Estoy disfrutando muchos estos días leyendo el libro de Nate Silver "The signal and the noise" (creo que no está en español). Silver es un estadístico, economista, escritor y periodista, ya conocido mundialmente por acertar el ganador en 49 de los 50 estados en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de noviembre de 2008. Y por si fuera poco, en las pasadas elecciones presidenciales de 2012, en las que Obama derrotó a Mitt Romney, acertó quien sería el ganador en todos los estados.
Antes de dedicarse al pronóstico electoral, había sobresalido notablemente en el juego del póker (del que vivía) y en el campo de las estadísticas deportivas, especialmente las estadísticas sobre el juego del béisbol. Entre 2002 y 2003, Silver desarrolló con éxito el algoritmo "PECOTA" para pronosticar el probable rendimiento futuro de los jugadores de este deporte.
Vi un par de entrevistas de él durante el verano y no pude resistirme a comprar su libro. Ha sido una buena idea porque es un gran libro a pesar de que aún no lo he terminado. En el capítulo 1 analiza cómo las agencias de calificación crediticia fallaron a la hora de predecir el riego real que representaban las titulaciones hipotecarias que hicieron explotar por los aires el sistema financiero internacional en 2008. Básicamente Silver dice que las agencias se basaron en supuestos erróneos elementales. Los cálculos que otorgaban una calificación AAA (excelente) a ciertas titulaciones hipotecarias, no consideraban la posibilidad de que Estados Unidos sufriera una burbuja inmobiliaria y su consiguiente implosión. No lo consideraban ¡porque nunca había ocurrido en EEUU!
También en el capítulo 1, se mofa del exceso de confianza que los economistas tienen en sus pronósticos y cómo la enorme mayoría de predicciones económicas son papel mojado. En el capítulo 2 pasa a desmontar la posibilidad de que los analistas políticos tengan mayor capacidad predictiva que una moneda lanzada al azar. Para demostrarlo, aporta un análisis propio sobre la fiabilidad histórica de algunos comentaristas políticos de la televisión norteamericana. Se empieza a entender porque me gusta tanto este libro.
En el mismo capítulo 2, siguiendo con el análisis de los analistas políticos, se hace eco de un amplio estudio del psicólogo y profesor de ciencias políticas Philip E. Tetlock, que además publicó el libro "Expert Political Judgement: How good is it? How can we know?" .
Tetlock, afortunadamente para nosotros ahora, empezó en 1987 un experimento en el que le preguntaba a diferentes expertos del gobierno y del campo educativo (experto = persona que vive de sus análisis), varias cuestiones sobre temas de política interna, economía y política exterior. Estos cuestionarios fueron realizados de manera sistemática desde ese año de 1987, hasta finales de los 90. Las preguntas incluían temas principales como la caída de la URSS, la Guerra del Golfo, la burbuja inmobiliaria japonesa, la potencial secesión de Quebec, etc.
Lo que Tetlock descubrió, después de más de una década de análisis en tiempo real, es que los expertos, independientemente de su experiencia, categoría o posición, no tenían capacidad predictiva alguna. Sus formulaciones eran pura aleatoriedad.
No obstante, a pesar de que ese es el resultado general, lo cierto es que Tetlock encontró dos grupos de interés: el de los peores pronosticadores y el de los mejores. Como Tetlock, aparte de profesor de ciencias políticas es psicólogo, no pudo resistirse a introducir preguntas en sus cuestionarios que le revelaran cual era el estilo cognitivo del experto cuestionado. Es decir, investigó de que forma procesan y observan los distintos expertos la información que les rodea. Con los resultados, consiguió definir las características propias de cada uno de los grupos. El grupo de los peores pronosticadores son los erizos y el grupo de los mejores pronosticadores son los zorros. La razón de la distinción con esos nombres, tiene su origen en el poeta griego Arquíloco que dijo "los zorros saben muchas cosas pequeñas y los erizos saben una sola gran cosa".
Los erizos tienen personalidad "tipo A" y creen en "grandes ideas", en principios generales que gobiernan el mundo como cualquier otra ley de la física y que explica cada movimiento social. Un ejemplo sería Marx y su idea de la lucha de clases o Freud y su idea del subconsciente.
