En primer lugar pondría en cuarentena las recientes palabras del presidente Rajoy al tratarse 2015 de un año fuertemente electoral. Las elecciones municipales y autonómicas están a la vuelta de la esquina, para terminal a finales de año con la traca final de las generales que este año prometen y mucho al incorporarse con fuerza al juego político el nuevo grupo liderado por el mediático y demagogo izquierdista Pablo Iglesias.
Sería absurso negar que actualmente las condiciones económicas están mejorando, aunque eso si, en cuentagotas, pero el debate está encima de la mesa. Una cosa es dejar de destruir y comenzar la mejoría y otra muy diferente es que ya este arreglada y que comienze el vuelo de la recuperación total. Aquí es donde entra el juego politico y el debate general al respecto.
Un agregado macroeconómico que a mi juicio es de capital importancia para una recuperación económica es el crédito al sector privado.
Según el gráfico anterior, hay un antes y un después respecto a Agosto de 2009. Anteriormente a esta fecha, el crédito al sector privado siempre crecía en España excepto en dos casos puntuales en que dejo de crecer que son enero de 1985 y diciembre de 1993. Con mayor o menor fuerza el crédito crecía en épocas tanto de bonanza como de crisis económica. Por otra parte es lógico y normal que si la economía crece tambien lo hacen los créditos al sector que hace realmente repuntar la economía de un país sobre todo cuando la inversión pública esta prácticamente parada como en estos momentos. En 1985 se toco fondo a una crisis bancaria que se arrastraba desde la transición. En 1993 había una recesión agravada por una crisis institucional del PSOE y el crédito se resintió. Lo de ahora es muy distinto, desde agosto de 2009 hasta el último dato conocido de octubre de 2014 el número de contracciones mensuales se eleva a 60.
Durante todo el reciente 2014 el crédito si bien no se contrajo a cifras como en 2012 y 2013 ha seguido cayendo.
Por lo visto el final de la crisis es que el crédito cada vez se contraiga menos. Esto no es el fin de una crisis, ni mucho menos un principio de despegue económico diga lo que diga el Sr. Rajoy por evidentes razones electoralistas, en todo caso se podría decir que el crédito, y por tanto la economía, quieren brotar pero nada más.
El consumo dicen que repunta, si ello es debido a que el empleo ha crecido y la tasa de paro ha bajado, pues perfecto, pero si ello es debido indirectamente a que volvemos a repetir viejos vicios del pasado el camino no es el correcto. El endeudamiento exterior parece que vuelve a repuntar en lugar de seguir su desapalancamiento iniciado en 2010 con el estallido de la crisis soberana del euro
Por otra parte hay cosas que no acabo de cuadrar. Si dicen que el consumo repunta ¿porque llevamos tres meses consecutivos de inflación subyacente negativa y anteriormente cuatro meses consecutivos a cero?
Recordemos que el consumo también repunto positivamente en 2010 pero se desplomó posteriormente. También se vieron brotes verdes en aquella época.
La vivienda parece que quiere tocar suelo pero su índice no ha repuntado desde el primer trimestre de 2008 (http://es.tradingeconomics.com/spain/housing-index)
En líneas generales España sigue estando convaleciente de la crisis sistémica actual. Cualquier enfriamiento económico exterior le dañaría de una manera directa. Veremos si Europa repunta en 2015, lo cual es condición necesaria para la recuperación y posterior despegue de nuestra economía. No nos engañemos, tarde o temprano estallará la crisis de deuda global con unos niveles actuales sin precedentes en los principales países desarrollados y sin síntomas de desapalancamiento. Países como Francia e Italia no paran de endeudarse en todos sus frentes, en nuestro caso particular, la leve disminución de la deuda privada no compensa demasiado por el aumento de la deuda pública. Nuestra deuda total alcanzaba este verano pasado el 450% del PIB según un informe del Deutsche Bank. Sólo Japón y el Reino Unido nos superan en este aspecto. No es para tomarlo a broma ya que el margen de soluciones de los bancos Centrales en general se agota.
