Bitcoin no tiene problemas para subir en flecha su valor en otras monedas como el dólar, pero tiene problemas a la hora de convertirse en en ese valor que resulta que es más teórico que real. Gran parte de la acumulación de riqueza que han conseguido los especuladores En bitcoines pueden quedarse sin nada, al no ser admitido como medio de pago y encontrar reacciones en contra de los intermediarios y de los vendedores para reconvertirlo en dólares. En Alphaville, del FT nos explican el problema absurdo de personas que han ganado millones de dólares teóricos, porque ahora no encuentran a nadie que se los cambie por dólares. VISA y Máster Card ya han bloqueado lo instrumentos que teóricamente te hacían el rey de mambo, al ir a comprarte un Rolls Royce con tus bitcoines.
El Mercado Over The Counter el altamente iliquido, de comisiones altísimas y arriesgado de navegar por él. El propietario teórico de una riqueza colosal está bloqueado. Nominalmente ha ganado, realmente ha perdido.
As David Gerard, author of Attack of the 50-ft blockchain, has been documenting on his blog the last few months, that’s not an easy thing to accomplish in reality. The number of merchants accepting cryptocurrency directly (especially the more exotic flavours) is limited. Platforms specialising in exchange (such as Bitfinex, Coinbase etc) have the annoying habit of limiting withdrawals to small sums and/or suffering processing delays whenever prices move downwards. Also, OTC or local exchange markets are highly illiquid, expensive to navigate or simply untrustworthy and dangerous.
This leaves few options for realising the juicy returns that have in theory been generated.
Small wonder the concept of a prepay crypto card that can instantly convert crypto fortunes into real spending power — because it is accepted by the Visa or Mastercard network — has captured the imagination of the suddenly enriched community.
Es decir, no sólo hay el problema del riesgo de la volatilidad del producto harto conocida, sino que los costes de transacción son imposibles. Esto es como haber comprado sellos valiosisimos que no encuentran ahora comprador, eres millonario en sellos, pero sigues siendo igual de rico (o pobre) en dólares.
No son tan listos los adoradores de este engendro. Se han olvidado de la liquidez, algo que nunca hay que desdeñar.
¿Y por qué esas reticencias de VISA o Master Card? Precisamente por la volatilidad de Bitcoin. Transacciones en él libremente les obligaría a correr grandes riesgos a corto plazo, de pérdidas por un cambio de valor en dos días, periodo normal de una transacción corriente. Y las coberturas contra esos riesgos serían prohibitivas.
Un producto demasiado inteligente, o quizás demasiado engreído, en el que han picado miles de ilusos, tan ilusos como los que compraban sellos. Pregunten ahora si nos conviene guardar un rincón de nuestra cartera para bitcoines.