A pesar de lo bien que comenzó la operativa en el metal precioso, en
ningún momento llegó a alcanzarse el target de la misma y finalmente nos
ha saltado el stoploss asociado. En las últimas semanas se ha producido
una fuerte caída, casi sin descansos, y lo mejor en estos casos es
limitar el riesgo y abandonar la posición antes de que los problemas
sean mayores.
Tal y como ya comentamos en su momento, decidimos abrir una operativa al
alza en el Oro al ver que se producía la superación de importantes
resistencias de medio plazo (ver post Oro - Nos incorporamos al alza en el metal). La idea era aprovecharnos del fuerte impulso alcista.
La verdad es que, una vez ejecutada la entrada, la cosa comenzó bastante
bien. Tras comprar 13 onzas a 1.338 dólares, en pocos días el metal
llegó a marcar un máximo en 1.391. Sin embargo, a pesar de que ganábamos
+53 dólares por onza, decidimos mantenernos fieles al plan de trading y
no cerrar la operativa, ya que nuestro target inicial estaba situado en
el nivel 1.410.

Desgraciadamente, en esta ocasión la fidelidad no tuvo premio. Tras los
máximos alcanzados el 17-marzo, el precio comenzó a caer con fluidez y,
pocas velas después, hizo saltar nuestro stoploss. Eso ocurrió el
24-marzo, día en el que nuestra operativa se cerró en el nivel 1.319
dólares.
Por tanto, el trade del metal finalizó con una pérdida de -19 dólares
por onza. Como estábamos operando con 13 lotes, esto se tradujo en una
minusvalía de -180 euros para nuestra cuenta, un importe perfectamente
asumible (en función de nuestro capital total). A pesar de ello, no
pudimos evitar sentirnos incómodos por haber dejado escapar los +53
dólares por lote de beneficio (+680 dólares si multiplicamos por los 13
lotes).
Tras abandonar la posición, el Oro siguió cayendo hasta los 1.277
dólares, desde donde experimentó un rebote que se agotó en los 1.331
dólares el pasado día 14-abril. Posteriormente, continuaron las caídas y
en las últimas jornadas hemos visto como se marcaba un mínimo en el
nivel 1.268, donde podría estar fraguándose un patrón alcista.

Por tanto, en principio hicimos bien en ejecutar el stoploss en 1.319,
ya que la evolución posterior del metal ha ido ahondando en la caída y
alejándose cada vez más de ese nivel. Hay ocasiones en las que el
stoploss nos juega una mala pasada, pero esta vez no estamos ante una de
ellas.
Y eso es todo. Como siempre, ahora toca ponerse de nuevo a revisar
gráficos y a tratar de identificar el setup más conveniente para nuestra
próxima entrada...
Saludos.