lo que provocó que se disparase el déficit hasta el 5,1% (
desde un superávit del 1,78%), si bien el gobierno ya está
corrigiendo ese déficit y ha cerrado el ejercicio fiscal de 2017 en
el -1,9%.
Este
incremento de la deuda pública del país se incrementó en
consonancia con el incremento del déficit público, si bien, a
diferencia de éste, el ratio deuda/PIB no se ha reducido aunque
permanece estabilizado en el máximo histórico del 42%. Aún así es
un ratio bajo y perfectamente sostenible.
Esta solvencia fiscal se hace notar en la evolución de la deuda soberana australiana, que apenas a tenido sobre saltos. Como podemos ver en el siguiente gráfico, la curva de tipos del país presenta una pendiente positiva y su bono a 10 años cotiza en el entorno del 2,6%.
Potencialidades y
riesgos
Hasta
aquí hemos visto las principales características tanto de la
economía australiana como de sus principales mercados financieros.
Aún así creo que debemos realizar a modo de resumen una
clasificación de las potencialidades y los riesgos a los que nos
veremos sometidos en caso de invertir nuestro dinero en el mercado
australiano.
Potencialidades
- sector energético: Australia cuenta con un
bajo coste de electricidad y no existen problemas de abastecimiento.
Si bien la base de la producción energética es el carbón (75%),
desde hace años, los gobiernos del país han tratado de dar impulso
a las energías renovables para reducir el peso del carbón en los
procesos de obtención de energía, fundamentalmente energía
eólica y solar. También existe un gran potencial en la energía
nuclear, puesto que Australia presenta el 40% del total de las reservas probadas de uranio a nivel global.
- Sector turístico: Los Juegos Olímpicos de
Sydney en el año 2000 abrieron a Australia al resto del mundo y
supuso un aumento de los turistas internacionales, más allá de los
procedentes de países asiáticos, tomando peso en las visitas
países europeos y Estados Unidos. Consecuencia de ello, la industria
hotelera ha incrementado su peso en la economía , con
rentabilidades medias del 5% en la última década. Todos los
pronósticos hablan de que el turismo internacional seguirá
aumentando en los próximos años y que en su conjunto, doblará la
cifra actual de visitantes a finales de la década de los 20.
- Sector financiero e inmobiliario: Como hemos
comentado anteriormente, el desarrollo del sector financiero tiene
todavía mucho recorrido por hacer en Australia. Por un lado, con el
sistema de pensiones de capitalización, la comercialización de
productos financieros vinculados al ahorro seguirá su curso y
favorecerá el desarrollo del mercado de capitales en su conjunto. Vinculado al sector financiero está el inmobiliario, a
través de la concesión de hipotecas. El buen funcionamiento de la
economía, la elevada renta per cápita y la estimación de llegada
de nuevos inmigrantes al país en el futuro, determina un marco
favorable a la demanda de vivienda.
Riesgos
- Geopolíticos: Fundamentalmente el que pueda
surgir del conflicto de USA y Corea del Norte. Su posicionamiento a
favor del gobierno americano a desencadenado las amenzas el régimen
norcoreano, llegando incluso a insinuarse que el país podría
recibir un ataque nuclear si apoya las tesis de Trump.
- Comerciales: La poca diversificación de las
exportaciones australianas, destinadas en su mayoría al continente
asiático y dentro de éste a China e India, lo hace un país más
vulnerable ante una crisis del continente, si bien en lo últimos
años ha aumentado las exportaciones a Europa y USA y se espera que
sigan incrementando en el futuro, es todavía un porcentaje muy
pequeño sobre el total.
- Sector financiero e inmobiliario: si bien en
estos sectores hay potencialidades a medio y largo plazo, no es
menos cierto de que existen desequilibrios que pueden pasar factura.
El elevado endeudamiento de las familias y los precios de la
vivienda ( en máximos históricos) , son una bomba de relojería
que si no es bien gestionada en la subida de tipos de interés, pude
provocar problemas en los balances de los bancos ante el riesgo de
impago de las familias.
¿Cómo puedo invertir en Australia?
La
forma más sencilla de invertir en el mercado australiano por parte
de un inversor particular es mediante fondos de inversión o ETFs.
La
forma más sencilla puede ser mediante un fondo indexado que replique
el índice australiano. Un ejemplo puede ser el iShares
MSCI Australia ETF (
ISIN: US4642861037)
, que replica el índice MSCI Australia .
La
siguiente opción puede ser un fondo de renta variable australiana de
gestión activa, como por ejemplo el
Fidelity Australia Fund ( ISIN:
LU0346392649)
Por último, está la opción de comprar directamente acciones de empresas que cotizan en el mercado australiano, si bien puede que sea la opción menos eficiente para el inversor minorista, dado a los elevados costes en los que podemos incurrir en forma de comisiones por parte del operador con el que trabajemos.
En definitiva, creo que este artículo muestra a grandes rasgos las principales características macro de la economía australiana, en donde podemos ver que es un área geográfica con más potencialidades que riesgos, y que creo que deberíamos de tener muy en cuenta a la hora de plantearnos diversificar geográficamente nuestra cartera de inversión.