La nota de prensa publicada por el INE el 29 de marzo de este año correspondiente a la contabilidad nacional trimestral del año 2018 nos brinda la posibilidad de extraer una serie de conclusiones sobre la calidad del crecimiento económico, que desglosaré en el análisis del PIB y del empleo.
PIB
El PIB ha crecido un 2,3% en el 4T de 2018 en términos interanuales, lo que puede parecer un buen dato. Sin embargo ello supone un 0,2% menos que en el 3T del mismo año, presentando la tasa de crecimiento del PIB una tendencia decreciente desde finales de 2015, cuando el PIB creció al 4,1% (figura siguiente).
A su vez, el consumo final se puede desglosar en consumo de los hogares de instituciones sin ánimo de lucro (ISFLSH) y de las Administraciones Públicas (AAPP), suponiendo respectivamente el 56,6% , 1,03% y 18,43% del PIB, lo que permite resaltar la importancia del consumo de los hogares en el PIB.
Asimismo, el crecimiento del PIB también se puede desagregar en demanda nacional y exterior. Contribuyendo la demanda nacional a un 2,5% del crecimiento en 2018, lo que permite deducir que la demanda exterior ha contribuido negativamente en un -0,2%.
En este sentido cabría destacar una cierta correlación inversa (R=-0,55 en tasas de variación interanual en valores corrientes, significativo con p>0,01) entre demanda doméstica y exterior, que se puede apreciar en la figura siguiente. Hecho que se ha explicado a través de que la producción se desplaza del consumo doméstico a las exportaciones cuando la demanda doméstica flaquea y viceversa. Lo que se corrobora en cierta medida al analizar la correlación entre la variación interanual de demanda doméstica y el saldo exterior exclusivamente de bienes, que llega al -0,68% (significativo p<0,001), superior al existente entre la demanda doméstica y exterior. Si bien, un estudio de Elcano indica que está correlación se está debilitando los últimos años, manteniéndose las exportaciones a pesar de la recuperación de la demanda doméstica
En lo que se refiere a la demanda exterior, también con datos interanuales del 4T 2018, las exportaciones de bienes y servicios crecen un 1%, mientras que las importaciones crecen un 1,7%. Sin embargo, en precios corrientes, las exportaciones aumentan interanualmente un 2,6% y las importaciones un 6,8%, dando lugar a un déficit comercial de 10.390 mill euros.
EMPLEO
Al mismo tiempo, el empleo, ha crecido interanualmente un 2,6%, lo que supone 469.000 empleos más, (en puestos equivalentes a tiempo completo-ETC). Siendo de destacar que el empleo ha crecido más que el PIB, de lo que se deduce en principio que la productividad se ha reducido.
Al mismo tiempo, y también en términos interanuales, el número de horas efectivamente trabajadas se incrementa un 3%, más que el empleo a jornada completa, sugiriendo un incremento del número de horas por trabajador.
Pero este incremento de horas trabajadas se ve acompañado en el último trimestre de 2018 por una reducción en términos interanuales de la productividad por trabajo equivalente a tiempo completo de un 0,3%, y una reducción por hora efectivamente trabajada un 0,6%, encadenándose tres trimestres consecutivos de reducciones. Al mismo tiempo que el coste laboral unitario (CLU) se incrementa interanualmente un 1,3%, lo que contribuye a una pérdida de competitividad, tanto por el lado de la producción como de sus costes.
En este contexto, la remuneración de los asalariados presenta un crecimiento interanual del 4,4%. Tanto como resultado de un aumento del 3,2% del número de asalariados en términos de ETC, como del incremento de la remuneración media por asalariado, del 1,1%, menor lógicamente que el CLU al reducirse la productividad.
Estos datos permiten extrapolar que el crecimiento económico se está produciendo con una pérdida de productividad e incremento de los costes laborales, desligando productividad y salarios, exactamente lo contrario de lo que debe ocurrir y todo un éxito de nuestra política económica.
Simultáneamente, el excedente de explotación bruto/renta mixta bruta (beneficios empresariales y autónomos) ha crecido un 1,3% y los impuestos sobre la producción e importaciones netas un 4,9%. Deduciéndose que las AAPP son las mayores beneficiadas del incremento del PIB, naturalmente a costa de trabajadores y empresas (tabla siguiente).
El escenario presentado no implica prever ninguna crisis económica, pero si pretende incidir en la importancia de revertir las tendencias que perjudican al crecimiento económico, sobre todo la evolución de la productividad, en la medida de que es un determinante esencial del crecimiento económico futuro.
