Me preguntaban el lunes en intereconomía por qué la bolsa española no estaba tan alcista como Europa y no había roto al alza. Les dije que se debía a su composición sectorial (con fuerte peso bancario), pero que no debíamos dejarnos engañar por la ilusión del Ibex, porque en realidad la bolsa española en su conjunto, estaba también claramente alcista, igual que Europa. Que luego haya índices que suban un 15% y otros un 7%, no me parece nada grave, es algo pasajero, y cuando no lo es, tiene una explicación. Por ejemplo, la debilidad del euro beneficia más al país más exportador, que es Alemania, y a las empresas más cíclicas, como el sector automovilístico. Pero al margen de esas particularidades, lo cierto es que toda Europa está alcista.
El viernes ha llegado la ruptura explosiva del IBEX, gracias obviamente a la fortaleza bancaria. Es una de esas rupturas técnicas que son muy relevantes: con volumen fuerte, velón blanco (sesión fuerte alcista) y rompiendo resistencias importantes. Es decir, una sesión en la que se produce una ruptura de nivel de equilibrio.
Ya veremos hasta dónde nos lleva todo esto, porque el sobrecalentamiento en algunos índices como el CAC es importante. Pero como dije hace tres semanas, no debemos operar buscando techos todo el rato: hay que esperar a que sean evidentes, que se hayan formado y confirmado, que hayamos visto ya algún intento de reanudación alcista fallida. Mientras tanto, por increíble que parezca, hay que seguir acompañando a la tendencia, y en todo caso, construir una cobertura con opciones (como la que he explicado hace unos días). De no hacerlo así, lo más probable es que nos bajemos demasiado pronto del tren.
Sin duda hay motivos para la preocupación. Opino que la represión financiera a la que asistimos desde hace años, con tipos de interés históricamente ridículos, y ahora el QE del BCE, suponen un riesgo brutal para los mercados y la economía. El sector inmobiliario europeo está desvirtuado por culpa de unos tipos casi nulos. Los Estados sobre-endeudados reciben como premio unos tipos más bajos de los que nunca habrían soñado hace cinco años. Las bolsas y los bonos suben en vertical porque la economía despierta ligeramente. Como dije, el objetivo del BCE es la reflación de activos, creando y manteniendo burbujas. ¿Cómo acabará todo esto? El riego de que acabe fatal es elevado. Pero hay que dejar que maduren las cosas, tanto las buenas como las malas, y no precipitarse (ya sea a corto, medio, ó largo plazo). Tener razón demasiado pronto es estar equivocado, y si bien es lícito no ganar dinero en un mercado alcista que no hemos previsto, lo que bajo ningún concepto sería perdonable, es perder dinero en un mercado alcista (por abrir cortos demasiado pronto).
Así las cosas, técnicamente la tendencia es alcista y sin "peros". Ahora también el Ibex está en subida libre, con una ruptura de resistencia explosiva. ¿Hasta dónde? Pues como siempre que entramos en fases explosivas de subida libre, es muy aventurado (e innecesario) decirlo, pero a modo orientativo podemos utilizar el clásico cálculo de objetivos por simetría, que nos indica la zona de los 11.900-12.000 puntos como objetivo al alza.
Como siempre, no podemos dar por hecho ningún movimiento, y necesitamos realizar un seguimiento del desarrollo de la tendencia. Tras la ruptura al alza, el último mínimo local (relevante) se sitúa en los 10.900 puntos. No tendría ningún sentido romper este nivel a la baja, después de la fuerte subida del viernes (sesión de triple hora bruja, es decir, vencimiento de futuros y opciones). Ni siquiera debería acercarse, y por ello podemos observar también un soporte más cercano (y más agresivo) que se sitúa en los 11.025 puntos.
Para terminar, en horizonte medio plazo, el Ibex en velas semanales nos muestra una agradable y bonita tendencia alcista, con una pendiente razonable, dentro de un canal alcista cuyo techo está muy por encima de los 12.000 puntos antes citados (objetivo de corto plazo, es decir, 8-12 semanas). Es otra forma -importante- de ver el contexto técnico en el que nos movemos.
Fíjense en otro detalle curioso: el IBEX CON DIVIDENDOS ya había roto hace tres semanas los máximos anteriores (del verano de 2014). Cosa que como dije al principio del post, no es nada extraordinario, puesto que la bolsa española ya estaba globalmente alcista, como vemos en el último gráfico del Ibex Mid Caps (valores de capitalización media).
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