Gowex explota arruinando a sus inversores ¿Qué hacer ahora?

Finalmente Gowex ha explotado por los aires. En un Hecho Relevante publicado de madrugada se informaba de la destitución del consejero delegado y el reconocimiento de que las cuentas de los últimos 4 años están directamente falseadas. Gracias Gotham por hacer los mercados más eficientes.

En días pasados hablé de la irracionalidad entre muchos inversores de Gowex que muchos habíamos detectado en los pasados meses. Básicamente que se habían dejado arrastar por los cantos de sirenas (codicia) de una acción en estado de efervescencia burbujil. Muchos inversores habían perdido la cabeza en el camino hacia arriba (no diversificando y tratando la acción como si fuera un equipo de fútbol) como la han perdido en su camino a los infiernos, negando la realidad de las acusaciones y defendiendo a la compañía en base a una ciega "confianza" en la compañía y su CEO sin llegar a preguntarse no solo por el valor real de Gowex sino si realmente había un modelo de negocio real detrás.

La mayoría interpretó correctamente mi artículo, hablando de la psicología del inversor y de los errores de inversión, cosas de las que puedo hablar con solvencia porque yo mismo he cometido todos esos errores de novato. Sin embargo, unos pocos me criticaron por hablar cuando no sabría valorar Gowex y su negocio correctamente. Supongo que cuando se está pillado en una acción es difícil ver la realidad como la percibimos los que estamos fuera que nos dimos cuenta de que lo probable era que todas las acusaciones fueran ciertas. Pero de nuevo, no me interesa el caso particular, sino que el caso particular da pie a reflexiones intemporales y a lecciones que todos podemos aprender para mejorar.

El otro día hablamos de errores básicos en los que un inversor no ha de caer, pero ahora, pasando página y visto que Gowex vale menos que el Wifi del restaurante donde comí ayer, la pregunta es ¿qué hacer tras perder? o incluso ¿qué hacer tras perderlo todo?

En mi opinión, un inversor arruinado debería reflexionar seriamente qué hacer en estos momentos. No haber pensado muchos sobre los riesgos al invertir no exime ahora de pensar bien sobre qué hacer tras perder.

Lo primero es admitir que el dinero nunca va a aparecer y que si vuelve algo no dará ni para chupachups. Pero esto lo saben ya hasta los que hace 8 horas eran aún los más fervientes defensores de la compañía

Lo peor ahora mismo es el profundo daño psicológico sufrido por estos inversores y que les puede llevar a tomar decisiones vitales y financieras completamente desastrozas de aquí en adelante. Muchos de los inversores que se encontraban excitados con la compañía se encuentran en un estado de shock: no solo habían comprometido su dinero, también sus propias identidades se habían trasmutado al calor de la burbuja Gowex. Muchas personas no solo invierten por ganar dinero sino además por apuntarse a una aventura vital y dar significado a sus vidas capturando la próxima "big thing". Tal es así que abundaban las cuentas de twitter en la que los usuarios colocaban la cara del destituido Jenaro García en vez de la de ellos mismos. Habían entregado su propia personalidad a otro y con ello parte de sus almas.

Ahora toca un periodo de curar las heridas psicológicas, restaurar la autoestima y reparar la imagen pública de uno mismo ante los familiares, amigos y conocidos. En mi opinión la mejor forma es no ir con rodeos y sencillamente decirse a uno mismo y a los demás: "me equivoqué, he interpretado mal la realidad del mundo y he perdido el dinero, tengo mucho que aprender".

Admitir el error, de forma directa y franca aceptando la situación de uno mismo en el mundo, supone estar un minuto amarillo pero ahorrarse otro millón de minutos rojo. Admitir el fallo y hacer recaer la responsabilidad en uno mismo es el mejor acto de liberación y de curación que un inversor puede hacer. La culpa no es de otros, porque nadie te forźó a invertir en Gowex y por supuesto nadie te forzó a saltarte el principio de diversificación que hay que practicar hasta con las mejores empresas.

Una vez que se admite el error el siguiente paso es aceptar que todos nos equivocamos y que para conseguir superarse solo hay que levantarse y volver a andar, esta vez con más experiencia. No hay universidad tan cara como la de los mercados y la especulación. Muchas de las mayores leyendas tuvieron que perderlo todo antes de poder ganar auténticos tesoros terrenales.

"No hay nada como perder todo lo que tienes en el mundo para saber lo que no hay que hacer"

(Jesse Livermore)

Este es el mejor camino, el más directo, el de los ganadores: aceptar el hecho, admitir el error, resituarse rápidamente en el mundo y avanzar.

Pero a estas horas de la mañana del domingo en que nos hemos desayunado la triste noticia, ya veo algo que suele ocurrir casi siempre que una acción salta por los aires y es la tendencia de los inversores a pensar que la culpa es de otro y que uno ha sido un buen ciudadano engañado por un defraudador. Esto literalmente es así, no es el inversor el que tiene responsabilidades penales. Pero en sentido real no jurídico no son otros los que tienen la culpa, sino uno mismo por haber invertido mal.

La tendencia de la enorme mayoría de los inversores minoritarios es restaurar la propia autoestima y la imagen ante los demás echando la culpa de las pérdidas a otros o a las circunstancias. Y la mejor manera que encuentran de curar las heridas es juntarse con otros perdedores y crear una asociación de minoritarios estafados. ¡Qué mala idea!

Primero, este tipo de grupos por definición es un grupo de perdedores. Solo un perdedor quiere ser parte de este tipo de clubs.

Segundo, al asociarse como ovejas trasquiladas pueden diluir su responsabilidad entre el grupo y así intentar salvar la imagen propia ante amigos y familiares "¡Mira cariño!, no soy el único que he perdido, somos unos estafados ¿ves que no soy el único?"

Tercero, meterse en este tipo de dinámica de grupos lo único que puede hacer es retrasar la necesidad de aceptar la pérdida y la responsabilidad de la misma, no permitiendo aclarar la mente y el espíritu para seguir adelante.

No, definitivamente esto no es lo que hacen los ganadores. Dice el refranero español que agua pasada no mueve molino. Que gran verdad. Las ondas wifi que Gowex emitió no volverán. No pierdas tu preciado tiempo digiriendo las pérdidas durante años. No cometas un error sobre otro error y no conviertas una pérdida monetaria en una pérdida de tiempo. El dinero vuelve, los mercados siempre están llenos de oportunidades, pero el tiempo perdido no regresa. Ten cuidado con tus próximas decisiones. Está en tu mano limitar las pérdidas a lo perdido o seguir aumentándolas.