En mis últimos posts he hablado de la ralentización macro en EEUU, cuyo principal culpable es la fortaleza del dólar. El indicador de sorpresas económicas en EEUU está en mínimos desde 2009. La inflación (IPC ó CPI por sus siglas en inglés) está en mínimos desde los años 60. ¿Hay riesgo de deflación en EEUU? Bueno, como expliqué ayer en este post, no hay que tener miedo a la deflación como tal, y una caída de precios del 1 ó 2% debería afrontarse con serenidad, puesto que no implica que el crecimiento se detenga. El miedo patológico que hay por la deflación tiene unos orígenes históricos bien definidos: la crisis de los años 30.
Sin embargo, esta combinación de pleno empleo en EEUU y precios a la baja sí es un problema para la FED, porque no justifica una subida de tipos. El objetivo de la FED es doble: el pleno empleo y una inflación sobre el 2%. Una vez conseguido el pleno empleo, hay que subir tipos si la inflación repunta, ó amenaza con hacerlo. Sin embargo, la amenaza es la contraria: la deflación. ¿Entonces?
Como he comentado antes en intereconomía, sospecho que la verdadera razón es que la FED está muy preocupada por las burbujas que ha creado, y la subida de tipos intenta retomar el control de la liquidez que existe en el sistema. Es un objetivo que la FED nunca podrá reconocer, pero es lo único razonable: no sería una subida de tipos con base económica, sino monetaria.
Fíjense en lo que está ocurriendo: la macro flojea (aunque sigue en zona expansiva), y los beneficios de las empresas, también. Pues sí, se espera en la presentación de resultados del primer trimestre, que crezcan al menor ritmo desde que empezó la crisis, es decir, desde 2009. Las recompras de acciones por parte de las empresas, han ido mejorando los BPA (Beneficios por acción), pero ahora las empresas no pueden seguir comprando (durante 4 semanas antes de presentar resultados no pueden comprar acciones propias).
Por tanto, la situación llamativa actual es la siguiente:
1. La macro flojea
2. Los beneficios empresariales flojean
3. La bolsa no cae
Es decir, la FED no controla su propia burbuja. Lo cual plantea el gran dilema mundial para los próximos años: ¿cómo salir de un QE? La primera en enfrentarse a ese dilema es la FED. Después veremos cómo lo hacen Japón y Europa. Gran incógnita, que seguramente ni ellos mismos saben.
Europa está de moda.
Como planteé en noviembre pasado (últimos dos párrafos abajo del todo), 2015 está siendo el año de Europa frente a EEUU. Los flujos de dinero saliendo de EEUU y entrando en Europa están siendo uno de los aspectos más destacados de este primer trimestre de 2015., batiendo récord mes tras mes. Y no parece que esto vaya a detenerse: según una encuesta de MofA Merril Lynch, el 63% de los gestores de fondos tienen previsto invertir más dinero en Europa este año, lo cual es el ratio más alto desde 2001.
¿Ha subido la bolsa en Europa por una mejora de los beneficios? Por ahora no. La subida en Europa se ha apoyado en la caída del euro frente al dólar, y del hundimiento de los tipos de interés por el QE del BCE, beneficiando sobre todo a Alemania como país exportador y sectores defensivos como farmacia, alimentación y bebidas, e inmobiliario. Es decir, el dinero en Europa no entra de cualquier manera a cualquier parte... aunque todo se acaba beneficiando (el Ibex por ejemplo, tardó un poco más en romper, debido a su composición sectorial, pero acabó haciéndolo igual que todos, de forma explosiva).
¿Está cara la bolsa Alemana? El DAX sube un 23% desde el 1 de enero. Pero resulta que los beneficios de las empresas del DAX han subido un +60% desde 2009, mientras que los de las empresas del eurostoxx50 no han subido nada (+0%). Por lo tanto, Alemania estaría más barata que el eurostoxx (comparando con 2009), a pesar de haber subido más. Tomen nota: hay que seguir apostando por lo que más ha subido.
En cuanto a la Macro europea, su momento es claramente más favorable que el de EEUU. La combinación de euro débil y QE del BCE provocando una caída de tipos aún más espectacular, ha llegado en un momento clave del ciclo económico europeo, empujando el cambio a mejor. Las perspectivas de la economía española por ejemplo, se revisan al alza. 2015 debería ser el año en que la recuperación se hace oficial.
En resumen, todo sigue igual, a pesar de los miedos de algunos, y dudas esporádicas de los índices, olvidando a menudo que rara vez las subidas son en línea recta (o sea, sin retrocesos). Las tendencias alcistas en curso siguen activas, y lo que ha demostrado fuerza para subir hasta ahora, es lo que más posibilidades tiene de seguir subiendo. Como ya he dicho, es un error intentar buscar un techo de mercado. Lo correcto es esperar a que se forme, y entonces, cuando es un hecho claro y objetivo, actuar. Lo único aceptable en estos entornos y configuración técnica, es una estrategia de cobertura con opciones (que por cierto, sale barata porque la volatilidad está baja).