A continuación podemos ver alguno de los titulares que nos hemos ido desayunando a lo largo de las últimas semanas, relacionados con Corea del Norte y sus amenazas al resto del mundo, como consecuencia de las primeras sanciones económicas impuestas a principios de agosto.
9 de agosto
29 de agosto
3 de septiembre
14 de septiembre
15 de septiembre
Sin duda, estas noticias podrían haber sido una excusa perfecta para justificar una corrección en los mercados de riesgo, sobre todo de las bolsas. Sin embargo, observamos que a día de hoy, el S&P500 está en máximos históricos, y las bolsas europeas parecen haber iniciado esta misma semana un importante rebote en niveles importantes de soporte. Es más, el principal indicador de miedo en los mercados, que no es otro que la volatilidad implícita y que se mide por el VIX, no sólo no ha repuntado con fuerza, sino que se mantiene en zona de mínimos históricos. A cierre de ayer, el VIX se situaba en 10.44 puntos. En el siguiente gráfico actualizo la comparativa entre el S&P500 y la evolución del VIX. Se aprecia claramente cómo el VIX lleva desde el segundo trimestre del año pasado moviéndose por debajo del 20%, lo que históricamente se corresponde con tendencias alcistas de las bolsas. Igualmente, en el gráfico señalo en rojo las fases laterales o bajistas de las bolsas, que han coincidido con movimientos del VIX por encima del 20%.
En Europa ocurre algo similar. Aquí en términos históricos la volatilidad implícita suele ser más alta. No en vano, el Eurostoxx 50 tiene muchos menos valores (50 frente a 500). La volatilidad se mide en Europa por el V2X y, al igual que en el S&P500, los periodos de baja volatilidad se corresponden con tendencias alcistas de las bolsas y los de volatilidad superiores al 20%-25% se corresponden con tendencias bajistas en la misma. Es muy llamativo que en las últimas jornadas, la volatilidad implícita se ha ido a zona de mínimos del año y niveles mínimos de la última década.
Hay que tener en cuenta que el VIX mide la volatilidad implícita en el precio de las opciones (derivados financieros). Cuando los inversores deciden cubrir sus carteras ante posibles correcciones del mercado, el precio de las opciones aumentan, o mejor dicho, el inversor que te ofrece esa cobertura (el vendedor de opciones), te va a exigir un precio más alto cuanto más probable crea que el mercado puede caer. De ahí que históricamente se diga que el VIX sea un indicador del miedo. En los momentos de más pánico en los mercados, cubrir las carteras cuesta muy caro, porque el que te vende esa cobertura te va a exigir un precio muy alto. Es como querer asegurar la casa de la playa o el barco en el puerto la semana en la que se anuncia que el Huracán Irma se aproxima.
Pues bien, el VIX en mínimos significa que, a pesar de las noticias, los inversores no andan preocupados por el devenir del mercado. Evidentemente creo que en este sentimiento ha intervenido la reacción de los acontecimientos más recientes. Los inversores terminan aprendiendo tras ver que el mercado se recuperó muy rápidamente tras las últimas correcciones. Lo hizo tras las caídas del verano del 2015 (devaluación del yuan chino), de las fuertes caídas del inicio del 2016 (otra devaluación del yuan y la fuerte caída del petróleo por debajo de 30 dólares el barril), y sobre todo hemos debido aprender de la fuerte recuperación que se produjo tras el Brexit y tras la sorpresa en la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.
En los gráficos vemos que estos acontecimientos comentados generaron un fuerte repunte de la volatilidad y corrección del precio, que lo que hizo fue generar un momento de máxima oportunidad financiera. En la situación actual, al no haber corregido el mercado, esta máxima oportunidad financiera no se está produciendo, pero sí que debemos leer del mercado que la tendencia es fuerte.
Así pues, la conclusión a la que debemos llegar es que estamos en tendencia alcista aunque no en situación de máxima oportunidad financiera. En base a esto, no parece que sea el momento idóneo para aumentar fuertemente exposición en renta variable en las carteras, ser cautos aunque sí que hay que seguir apostando por renta variable. Tal y como comentábamos hace unas semanas, en momentos de incertidumbre como la actual, se puede tener renta variable y no por ello se asume un riesgo excesivo. Las acciones de baja volatilidad, desde final de julio no han corregido, mientras que vemos que las acciones de beta alta sí que han tenido fuertes oscilaciones, con caídas superiores al 6% (similar comportamiento han tenido las Small Caps-Russell 2000). El S&P500 es este periodo ha llegado a corregir un 2% aproximadamente.
El artículo original se encuentra en el Blog de Unicorp Patrimonio S.V.
(http://blog.unicorppatrimonio.es/)