Los zorros tienen un enfoque menos grandilocuente sobre el mundo, creen en muchas ideas y posible enfoques, siendo más tolerantes a los matices, la incertidumbre, lo complejidad del mundo y las opiniones disonantes. Si los erizos con cazadores en busca de "la gran idea", los zorros con recolectores de hechos.
Un ejemplo de la diferencia entre ambos grupos, son las diferentes predicciones que emitieron sobre la desintegración de la URSS. Los erizos en el experimento de Tetlock, eran personas con una ideología más marcada que los zorros. Los erizos que eran de de derecha, tendían a observar a la URSS como el malvado enemigo y, los erizos que eran de izquierda, observaban la URSS con menor beligerancia y hasta en algunos casos con cierta simpatía. En cualquier caso, su ideología los volvía ciegos a lo que los zorros si podían ver con mayor claridad: la URSS era un unión política en grave crisis económica y completamente disfuncional con alto riesgo de desintegrarse.
Cómo piensan los Zorros | Cómo piensan los Erizos |
Multidisciplinares: obtienen ideas de múltiples campos independientemente del origen ideológico del que provengan. | Especialistas: típicamente su carrera gira alrededor de uno o dos grandes temas. Consideran las opciones externas de forma escéptica. |
Adaptables: encuentran nuevos enfoques o utilizan varios a la vez si el que originalmente tienen no funciona. | "Leales": siguen fieles al mismo modelo o esquema. La nueva información sirve para modificar ese modelo. |
Autocríticos: a veces reconocen errores en sus predicciones fallidas y aceptan críticas. | Tercos: culpan de los errores a la mala suerte o a circunstancias externas. |
Tolerantes ante la complejidad: entienden que el universo es complejo hasta el punto de aceptar que ciertas cosas no pueden pronosticarse. | Buscan el orden: entienden que el mundo es gobernado por sencillas reglas que se pueden descifrar aislando la señal del ruido. |
Cautos: expresan sus opiniones en términos probabilísticos y argumentan sus opiniones. | Confiados: expresan sus opiniones de forma absoluta y rechazan cambiar de opinión. |
Empíricos: fundamentan sus análisis en la observación más que en la teoría. | Ideológicos: creen que la solución a las pequeñas cosas parten de grandes principios e ideas. |
¿Eres más un analista y operador tipo Zorro o un Erizo?
¿El analista al que sigues es un Zorro o un Erizo?
Es muy interesante este capítulo de este muy recomendable libro, porque expresa de una manera más razonada lo que tantas veces comento en algunos de mis artículos.
Aparte de esta clasificación, Silver explica que los analistas (¡incluidos los bursátiles!) con mayor proyección mediática, son casi siempre pronosticadores de la categoría "Erizo", con personalidades más grandilocuentes (tipo A), dispuestos a dar proyecciones absolutas y llamativas cargadas de tintes ideológicos. No es difícil imaginar porque a la televisión y a los demás medios de comunicación, les gusta estos analistas que ven el mundo como un partido de fútbol. ¿Se imaginan a un buen pronosticador dar una opinión razonada, pausada, probabilística en programas como "Al rojo vivo" o en cualquier otro debate de la televisión?
Por si fuera poco, Tetlock, descubrió que los "zorros" mejoran poco a poco sus predicciones a medida que acumulan mayor experiencia, pero que los "erizos" empeoran a medida que obtienen más títulos académicos como los doctorados. La razón es que, a mayor la teoría y a mayor cantidad de datos, los "erizos" disponen de más herramientas para sesgar aún más su visión del mundo. Como dice Silver en una más que gráfica metáfora:
"Esta situación es análoga a lo que ocurre cuando pones a un hipocondríaco en una habitación oscura con un ordenador conectado a Internet. Cuanto más tiempo le das, mayor información tendrá y más ridículo será el auto diagnóstico que se haga. No pasará mucho tiempo antes de que crea que cualquier catarro es la peste bubónica".
P.D. Tres artículos recomendados de mi blog al hilo de este post:
1) Trading Global Macro III: Observar la Realidad
2) Trading Global Macro IV: Simplificar la Realidad
3) El Cook County Hospital y una lección bursátil: menos es más
Identifíquese ó regístrese para comentar el artículo.