Ayer comentábamos la situación de los bonos del tesoro de Estados Unidos y de Alemania. Llegábamos a la conclusión de que en Estados Unidos empezaba a haber tires interesantes para los inversores dispuestos a comprar bonos y llevarlos a vencimiento. Sin embargo en Alemania las operaciones tenían más sentido para inversores de corte más especulativo que para los que quieren llevar su inversión a vencimiento, ya que a priori las rentabilidades seguirán presionadas al alza en todos los plazos. Rentabilidades al alza significa correcciones en los precios.
Y en el resto de bonos, ¿cómo está la situación? En Europa tenemos a los bonos de deuda pública no alemana también sufriendo repuntes en la rentabilidad, esto es, caída en los precios. No sólo en los plazos más largos sino también en los cortos. En estos bonos se une a la presión de las hipotéticas subidas futuras de tipos, la incertidumbre política actual en Europa que está afectando a las primas de riesgo de la mayoría de países (no sólo a los periféricos). En el siguiente gráfico comparo la evolución de la rentabilidad de los bonos del tesoro en distintos plazos. En todos de aprecia un repunte de la rentabilidad. En los plazos más largos se inició en octubre cuando empezaron a revisarse al alza el crecimiento económico y los plazos más cortos han empezado más tarde. Ha sido en enero cuando ha comenzado tímidamente el repunte, justo cuando han comenzado las declaraciones del BCE que hacen descontar subidas de tipos en el próximo año. En el gráfico he señalado las rentabilidades máximas alcanzadas en 2015, niveles que entendemos que podrían volver a funcionar como resistencia y zona en la que los inversores sí que podrían ver los bonos como oportunidad de compra tanto de carácter especulativo como para mantener a vencimiento.
Siguiendo con Europa, los bonos corporativos también están viviendo un inicio de año en el que la rentabilidad está repuntando. No se debe al incremento del riesgo de crédito (dudas sobre la solvencia de los emisores) sino al propio riesgo de mercado (descuento de futuras subidas de tipos por parte de los inversores). Así, los diferenciales se mantienen estables dentro de un rango que podríamos calificar como zona de confort (zona de mínimos de los últimos años).
En el gráfico anterior vemos la evolución de los diferenciales exigidos a cinco años a los bonos de grado de inversión (hasta BBB-) en amarillo, y en la escala izquierda se ven los diferenciales exigidos al high yield europeo (bonos con calificación inferior al BBB-) en blanco. Así pues, el riesgo de crédito es estable y esto es lógico puesto que las expectativas macro son positivas, y esto reduce las probabilidades de quiebra de los emisores. Pero claro, las emisiones de los bonos europeos se cotizan a este diferencial exigido sobre el bono de referencia. En Europa los bonos de referencia son los SWAPS. Así pues, para saber qué rentabilidad estarían ofreciendo los bonos europeos habría que sumar la rentabilidad del SWAP más el diferencial del gráfico anterior. La escala son puntos básicos, es decir, que 294 puntos sería un 2.94% de rentabilidad. El SWAP a cinco años hoy cotiza al 0.28% así que en el siguiente gráfico podemos ver cómo han ido evolucionando las rentabilidades de los bonos europeos de grado de inversión y los high yield.
En amarillo vemos la rentabilidad de los bonos de grado de inversión. Ha repuntado un 0.50% desde octubre. Esto aproximadamente es una corrección del 2.5% en el precio. Por el contrario, bonos de carácter especulativo apenas han repuntado desde mínimos del año pasado. Además en estos bonos, el mayor cupón compensa la leve corrección en el precio. No obstante, al igual que hemos comentado con los bonos del tesoro español, entendemos que si los corporativos alcanzaran niveles del 1.25% y los high yield se acercasen al 4%, volverían con fuerza las compras.
Por tanto, en Europa tanto en corporativos como en deuda pública no germana, es verdad que la tir puede seguir a corto plazo presionada por los riesgos de tipos de interés al alza, pero no parece que la sangre deba llegar al rio, y siempre habrá inversores que empiecen a ver que la rentabilidad compensa el riesgo. Esto evitaría un colapso o el ascenso vertical de la rentabilidad (o corrección del precio).
No hay que olvidad que en España, así como en el resto de países europeos, sigue habiendo muchísimo dinero de los ahorradores en liquidez, o en depósitos al tipo 0% o muy cercano, que está buscando alternativas de inversión distintas de la renta variable. Si no se desea asumir riesgo de divisa (invertir en Estados Unidos por ejemplo que tiene tipos más altos) o excesivo riesgo de duración (invirtiendo a plazos mayores se asume alto riesgo de minusvalías si el dinero nos hará falta antes del vencimiento), los activos comentados hoy empiezan a ofrecer rentabilidades interesantes.
El artículo original se encuentra en el Blog de Unicorp Patrimonio S.V.
(http://blog.unicorppatrimonio.es/)