Terminada una convulsa primera mitad del año, conviene planificar bien la segunda, sobre todo la hora de la distribución de activos. Cada analista, incluso cada inversor, tiene su propia opinión sobre los activos que van a funcionar mejor de aquí a final de año. Sin embargo, puede que las bolsas no sean la mejor opción y conviene mirar en el Forex trading.
Las acciones van a recoger la caída de los beneficios empresariales en el segundo trimestre, por lo que es posible que vivamos muchas decepciones. Es cierto que el apoyo del BCE y la mejoría en Europa generan optimismo con las bolsas del Viejo Continente, pero quizás no como para ser la apuesta predominante en las carteras.
La temporada de resultados corporativos podría ser la peor en muchos años. Quizás no se esperan tantas desilusiones con las empresas del S&P 500, pero en el Stoxx 600 o en el Dax alemán ya ha habido rebajas que anticipan las malas noticias. Las valoraciones de las acciones están soportadas por los elevados niveles de liquidez y las bajas rentabilidades, pero eso no durará siempre.
Hay atractivo para los más valientes en algunos sectores como el de consumo de primera necesidad (consumer staples), donde las valoraciones pueden ser más interesantes, pero todo dependerá de las mejoras en el mercado laboral. Vamos, de que el covid-19 no obligue a más confinamientos.
Tampoco hay mucho en la deuda o las materias primas
Algo parecido pasará en el mercado de deuda, con las dudas de si las emisiones ‘high yield’ podrán aguantar el aumento de los impagos, sobre todo en Estados Unidos, por mucho que los bancos centrales hayan dado su apoyo a los mercados.
Además, las previsiones del US Treasury no superan el 1,1% pese a que podría repuntar la inflación (la Fed no dejará que sea más que un leve repunte). Y el Bund subirá del -0,4% al -0,2%, gracias a unos estímulos fiscales mayores de lo esperado. La apuesta serían las emisiones de mayor calidad y una selección de ‘fallen angels’ que están interesantes y que podrían esquivar los impagos.
Por el lado de las materias primas, un poco más de lo mismo. Las perspectivas sobre el petróleo han mejorado y se estima un precio razonable para el brent en el entorno de los 40 dólares por barril. No hay margen para mucho más porque si supera ese nivel se reactivará el mercado del fracking y la Opep podría dejar de recortar su producción. Y si hablamos del oro, sí, las previsiones son positivas, pero se encuentra en niveles donde el recorrido alcista ya no está claro.
Más evidente parece la apuesta en el Forex trading, con una clara tendencia bajista en el dólar estadounidense frente al euro (eur/usd) a pesar de que la moneda única pueda ser vulnerable a las sorpresas que puedan traer las negociaciones por el Brexit. Otra idea de Forex trading es la previsión de que la libra (eur/gbp) va a seguir debilitándose ante el euro porque podría recibir más medidas de flexibilidad monetaria.